ANÁLISIS A FONDO
Las contradicciones mexicanas

Francisco Gómez Maza

En esta orilla, una legión de desempleados
En la otra, el hombre más rico del mundo

Ciudad de México.- José H. L. Schlarman escribió su libro de historia de México Tierra de volcanes, no por las miles de erupciones que han moldeado la geografía física, sino por las convulsiones humanas que hacen de la historia mexicana una eterna tragedia. Hoy, se escribe la misma historia, que bien puede llamarse: “Tierra de abismos”, o “Los abismos mexicanos”.

En cualquier ciudad mexicana, se yergue una residencia palaciega, lujuriosa, rodeada de mil casuchas de cartón. En el palacete viven papá, mamá y cuando mucho dos hijos. En la covacha, papá, mamá y diez chilpayates.

Y los políticos mexicanos viven y se enriquecen con la pobreza de millones de mexicanos. Son como el economista clásico: estudian y hablan de la pobreza para vivir como ricos.

Nada más mire, lea, y quédese en silencio:

En esta orilla: La tasa oficial de desempleo en México es de 5.4 por ciento. El 4.1 por ciento anterior a la crisis de 2008 no será alcanzada ni yendo a bailar a Chalma, ni en este sexenio azulado, ni en el que viene. Así que ninguno de los candidatos presidenciales –¡por favor!– vaya a usar como grito de guerra eso de “El presidente del empleo”. Felipe Calderón no se lo acababa. Y pronto lo cambió por “el combate al crimen organizado”. ¡Por piedad, no!

De 46 millones de mexicanos en edad de trabajar, sólo 15 millones tienen empleo formal. Es decir, están inscritos en el Seguro Social. Y en la economía informal o subterránea, o en el subempleo, laboran más de 13 millones de personas.

Y en el desempleo están entrampados otros 13 millones, cifra que incluye 7 millones de adolescentes y jóvenes que no estudian ni trabajan, los 3 millones que el INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) reconoce como desocupados, y 3 millones más que trabajan, pero no reciben ingreso alguno, porque laboran en casas particulares o con familiares.

El desempleo en México se tiñe de matices cada vez más preocupantes. El sector de los jóvenes es el más afectado por esta situación, ya que duplica la tasa de desempleo de los adultos.

Pero además. Los nuevos empleos creados no son nada buenos. Son de muy mala calidad. Parecen “made in China”. El salario medio del año pasado fue 5 por ciento menor que el de 2008. Cómo la ve, si es que es usted de quienes andan propalando que un mexicano puede vivir holgadamente con 6,000 pesotes mensuales…

Debido a la pérdida de capacidad de compra del salario y al incremento de los precios de los alimentos, muchos, muchísimos, millones de mexicanos han sido reclutados para integrarse a las filas de los cárteles de los pobres. Pobres, pobres, pobres, y sin AK-47.

El año pasado, digamos que un 46.2 por ciento de esos pobres – millonadas– sobrevivía, y sigue sobreviviendo de milagro. Se debatían por debajo de la línea oficial de la pobreza. La que dice que es la buena el INEGI.

Cómo pueden mantenerse estos mexicanitos; nacer, crecer, alimentarse, curarse, protegerse de las inclemencias del tiempo, vestir, ir de vez en cuando al cine, con una paga inferior a los 2,114 pesos… Cómo, señor Cordero. Cómo. Claro que no pueden inscribir a los chavos en un cole de paga, como lo hacen los que ganan 6,000…

En esta otra: Dejemos a los millones de desheredados en su orilla. Este México se da el lujo de consentir, en la otra orilla, a uno de sus hijos más preclaros. Un ricachón que comparte honores con William Gates III, el hombre que se ha hecho millonario con lo digital, lo cibernético, (y con Joaquín “El Chapo” Guzmán) en la exclusiva revista Forbes: Carlos Slim Helú.

Don Carlos, como le llaman “cariñosamente” sus amigos, es el hombre más rico del mundo. Sí. El más rico. Carlos Slim, hijo de Youssef Slim, inmigrante libanés que cambió su nombre a Julián Slim Haddad, ha hecho una fortuna estimada por Forbes en 74 mil millones de dólares. El año pasado su patrimonio neto aumentó en $ 20.5 mil millones.

Las cifras se quedan cortas. No alcanzan a mostrar cuán rico es el hijo de don Benito.

Sólo un botón de muestra de todo lo que tiene Slim:

Aquí les dejo a los de una y otra orilla.

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