La triple "L"y Elba Esther Por decir lo que pienso sin pensar lo que digo muchos besos me dieron y más de un bofetón Joaquín Sabina Guillermo Berrones*
El “más vale malo por conocido, que bueno por conocer” es un apotegma que arraiga la inseguridad colectiva generada desde los más intrincados círculos del poder político de nuestro país. Sin la señora Elba, el SNTE y sus agremiados no son nada, tampoco lo fueron en su momento sin Jongitud; y los obreros sin Fidel vivieron siglos de indigencia laboral sostenidos con las migajas de los mítines de jugos, lonches y camisetas del partido en turno. Deprimente actitud la de los maestros sindicalizados en el SNTE, que predican una educación al servicio del pueblo y en los hechos, un porcentaje muy alto, se la pasa justificando su irresponsabilidad social bajo el amparo absurdo de argumentos insostenibles. En nuestro país la política se concibe como el ejercicio del poder; y el poder significa la omnímoda facultad para imponer los criterios del poderoso en turno. La razón, entonces, carece de sentido, la intelectualidad y la academia se convierten en chistecillos que en algunos momentos son utilizados para avalar la indolencia del poder. Quien no se asume a estas reglas del juego donde la dignidad, el trabajo, la honestidad y la transparencia son valores vetados, corre el riesgo de someterse a la injuria más devastadora, a la infamia de los tuertos y al destino apartheid o de segregación profesional. Mientras la locuacidad, las borracheras y francachelas; los moches y ventas de plazas; la seducción violenta para otorgar empleo; el sometimiento a los más denigrantes caprichos de la clase poderosa del sindicato o de la administración son práctica común y de muy antiquísimo origen; y la denuncia sea sorda competencia de amargos resultados, el presupuesto educativo tendrá siempre un destino inapropiado y la educación de México será una factura pendiente per se . (Continúa) *Cronista y maestro normalista |
|