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Calidad y cobertura de la educación
Praxedis Sánchez

En el gobierno de Humberto Moreira se ha impulsado muchísimo la educación, desde el punto de vista material con nuevas escuelas, nuevas preparatorias y universidades por todo el estado de Coahuila. Eso se lo debemos de reconocer a nuestro gobernador. Sin embargo, en 6 años es imposible abarcar todos los rezagos acumulados durante décadas, por lo que es necesario que el próximo gobierno continúe con esta labor tan indispensable en nuestro  estado y también en nuestro país. Estamos hablando de la cantidad, es decir que debe haber escuelas suficientes para que ningún niño ni joven se quede sin educación, no sólo elemental, sino educación media y universitaria.

Por otra parte, hace falta, con urgencia, elevar la calidad de la educación, no sólo educación técnica y avanzada que está dirigida a preparar a la población para el trabajo en todos los niveles, en todas las técnicas y en todas las disciplinas, sino una educación que tienda a resolver también los problemas propios de nuestra época. ¿Cuáles son nuestros problemas actuales que tenemos que resolver ya?  Sufrimos ignorancias de todo tipo: ignorancia cívica -cancelaron indebidamente el estudio del civismo y esto favorece la corrupción y la impunidad-, ignorancia ética -se han estado abandonando los valores morales y sin estos no se puede vivir en armonía-, ignorancia lingüística -se le da indebidamente más importancia a los idiomas extranjeros, sin afirmar primero el propio-, ignorancia histórica -sin historia nos condenamos a repetir los mismos errores pasados-, ignorancia alimenticia - hemos perdido el sabor de la alimentación sana mexicana por alimentos chatarra extranjeros-, ignorancia sexual -ésta incrementa los embarazos no deseados y múltiples infecciones-, ignorancia ciudadana electoral -ésta permite ser manipulados por oportunistas electorales televisivos que facilitan la corrupción y la impunidad-, ignorancia de la higiene -ésta nos lleva al subdesarrollo y facilita las enfermedades-, ignorancia religiosa -se pierde la razón, el motivo y justificación de vivir en el planeta tierra-, ignorancia de la salud -ésta favorece la mala alimentación y la drogadicción-, ignorancia filosófica -ésta se abandonó en los últimos tiempos; sin ésta somos como un barco sin timón-, ignorancia deportiva -es absolutamente inadmisible no dedicar un tiempo diario para el deporte-, ignorancia musical -ésta favorece la incultura y todo tipo de delitos-.

Todas estas consideraciones y otras más son esenciales para tener una educación integral de calidad. Muchas de estas disciplinas se enseñaban en las escuelas en el siglo pasado, pero los tecnócratas neoliberales ignorantes las cancelaron. Hay que volver a implantarlas si queremos mejorar como nación, de otra manera seguiremos en la mediocridad y en el subdesarrollo por los siglos de los siglos.

La educación de calidad es la mejor manera de acabar con la drogadicción y el narcotráfico. En vez de balas, ¡educación integral de calidad!

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