ANÁLISIS A FONDO
Franco retroceso de la industria
Francisco Gómez Maza
¿Y a quién le importa en tiempo electoral?
El verdadero desafío: crecimiento y bienestar
iudad de México.- Tomemos un descanso de las futilidades de la política mexicana en tiempos electorales y vayamos ahora a mirar cómo se está desmoronando la economía nacional y concretamente la industria, que de tan desacelerada ha comenzado a estancarse. A estas amargas realidades es a lo que tendrá que enfrentarse el próximo presidente de la república con realismo económico pero con sensibilidad social.
Sea Enrique Peña Nieto, sea Andrés Manuel, sea Josefina, quien sea tendrá que bajar a ver la economía real del país. Y la industria es uno de los pilares de la economía en su conjunto, y si ésta no repunta por encima de un 6 por ciento anual, no habrá poder humano que pueda satisfacer la demanda de empleo de millones de ciudadanos que cada año se suman a la población económicamente activa.
Hasta el momento, la actividad industrial de México representa una fuerte debilidad para la economía, ya que pese al crecimiento de 4.2 por ciento durante el mes de noviembre del año pasado, continúa mostrando signos importantes de desaceleración.
Un reporte sobre el comportamiento de la industria, que me envió el amigo y paisano Isidoro Guerson, vocero de la Cámara Nacional de la Industria del Acero (Canacero), revela que, a nivel agregado, se observa un sector industrial estancado; su tendencia se ha mantenido desde mediados de 2011 y su ciclo se encuentra en franco retroceso desde comienzos del mismo año.
El crecimiento económico del país no ha tenido un impacto profundo en el desempeño del sector industrial: hasta noviembre de 2011, su crecimiento ha sido inferior al registrado en el mismo periodo de 2010:
La minería reporta incluso una tasa negativa del 2.7%, en tanto que la electricidad y la construcción se configuran con mayor fortaleza con tasas de crecimiento que superan las registradas en 2010: 6% y 4.7%, pero las manufacturas mantienen un estatus similar al agregado, un avance inferior con respecto al año pasado: 5.3% en 2011 contra 10.3% en el año previo.
Al mal comportamiento industrial hay que agregar la desaceleración de la economía en general, la incertidumbre financiera y el deterioro del mercado interno, fenómenos que reflejan un escenario complicado para el año que ha entrado en su segundo mes, así como la urgencia de implementar políticas avocadas al fortalecimiento y la reactivación del sector industrial.
De acuerdo con el reporte de la Canacero, para 2012 es inevitable realizar una evaluación sobre la situación económica. Las razones para ello se encuentran tanto en la necesidad de solucionar el rezago productivo y de bienestar social más urgente, como en plantear los requerimientos que la sociedad mexicana y los partidos políticos deben tomar en cuenta para las próximas elecciones federales, estatales y municipales, que se tendrán en el país.
Evidentemente que tala evaluación tiene como objetivo central la búsqueda de niveles de desarrollo superiores, garantizar la estabilidad económica y social y promover la gestación de una nueva etapa de crecimiento sostenido para México.
Es prioritario, y así lo sugiere el reporte de la Canacero, establecer un punto inicial de diagnóstico, comenzando la revisión desde una perspectiva que permita observar los resultados que le son más cercanos al ciudadano mexicano; es decir, indicar cómo las diversas variables macroeconómicas acaban incidiendo en su vida diaria.
La evolución del producto interno bruto per cápita real pone en claro el estancamiento que enfrenta la generación de riqueza mexicana, algo que durante los últimos años no se ha revertido. De inicio, esto pone un límite a la capacidad de mejorar la distribución del ingreso: si la economía no crece es complicado mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
Y han que poner en claro que el verdadero desafío de la economía son el crecimiento económico y el bienestar social.
A desfondo: Viajo varias veces al día en taxi por estas calles chilangas. Invariablemente, los taxistas manifiestan su rechazo al candidato de la izquierda. Es generalizada la desconfianza que tienen en el tabasqueño. ¿Será que todavía pesa la campaña sucia de sus detractores de que es “un peligro para México”? Ya pasó mucho tiempo de ella. Ahora, AMLO se está aliando con sus enemigos de clase para borrar los vestigios de la ojeriza manifestada por la derecha. Pero, algo entonces está fallando en el equipo de comunicación e imagen del comité de campaña lopezobradorista. Deberían de contratar a un mercenario de la publicidad y la mercadotecnia, un experto que haga bien las cosas. Si Andrés Manuel se alía con el consuegro de Carlos Slim y los empresarios de Nuevo León, por qué no hacer una campaña profesional para cambiar su imagen entre los taxistas. Los taxis son núcleos de opinión muy importantes. El taxista es un comunicador digno de ser tomado en cuenta.
