Transas entre diputados y alcaldes
Eloy Garza González

Monterrey.- El método es muy sencillo: un diputado federal, miembro de una comisión legislativa, destina por su soberana voluntad dinero público a un ayuntamiento. Puede hacerlo porque ahora los diputados deciden cuánto se destinará a una obra pública o a una obra social en pesos y centavos. Etiquetan los recursos sin saber siquiera las necesidades reales de cada municipio.

Pero no lo hacen por buena gente. Antes de enviarles los recursos, negocian con el alcalde cuánto recibirán de moche por su gestión. Si le envían, por ejemplo, 11 millones de pesos, obligarán al alcalde a que les regrese un millón por la gestión realizada. Hay grabaciones secretas de esas transas en varios restaurantes de Monterrey y San Pedro. Pronto saldrán a la luz pública.

Muchas legisladores aún más picudos, incluso le imponen al alcalde una constructora propia (bien disfrazada con prestanombres), o de un socio del propio diputado.

A veces ni siquiera tienen que enviarles los recursos federales al alcalde. Hay obras sociales que con la pantalla de una asociación civil, se quedan con más del 10 por ciento de la ganancia. O terminan quedándose con la obra social completa.

Ejemplos de este tipo de sinvergüenzas, sin escrúpulos, hay muchos en la presente legislatura federal. Ya iremos desglosando cada una de estas transas, que lo único que hacen es desviar recursos generados con nuestros impuestos.

A estos diputados ladrones, lo único que les interesa es su beneficio personal. Hay que desenmascararlos pronto, porque el país se nos deshace en pedazos.