Mil ediciones mil
Luis Lauro Garza

Monterrey.- Gracias a los buenos oficios de Asael Sepúlveda es que hoy amanecemos celebrando la edición mil del 15diario. Sin su constante y desinteresada contribución, este proyecto de comunicación no hubiera arrancado como lo hizo hace casi cuatro años, en abril de 2008.

Nacimos en el contexto de dos hechos complementarios: la versión electrónica de la revista La Quincena, y el intento de concretar en Monterrey la edición local del diario La Jornada.

Un buen día, Asael me propuso dotar a la revista de su página web. Desde luego que acepté de inmediato, y una vez en el ciberespacio, comenzamos a familiarizarnos con el empleo de la herramienta. Pasaron varios meses y el gusanito de metas más ambiciosas, en calidad y periodicidad, se tornó aspiración recurrente.

Por esas fechas pudimos entrevistarnos con Carmen Lira, la directora de La Jornada, para ver la posibilidad de radicar aquí la edición Nuevo León de ese diario. El equipo de cinco personas ─Abraham Nuncio, Luis Ángel Garza, Esteban Bárcenas, David Carrizales y yo─, saboreamos la oportunidad; pero la falta de recursos, la diversidad de opiniones y el paso de los días sin avances concretos, terminó enterrando el proyecto, a pesar de que llegamos a constituir una sociedad anónima para ello.

Antes de su disolución, había insistido al interior del equipo en la idea de contar con un medio propio, así fuera modestamente electrónico, para ir “calentando motores”, habilitando plumas, familiarizándonos con la labor editorial en su conjunto. Como no percibí mayor entusiasmo, volví a platicar con Asael ─ajeno al proyecto anterior─ algo que habíamos elucubrado antes: la posibilidad de confeccionar un diario electrónico, aun y con nuestros limitados recursos. Luego de varias pruebas surgiría 15diario.

Los primeros dos años nos la pasamos resistiendo, pues no contamos con patrocinio alguno. (Puro talento y convicción, como a veces les digo a los colaboradores más cercanos.) Fue hasta mayo del 2010 que la UANL nos otorgó publicidad, abriendo con ello una lucecita en el horizonte. Y con ese solitario hilito de luz hemos sobrevivido hasta ahora.

Muchas cosas hemos visto y opinado en estos cuatro años, en especial la trasformación de Monterrey y la entidad en una zona de fuego cruzado. Hemos procurado darle voz a las ONG’s, a las luchas ecologistas (La Pastora), los derechos humanos, la diversidad sexual, el contexto nacional e internacional.

Y hemos pretendido hacerlo con un enfoque plural, de interlocución con aquellas voces que quieren escuchar y ser escuchadas.

Esperamos seguir apareciendo mientras se mantenga la fortaleza propia y la del entorno que nos rodea.