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27 Diciembre 2010
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Los Santos Inocentes
Héctor Franco Sáenz

Este martes, 28 de diciembre, se dedica el mundo cristiano a recordar a sus “Santos Inocentes”, quienes según la tradición, fueron todos aquellos niños menores de dos años nacidos en Belén, mandados asesinar por Herodes con la finalidad de deshacerse del recién nacido en Nazaret días antes.

En el mundo profano de Monterrey también se ha hecho tradición reunirse el 28 de diciembre de cada año, y no tanto porque quienes lo hacen sean “santos inocentes”, más bien al contrario, tradición que como muestra de haber cumplido ya con los compromisos familiares de la época, sirve como una “liberación” del espíritu en el reencuentro con viejas y fraguadas amistades.

Esta celebración en Monterrey inicia en el “templo” de don Carlos González que llevaba el masónico nombre de “Victoria No. 2” ubicado, en sus mejores tiempos, en la calle de Aramberri antes de su cruce con Juárez, lugar que para 1970 ya se había convertido en el centro de reunión de destacados universitarios como Miguel Capó, González Aguirre y Sánchez Vega, que en ese lugar celebraban el “Día del Biólogo”.

Partiendo del principio de que en ese recinto y en esa fecha, se encontraban personas conocidas, la mayoría de ellas políticamente afines; quienes por diversos motivos, ya fueran estos económicos, intelectuales o políticos, tuvieron que abandonar la ciudad, al encontrarse durante alguno de los días del año, principalmente en la Ciudad de México, al despedirse o ante la pregunta de ¿cuándo nos vemos?, escogieron para ello fecha y lugar fácil de recordar.

Con el paso del tiempo, lo antes dicho se convierte en punto de referencia también para quienes estando en Monterrey, con los pretextos ya cumplidos, buscaban la oportunidad de saludar a los emigrados, la mayoría de ellos bien acomodados, con la esperanza de que fueran los heraldos que trajeran alguna novedad, que posibilitara vislumbrar el cambio de una realidad políticamente confusa y hasta asfixiante, todo como parte de una sana práctica del “centralismo democrático”.

El maestro Sánchez Partida siempre fue fiel “guardián del templo” cada 28 de diciembre, quien ante las imágenes del profesor Zertuche, “Pepe” Alvarado y “Polo” González Sáenz (que Carlos tanto adoraba) aguardaba a que llegara uno de tantos emigrados a cumplir con la cita de cada año, desfilando así por el recinto: políticos, diplomáticos, abogados, biólogos, economistas, profesores, líderes sindicales, universitarios, cineastas,  escritores y estudiantes, teniendo como figura aglutinadora al maestro Rolando Guzmán Flores.

Hubo ocasiones en que el” templo” se permutó por otro, en virtud de que por su investidura había quienes no podían profanarlo y hubo necesidad de celebrar una “tenida blanca”, de lujo, la que se celebró en el restaurant “Santa Fe” de Morones Prieto al poniente, allí estaba prácticamente, el ”servicio exterior regiomontano” en pleno, de esos momentos, como Roque González Salazar, Jesús Puente Leyva, Francisco Valdés Treviño y Raúl Livas Vera, además de otros personajes distinguidos como Ricardo Cavazos, entonces miembro del PRI y líder de la Liga de Economistas Revolucionarios.

En este 2010 se cumplen 40 años de que el grupo se reúne de manera ininterrumpida, sorteando diferentes dificultades, sesionando en diferentes “templos” y otros aspectos que influyen en su funcionamiento, como son la existencia de nuevos compromisos y el “cambio de adscripción”, como puede decirse el que muchos dejaron de vivir fuera y el “halo” que los podía haber envuelto empezó a disiparse.

Las cosas, el entorno, la gente ha cambiado, el tiempo ha cobrado su cuota, algunos físicamente no están pero no son olvidados, entre ellos amigos como: Raúl Livas Vera, Horacio Salazar Ortiz, Raúl López Aldape (“El Ringo”), Gerardo Martínez Carrillo, René Alonso, Sergio Escamilla, Valfré Rodríguez, Carlos González y José Sánchez Partida.

Con esas lamentables bajas, como institución, el grupo de los “santos inocentes” sigue, encabezado por Rolando, quien el día de mañana habrá de “oficiar” en otro templo, el club taurino que se encuentra frente a la Plaza de Toros Monterrey.

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