ANÁLISIS A FONDO
Huele y no a ámbar
Francisco Gómez Maza
¿Encubre Poiré las transas en la Cofetel?
Contratos millonarios, con fétido tufo
Ciudad de México.- La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) huele y no a ámbar… como mucho en la administración del presidente michoacano.
Todo es extraño en esa comisión. Huele a corrupción, aunque el señor Calderón no lo crea.
Por qué el secretario Poiré prohibió a los comisionados de esa comisión y “autorizó sólo a su presidente, Moni de Swaan, a asistir a la comparecencia a la que los convocó para ayer miércoles la Cámara de Diputados.
Poiré no tenía por qué meter su cuchara. La Cofetel es un organismo autónomo, como el IFE, como el Inegi.
Los diputados de la Comisión de la Función Pública, en base a los raros negocios, con tufo a transa, del señor De Swann, había solicitado la presencia de los cinco comisionados de la Cofetel. Y se armó la gorda. Sólo se presentó el comisionado presidente. Y así, pues no.
Y pues no, porque la consulta de los diputados iba a ser dirigida a los cinco. De Swaan, para preguntarle sobre sus criterios para decidir la asignación de contratos millonarios a sus amigos Peter Bauer, Pablo Ojeda, y los socios del despacho Show Pont. Y a los comisionados que no asistieron a la abortada comparecencia de ayer, para que explicaran su voto, si es que votaron, a favor de las decisiones de De Swann.
La comparecencia se fue por la borda, porque los diputados de la oposición vieron que así no iban a lograr nada. Los del PAN, por supuesto, que no supieron que argumentar y se fueron, como siempre, a los sofismas como aquél de que con preguntarle a De Swaan bastaba.
Y es que Poiré, léase Felipe Calderón, tuvo pánico a las preguntas que plantearían los diputados de la Comisión de la Función Pública.
Interesante, muy interesante, el cuestionario que los diputados prepararon para la comparecencia.
Mire usted:
-Señor comisionado presidente Mony de Swann. Usted ha reconocido y ha declarado que tanto Peter Bauer como Pablo Ojeda, y los socios del despacho Show Point, son sus “amigos”. Cómo explica la adjudicación directa de 3 millones 822 mil 432 pesos para sus amigos.
Hay que recordar que, de acuerdo con la página electrónica de la Cofetel, ésta ha firmado 140 contratos por $170.000,000 de pesos. Dos de esos contratos equivalen a menos de 4 por ciento de todos los que firmó la comisión en 2011.
En qué sustentó (De Swaan) la contratación de Bauer y de Ojeda, si estos señores no son especialistas en materia de telecomunicaciones.
El comisionado presidente podría haber realizado indebidamente enajenación de servicios, favoreciendo a sus amigos citados, actualizando la hipótesis prevista en el artículo 217 del Código Penal.
Otra pregunta de los diputados que se quedó en el aire:
Diga usted, señor comisionado presidente Mony de Swaan, por qué durante su administración fueron violados los artículos que refiere la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y no fueron publicados los contratos celebrados entre el órgano que presidía (Cofetel) y sus prestadores de servicio durante 2011. (Esa información fue publicada hasta el 25 de noviembre).
De acuerdo con los miembros de la Comisión de la Función Pública de la Cámara de Diputados, los montos asignados a Bauer y Ojeda, como pago de una contraprestación, son en sí mismos excesivos y, además, carentes de toda veracidad, al no estar reconocidos por la industria de las telecomunicaciones.
Y aquí iba una pregunta para los cinco comisionados:
Cómo justifican, señores comisionados y señor Mony de Swaan, el pago de 1 millón 670 mil 400 pesos por concento de “servicios especializados en materia de comunicación estratégica a la empresa Estrategia Total, de la cual es socio Bauer, al ser una cantidad exorbitante por un trabajo realizado en menos de 90 días.
Por qué razón no se cotizó el pago del servicio con otras empresas o personas de prestigio y trayectoria y así, al aumentar la competencia, disminuiría el costo de lo contratado.
Para la realización del trabajo contratado, De Swaan pudo haber recurrido a las propias áreas de asesores de la Cofetel. Por qué estos no pudieron realizar dichas investigaciones.
Otra interrogante dirigida a todos los comisionados: En qué consistió el trabajo realizado por la empresa Show Point Entertaiment para Cofetel, a quien dicho órgano pagó 922 mil pesos por tan sólo tres días de labores.
Los diputados de la Comisión de la Función Pública presumen que Óscar Varela, de la oficina de la presidencia de la Cofetel, recibió un cheque cuyo monto corresponde al pago a la empresa Show Point.
Además, Antonio Carbia, ex empleado de Estrategia Total, es actualmente empleado de la Cofetel, recomendado por su amigo Bauer.
De Swaan, además, omitió el contrato firmado con la empresa Get Digital, la cual se encargó de diseño y lanzamiento de la nueva página digital de la Cofetel, conocida como “Mi Cofetel”. Al respecto, los diputados le habrían preguntado al comisionado presidente sobre el monto pagado por el servicio presado por la empresa de Bauer.
Y para concluir, los diputados le iban a preguntar a Mony sobre el vínculo afectivo que tiene con Ojeda y Bauer y por qué razón le paga a este último una renta mensual por ocupar su casa de Valle de Bravo.
Pues no hubo tal comparecencia por obra y gracia del señor secretario de Gobernación.
Cosas extrañas. Irregularidades escandalosas. Más allá de si le rentaba un “cuartucho” en Valle de Bravo, de si son amigos o no, por qué lo contrató como abogado y cabildero, sabiendo que Bauer es conductor de noticias, tiene un programa de televisión. Pueden ser amigos, pero…Cofetel es órgano regulador. Para qué quiere cabilderos. Eso huele mal.
Este realmente es un asunto de rendición de cuentas. La Cámara de Diputados tiene facultad de pedir cuentas. Su desventaja es que no puede ejercer un control jurídico. Solamente político. Y de ahí se coge el Ejecutivo para encubrir sus tropelías.
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