Precursores de la ciudadanización
Héctor Franco Sáenz                             

Monterrey.- La semana pasada, en esas ocasiones que tiene uno tiempo para navegar en el ciberespacio, nos llamó la atención una página, bien diseñada, con las fotografías de los integrantes de la Comisión Estatal Electoral. Poco duró la impresión ya que advertimos que esa página no corresponde a quienes integran la Comisión actual.

Con la inquietud de saber al menos, quiénes son los “Comisionados Ciudadanos”, dada la controversia de las últimas semanas a raíz de la aprobación de un “nuevo partido político”, nos dimos a la tarea de indagarlo encontrando otra página, al parecer la oficial, en la que aparecen los nombres de los actuales Consejeros Ciudadanos, en general poco conocidos, salvo una de ellas que desde su época de estudiante en la UANL, se distingue por su dedicación y apego a sus convicciones.

En esos afanes, vuelve a llamar nuestra atención la convocatoria a celebrar el “X Aniversario de la Ciudadanización de la Comisión Electoral”, pero luego, por esos vericuetos de la red, encontramos la misma invitación, mas ahora para celebrar el XV Aniversario en el presente año.

Creemos que celebrar “XV años de la Ciudadanización” del órgano electoral es sin duda un  error, pensando bien de esta versión de la ciudadanización de la CEE, dado que en ninguna parte que como parte de la reforma electoral de 1993, “se incorpora la figura de Comisionado Ciudadano para integrar la CEE en igual número de la suma de los partidos con registro definitivo”

En los procesos sociales, como en tantas cosas de la vida, nada es casual, que en todo existen antecedentes que constituyen la base los procesos, siendo esa la razón por la que con base en la ley de referencia, existen personas que deben ser consideradas como los precursores de la ciudadanización del órgano electoral, cuyos antecedentes se encuentran antes de los XV años que hoy se pretende celebrar. 

Conforme a lo aprobado por la Real Academia de la Lengua Española, precursores son las personas que preceden, que van delante; los que comienzan un proceso que tendrá acogida y desarrollo en el futuro; lugar que en el caso de la Comisión Estatal Electoral, corresponde a quienes como ciudadanos, fueron los pioneros en integrar el organismo.

Es así como el grupo de los fundadores, lo encabezaba como presidente, Roberto Flores de la Rosa (persona reconocida en el ejercicio de la abogacía y con destacada presencia en los Colegios de Abogados) y además lo integraban personas de todos los sectores sociales, no sólo universitarios, entre ellos maestros, intelectuales, empresarios, líderes sindicales y promotores deportivos de reconocida trayectoria.

Esos personajes fueron: Francisco Aguilar Sánchez (maestro universitario), Rogelio Ayala Contel (héroe del Huracán Gilberto), Eulalio Robledo Rodulfo (dirigente sindical), Eva Benítez de Santos (dama destacada en el servicio social), Oscar Elizondo González (empresario del ramo de la pintura), Eduardo Macías Santos (intelectual y promotor de la educación), Ernestina Garza Reyna (apreciada maestra, directora e inspectora de secundarias), José Maiz García (promotor y empresario deportivo) y Carlos Salazar Lomelín, empresario y directivo de FEMSA.

Será muy difícil que alguien pueda decir y demostrarle a las personas mencionadas que ellos no fueron “Comisionados Ciudadanos”, siendo que fueron los pioneros de la ciudadanización del organismo, lo cual ni por ignorancia sería justificable al existir la evidencia de que dicho proceso no inicia en diciembre de 1996, como se quiere justificar.

Luego han existido otros grupos sobre la base de lo avanzado con anterioridad, entre ellos uno encabezado por el Rector del Campus Monterrey del ITESM, que estaría a cargo de las elecciones estatales de 1997 (cuando llega al poder ejecutivo el PAN) y del 2000; otro que tomó posesión en diciembre de 2000, encabezado por el abogado José Roble Flores Fernández (egresado de la UDEM) de la Escuela Libre de Derecho; y el tercero, de diciembre de 2004, con el abogado Eduardo S. Guerra al frente, quien a su vez forma parte de la H. Junta de Gobierno de la UANL.

De hecho, la CEE desde 1996 se “concesiona” a la universidad pública (UANL) y a las privadas (TEC, UDEM, FLDM y la UR) y reflejo de ello es la forma en que se han alternado en la presidencia de ese organismo, destacados universitarios. En ese marco, la que ha sido más beneficiada viene a ser la UDEM, cuyos maestros y directivos han tenido desde 1996, una presencia constante y en ocasiones mayoritaria. En cambio, la menos socorrida ha sido la UR, dado que solamente dos de sus altos directivos han ocupado un cargo en el órgano electoral. La UANL por su parte ha cumplido con la función de legitimar el organismo.

Hoy, integran el organismo que conducirá el próximo proceso electoral, personas que en general son poco conocidas, lo cual pudiera ser una virtud en vez de defecto si así quisieran hacerlo. Conforme a sus perfiles, dos son abogados egresados  del TEC, uno con experiencia en Derecho Mercantil, más una licenciada en administración de empresas y un ingeniero industrial, lo que suma cuatro personas provenientes de esa institución, otras dos que se identifican con la UDEM y la que podría ser de la UANL se encuentra vacante.

Ojalá que los errores se enmienden, constituyendo ese el reto de los actuales Comisionados Electorales y con ello pasar a ser bien conocidos.

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