México, ¿enfermo?
Ricardo García M.Tweet

Pues sí, se enfermó el país y sus órganos  institucionales, el corazón, hígado y huesos de nuestra nación están dañados con políticas irreales.
Un cardiólogo recomendaría atención inmediata. “A urgencias y ahí espérenme”, les diría a los familiares de un enfermo grave. “El paciente podría morir o dañarse en forma irreversible”, insistiría el galeno; enseguida lo internaría y pondría toda la ciencia y sabiduría  con un solo propósito: estabilizarlo.

Si varios órganos  del país funcionan imperfectamente están en riesgo las instituciones y logros obtenidos en todo el siglo pasado: nacionalización de la industria petrolera, planilla de técnicos petroleros, IMSS, Nacional Financiera, Red carretera, Red Ferrocarrilera para pasajeros (ya en abandono), sistema de puertos (próximo a privatizarse Lázaro Cárdenas por una irrisoria cantidad) y la ya perdida y vulnerada seguridad de las familias mexicanas.

En 28 años se ha profundizado la desigualdad social y económica y la entrega de los recursos nacionales sin mirar las generaciones futuras, acarreando deterioro  ambiental, continua pobreza y un destino incierto para jóvenes y niños. En diez años se reeditó el porfirismo y sus pecados.

Con excesivo gasto en imagen se habla de modernidad, cambio y sustentabilidad (populismo puro) percibiéndose el abuso de una élite que manipula a sus anchas el poder público depredando con cinismo, mentiras y corrupción el erario público (CFE, y el nefasto Alfredo Elías Ayub, privilegios fiscales, PEMEX  y su camarilla, gastos en imagen institucional etcétera).

México es enfermo terminal porque se ha excedido de sus recursos, de su potencial humano, porque está mal administrado, que es la razón Constitucional de un gobernante para conducir a sus gobernados a un estadio de bienestar.

Se ha abusado del país conduciéndolo en una viciada administración pública inmersa en 7 pecados capitales:

1.- Desalentando la economía del campo nacional, sin cuidar el mercado alimenticio interno (más de medio millón al año de inmigrantes hacia Norteamérica de municipios netamente rurales lo demuestran)

2.-Rezagando la tecnología energética convirtiéndose el estado en mero administrador de empresas trasnacionales (desmantelan Luz y Fuerza del Centro sin cuidar consecuencias técnicas, entregan la red estratégica de traslado de crudo y gas a trasnacionales norteamericanas, rematan a Televisa la red de fibra óptica, desalientan a técnicos petroleros, etcétera).

3.-Controlando el poder público una minoría burocrática y de empresas privadas que forman una oligarquía que se adjudica las riquezas y bienes públicos (es reiterativo hablar de contratos fraudulentos en la debilitada PEMEX, de la industria minera o del sistema ferroviario).

4.- Cobijando monopolios que expolian a la población convirtiéndola en un secuestro anunciado que acaba con el empresario nacional frenando la inversión y el empleo sin crear el marco apropiado para un desarrollo continuo.

5.-Deshumanizando las ciudades grandes y medianas con inseguridad galopante, por no atender las necesidades normativas de esparcimiento con urgentes áreas verde-deportivas en los diferentes escalones comunitarios urbanos.

6.-Protegiendo la injusticia fiscal donde los grandes empresarios evaden impuestos cobijados impunemente por las mismas autoridades recaudatorias.

7.-Maquillando con los honrosos Ejército y Marina la inseguridad permanente de los ciudadanos, engañando con afeites televisivos y radiofónicos la violencia que se ha propiciado y cobijado por intereses personales.

Para esta enfermedad que el país padece por dirigentes proclives a pecar  sin aplicarles vara ni cuarta, se requiere medicamento amargo y fuerte, cambio total de hábitos pecaminosos y arrojo de parásitos que curen un México que  puede morir joven o quedar con daños irreversibles.

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