cabeza
Google
fechalere

portada70

 

onglogo

iconkult

barraploata

alerelogo

 

 

 

 

barraploata

index15

barraploata

indinda

barraploata

sanind

barraploata

zapind

barraploata

parind

barraploata

lupind

barraploata

EXPECTATIVA LABORAL
Y CONTINUIDAD
DE LA ESCOLARIZACIÓN
(Segundo reporte)
Juan Jesús Pardo Flores

 

alerelogoResumen: Las expectativas laborales y escolares de los alumnos que sufren los efectos de la marginación y exclusión, generadas por la pobreza, están condicionadas por el nivel de vida, los recursos y medios que posee la familia y las competencias que logran durante la escolaridad secundaria.

En este segundo reporte se pretende informar sobre los efectos de la marginación, exclusión y pobreza en las expectativas laborales y de estudios de los alumnos de la escuela secundaria. Si partimos de la hipótesis de que la situación social y económica en que viven la mayoría de los mexicanos es de crisis, y que ésta afecta de manera múltiple y diversa  a las familias mexicanas; condiciona y determina sus expectativas, el desarrollo personal de sus integrantes, su éxito en la vida, y la escolaridad de los estudiantes de cualquier nivel educativo; para el caso de esta investigación, el nivel de secundaria.

Conforme a lo anterior se considera que, dada la situación de afectación económica familiar en que sobre-viven los alumnos de educación secundaria, se estima que elijan, con mayor probabilidad, carreras técnicas, cortas; que abandonen sus estudios o no continúen su escolaridad en niveles medios superiores, que accedan a trabajos informales para costearse su escolaridad o que cancelen las “oportunidades” que les proporciona el sistema educativo para “educarse” con el fin de lograr un mejor modo de vida.

Para acercarnos a esta realidad de los estudiantes del nivel de secundaria: se formularon dos cuestionamientos: ¿En qué quieres o te gustaría trabajar? ¿Qué vas a estudiar cuando salgas de aquí? Encontrándose lo siguiente:

Expectativa laboral

% de alumnos

Expectativa de escolaridad

% de alumnos

Electrónica

2.56

Electrónica

5.12

Grupo musical

2.56

 

 

Diseño gráfico

2.56

Diseño gráfico

2.56

Futbolista   

5.12

Ing. en sistemas

2. 56

Mecánico   

2.56

Mecánico

2.56

Ing. en sistemas

2.56

Computación

2.56

Chef 

2.56

Chef

2.56

Abogado    

2.56

 

 

Policía

2.56

Policía

2.56

Enfermera

2.56

Educadora

2.56

Diseño de modas

5.12

Conalep

2.56

Arquitecto

7.69

Hotelería y turismo

2.56

Doctor        (a)

10.25

 

 

Secretaria

7.69

Preparatoria

46.15

Maestro

10.25

 

 

Estilista

12.82

Estilista

10.25

No sabe

17.94

No sabe

15.38

Cuadro 1: Expectativas laborales y de continuidad de escolaridad de estudiantes del nivel secundaria.

Interpretación

En el cuadro que hemos utilizado para presentar los resultados una de las cosas que resalta inmediatamente es que las expectativas laborales no coinciden, en algunos casos, con la respuesta que dieron los mismos alumnos con referencia a la continuación de su escolaridad.

Por ejemplo, quien señala que le gustaría trabajar de maestro(a) no tiene identificado que estudios debe seguir para desempeñarse en esa profesión; así mismo quien desea trabajar como secretaria afirma que quiere estudiar la preparatoria; quien menciona que le gustaría trabajar como enfermera dice que va a estudiar para educadora; 10 de cada 100 quieren trabajar como doctores pero no precisan que vayan a continuar con sus escolaridad; o quien quiere trabajar como abogado o como músico tampoco señala que quiera estudiar esa carrera o algo relacionado con ella. Por ello es posible asegurar que, en muchos casos, las expectativas laborales de los alumnos de secundaria no coinciden con su deseo de continuar su escolaridad.

Destaca que, de cada 100 alumnos entrevistados, 17 no tienen claro en qué desean trabajar y 15 no saben qué estudiar o si continuarán estudiando. También se advierte que 18 de cada 100 alumnos desea continuar estudios de bachillerato, todo ello sin considerar si acreditarán o no los exámenes de admisión.

Es importante destacar que, si sumamos a quienes desean trabajar en carreras u oficios que suponen estudios de esos llamados “carreras cortas”, tenemos que 31 de cada 100 piensan laborar en ello. Advirtiéndose aquí que entre menos posibilidades y recursos económicos familiares existan las expectativas de estudio y laborales son más bajas o se ubican en empleos que no requieren de mayor escolaridad o cultura, destaca, por ejemplo que 5 alumnos de cada 100 quieren trabajar como futbolistas.

En relación a la expectativa de continuación de escolaridad se destaca que 46 de cada 100 desean estudiar el bachillerato y 31 de cada 100 prefieren carreras técnicas que no necesariamente suponen estudiar la preparatoria, no aspiran a estudios que suponen un esfuerzo considerable, ni amplios recursos para lograrlo, prácticamente egresando de secundaria pueden continuar los estudios que desean. ¿Es este el principal efecto de la crisis económica en las expectativas de los estudiantes?

Convendría averiguar cuántos alumnos continúan con sus estudios de bachillerato; cuántos continúan con estudios técnicos; cuántos se han quedado a trabajar para contribuir en el ingreso familiar y cuántos siguen en sus casas sin estudiar ni trabajar. Este constituye un tema para otra investigación, sin embargo, conviene destacar que los jóvenes egresados de esta secundaria tienen bajas o nulas expectativas de trabajo y/o estudio.
Los alumnos no tienen claro a qué se van a dedicar cuando sean grandes. No hay claridad en sus objetivos, no se observa que haya una meta por la cual esforzarse. También se advierte la heterogeneidad de intereses en cuanto al trabajo que quieren desempeñar. No se sabe de qué manera puede apoyar la escuela secundaria para reforzar los intereses y expectativas laborales o escolares de los estudiantes, al parecer, ellos y sus padres perciben la educación secundaria como un nivel que irremediablemente tienen que cursar, para muchos la secundaria es aburrida, se sienten mejor en la casa o en la calle. Son bajas las expectativas con respecto a la escolarización secundaria como un factor de movilidad social. La misma escuela en sí, sus acciones, resultados y su ambiente cotidiano lo reflejan.

Tener una expectativa no es garantía de que los estudiantes se dedicarán a lo que dicen. El empleo en nuestro país está determinado cada vez más por otros factores que no tienen nada que ver con el estudio o expectativas de los alumnos. Lo destacable de las preguntas es que logran identificar los intereses y deseos de los estudiantes, y con un adecuado apoyo, orientación vocacional y voluntad, podrán desarrollar una motivación interior que les permita esforzarse más y llegar a ser lo que ellos desean.

Es necesario que los alumnos sean apoyados y escuchen palabras de aliento tanto en la escuela como en su casa para que logren concretar sus motivaciones y deseos, o en el mejor de los casos, orientarlos hacia mejores profesiones u oficios. No siempre la expectativa laboral corresponde con lo que los alumnos desean estudiar, aunque sí se advierte que cerca de la mitad de los entrevistados sabe que el nivel que sigue para continuar estudiando es la preparatoria.

Conviene orientar mejor a los estudiantes para que sus expectativas de estudio coincidan con sus expectativas de trabajo, de lo contrario corren el riesgo de abandonar los estudios que elijan, suspender asignaturas, reprobarlas e incluso cambiar de carrera porque muchos de ellos carecen de estrategias educativas y apoyos familiares y escolares que fomenten su deseo por estudiar, aprender y consolidar  una meta u objetivo personal. El sistema educativo debe abrir espacios en los cuales los estudiantes puedan concretar sus expectativas; uno de ellos debe ser la obligatoriedad y gratuidad del bachillerato.

Conviene hacer más investigación educativa que nos acerque a los significados y valores que de la escuela y cómo se relacionan éstos con todos los que conforman una comunidad educativa. Los resultados de este trabajo muestran una parte de la problemática que viven los adolescentes y sus familias con relación a los desajustes económicos que sabotean sus expectativas de formación académica y los obligan a formar parte del mercado informal de trabajo. Además, la mayoría de los alumnos de secundaria deben soportar los problemas de los padres en cuanto a desintegración, carencias económicas, escaso nivel de escolaridad y poca afectividad en su entorno, aunado esto a la poca interacción maestro-alumno.

Considerando que este reporte deja entrever la existencia de diversos factores contextuales, enfatizando el económico, el cual influye en las expectativas de los jóvenes para continuar o no estudiando después de la secundaria; los alumnos requieren de ofertas más atrayentes; sobre todo para cerrar el paso a opiniones que los culpan a ellos mismos haciéndoles creer que se estén quitando oportunidades y espacios para desarrollar competencias y habilidades deseables en todo mexicano para construir vida digna.

Sugerimos:

  • Realizar trabajos de investigación que permitan identificar cómo el ambiente y trayectoria escolar en el nivel de secundaria inducen a los alumnos para que vayan cancelando paulatinamente sus expectativas y aspiraciones personales para una vida digna.

 

  • Detectar y apoyar a los estudiantes con respecto a sus intereses y expectativas laborales y de estudio, explicándoles las acciones culturales, académicas, económicas y el itinerario que deben seguir para llegar a concretar su expectativa laboral o de continuidad escolar.
  • Clarificar a los alumnos que la educación secundaria y preparatoria son niveles formativos aún; que pueden estudiar una carrera técnica y que después de los estudios de bachillerato se continúa con una carrera profesional; que pueden estudiar y trabajar, o finalmente sólo trabajar, pero que un empleo después de la secundaria o de la preparatoria (incluso después de haber estudiado una carrera técnica) no es bien remunerado.

 

  • Impulsar normativas que aseguren la obligatoriedad de los estudios de bachillerato y que sean éstos impartidos en forma gratuita. La mayoría de los estudios después de la secundaria implican un alto costo y ello acorta más las posibilidades y expectativas de muchas familias mexicanas.

 

¿Desea dar su opinión?

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

uanlind

15h2

qh2

1
2