ANÁLISIS A FONDO
La ventaja de Peña Nieto
Francisco Gómez Maza

El priista parece inamovible, hasta hoy
Pero es muy pronto para cantar victoria

iudad de México.- El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, es por el momento el preferido por la mayoría de los votantes mexicanos, a pesar de las “pifias y errores” de diciembre, lo que obliga a pensar en qué tanta influencia tienen las redes sociales y los medios de información escritos sobre el ánimo de los ciudadanos que no tienen acceso a las nuevas modalidades tecnológicas de la comunicación.

Cuando Peña Nieto no supo responder a un reportero acerca de los tres libros que han marcado su vida, o cuando no supo a cuánto ascendía el salario mínimo, o el precio del kilo de tortillas, se desató principalmente en las redes sociales –Twitter y Facebook– una reacción en cadena de críticas e inclusive burlas haciendo mofa de su ignorancia.

Inclusive, personalidades como el propio escritor Carlos Fuentes se lanzaron en serio cuestionando al señor Peña Nieto. Periodistas, escritores, adversarios políticos le pegaron durísimo al ex gobernador del estado de México, pero las consultas sobre preferencias electorales, levantadas por las más influyentes empresas encuestadoras, las críticas no afectaron negativamente la ventaja del candidato sobre sus contrincantes del PAN y el PRD.

Peña Nieto se mantiene hasta el momento como el puntero sobre Josefina Vázquez Mota, aspirante a la candidatura por el partido gobernante, el de Acción Nacional, y Andrés Manuel López Obrador, el candidato de las “izquierdas”, formado por el Partido de la Revolución Democrática, el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano.

Durante las últimas semanas, los dirigentes del PRI y el propio Peña Nieto han recuperado la confianza y una buena dosis de serenidad, y están actuando con prudencia, siempre al cuidado de su candidato, quien ha hecho mancuerna con el presidente de su partido, Pedro Joaquín Coldwell, principalmente en sus presentaciones ante la prensa, que es donde Peña Nieto tiene que hablar sin script, ya que ha demostrado que no es un buen improvisador.

Cuando una pregunta es comprometedora, el candidato le cede la palabra a Joaquín Coldwell, quien con su experiencia de viejo lobo de la política la responde salvando a Peña Nieto de posibles metidas de pata. Y así han evitado nuevos desaguisados.

Pero hay otra circunstancia. Que los apoyadores de Peña Nieto generalmente son sectores de la población desinformada. Y entre ésta destaca una importante porción de jóvenes mujeres, que lo apoyan por su belleza metrosexual, sin memoria del pasado priista de corrupción e impunidad.

Mientras tanto, Vázquez Mota se encamina a obtener la candidatura por el PAN, sobre un Ernesto Cordero, calificado como el delfín del presidente Felipe Calderón, y Santiago Creel Miranda, dos personajes que no han prendido en las preferencias de la mayoría de panistas y sus simpatizantes. Vázquez Mota se ha posicionado como la candidata de los grupos empresariales conservadores y de un buen sector de la clase media. Creel está, por el momento, condenado al fracaso. Y Cordero se mantiene en la cola de la cola, tanto que ya comenzó a hablar de su derrota.

La incógnita para muchos analistas es Andrés Manuel López Obrador, que conjunta una muy buena porción del electorado principalmente entre los trabajadores y campesinos, que han sido sensibilizados por  el tabasqueño durante una campaña de concientización que ya lleva por lo menos cinco años. López Obrador ha cambiado su discurso radical y ahora se presenta como luchador de la "república amorosa”, y se ha ganado el apoyo de grupos empresariales enemistados con el gobierno de Calderón y decepcionados del partido gobernante.

Las empresas encuestadoras Mitofsky, Parametría y BGC confirman la ventaja del candidato del PRI hasta el momento, con un rango de 18 a 24 puntos. Sin embargo, el puntaje no puede ser definitivo y puede ser engañoso, como han probado que lo son las opiniones que vierten en las redes sociales periodistas, analistas y adversarios del priista.

Los adversarios del priista tendrán que afinar su estrategia electoral, si quieren acortar la distancia que los separa del puntero y no sólo acortar esa diferencia, sino superarlo.

Así, la moneda aún está en el aire. No hay que olvidar que las encuestas retratan el momento, pero las cosas pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos, como ha ocurrido históricamente. Así le pasó a López Obrador en el 2006. Se confió de que llevaba la ventaja en las encuestas y ya ven lo que pasó.

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