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16 Diciembre 2010
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TRANSICIONES
Fin de ciclo
Víctor Alejandro Espinoza

La comunidad de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) cierra un ciclo de manera coincidente con el fin de año. La Junta de Gobierno (JG) no llegó a un acuerdo para nombrar rector sustituto; a cambio de ello designó al Secretario General (Felipe Cuamea Velázquez) como encargado del despacho por 30 días. Lo reitero: las crisis se  definen por la imposibilidad de responder a las demandas a través de los métodos y acciones que se venían utilizando. No se puede negar: la UABC se encuentra en crisis. Si no se encuentran pronto los mecanismos apropiados para designar al nuevo rector, me temo que la crisis se profundizará. Ello, porque hay muchos agravios y desatinos acumulados. Al parecer se ha ido “juntando la tierra debajo de la alfombra”.
         Pero como toda crisis, representa una oportunidad para dar un salto hacia adelante; ese cambio estaría representado por la modificación y adecuación de la Ley Orgánica. Pero también, por una reforma institucional que permita a la universidad descentralizar sus decisiones y apostar por una nueva interacción con la sociedad. La UABC debe dejar atrás su papel anodino y acomodaticio de subordinación al gobierno local. No importa el signo político del gobierno en turno, la relación debe ser de respeto y de autonomía. Insisto, el mejor espejo es la UNAM. Su rector actual es un ejemplo a seguir: llama a las cosas por su nombre y es fiel a sus convicciones académicas y a sus principios éticos. ¿No podríamos aspirar a tener un rector responsable y honorable y no alguien que actúe como un miembro más del gabinete en turno? ¿No fue por lo que lucharon tantos académicos e intelectuales que sufrieron el exilio? El nuevo rector puede darle un vuelco a la universidad u optar por navegar por las mismas tersas y grises aguas.
         Una reforma que urge llevar a cabo es que en los procesos sucesorios quienes aspiren a ocupar el máximo cargo de la universidad, renuncien a puesto administrativo al menos seis meses antes de la designación. Esto para evitar la inequidad en la competencia. No se vale jugar con los dados cargados; asimismo las decisiones más trascendentes, tanto en el Consejo Universitario como en la Junta de Gobierno, deberán llevarse a cabo en votación cerrada y no a mano alzada. La presión de los grupos hegemónicos es mucha para torcer la votación a su favor.
         En medio de esta crisis, los universitarios ya han ganado: un espacio y una posibilidad de expresión que por años estuvo silenciada. Aprovechando las nuevas tecnologías, el debate principal se ha realizado a través de la Internet. Ha surgido un espacio fundamental: el Observatorio Académico Ciudadano, que ha mantenido una reflexión permanente y permitido la confluencia de diferentes voces en torno a la coyuntura actual. Pero también, ha surgido un blog llamado “UABC sin censura”, que lamentablemente se esconde en el anonimato para hacer una defensa ciega del llamado G6. Flaco favor le hace a uno de los principales contendientes, el Dr. Felipe Cuamea Velázquez.
         El Observatorio Académico Ciudadano pidió a cada uno de los 11 integrantes de la JG hiciera público su voto razonado. Al momento en que escribo, 4 han respondido positivamente: Luis Llorens Báez, Leonel S. Cota Araiza, Rosa Imelda Rojas Caldelas y Margarito Quintero Núñez. Cuanto ayudaría para destrabar el proceso y para disipar las dudas acerca de su proceder, que los restantes miembros hicieran públicas sus razones. Han surgido propuestas de la comunidad para destrabar el proceso de designación actual: aumentando la JG de manera provisional o realizando un sorteo entre los 4 finalistas. Esperemos que las vacaciones navideñas sirvan para que los miembros de la JG hagan examen de conciencia y piensen en los mejor para la universidad. Lo peor sería un albazo aprovechando la coyuntura vacacional.
         La UABC es una buena universidad; no es desde luego “la mejor” como reza la estrategia de marketing publicitario que adoptaron sus autoridades en años recientes. Los problemas se resuelven reconociéndolos. La UABC tiene deudas pendientes con la sociedad. Pero también hay muchos problemas y carencias a su interior, empezando por las condiciones laborales de sus trabajadores y por el abandono de muchas de sus instalaciones. La UABC debe ser referencia obligada para comprender los problemas y fenómenos que vivimos. Nunca más debería seguirse la política del avestruz que la ha caracterizado. Esperamos que de la crisis actual resurja una universidad viva de la cual podamos sentirnos orgullosos. Los universitarios tienen la palabra.      

Investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
 victorae@colef.mx

 

 

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