Suscribete
899 5 Octubre 2011

PUNTOS CARDINALES
Bestiario político
Óscar Palacios

San Cristóbal de Las Casas.- Nunca antes había cobrado tanto sentido en México aquello de que el hombre —y la mujer— es un animal político. La fauna y la flora atosigan ahora el espacio cibernético. En la jaula del ex cuerno de la abundancia merodean lo mismo los dinosaurios Moreira, gatos Zambrano, burros Madero, delfín charal Cordero —especio de nuevo cuño resultado de un hibridus calderonis─, güeyes todos. Y de  la flora: Chepina y Beatriz que no sabemos si resultarán flores negras del recuerdo de una Tatcher, Golda Meir y etcéteras.

Cortázar hubiera podido escribir otro bestiario, o acaso nuestro chiapaneco Roberto López Moreno los incluiría en su arca de Caralampio. Si no fuera por la drástica situación que vive el país en lo económico y social, propondríamos que todos fueran incluidos en algún programa de comediantes del canal de los estrellados. Todos se van con el pasado, grupo descalificado que se descalifica aún más. No hay propuestas que nos den un pedazo de esperanza para detener el caos.

Y si eso sigue igual, entonces no hay razón para los debates cuando el debate ya se está dando con frases que pasarán a la historia: que no se haga güey, el burro hablando de orejas, micifuz de la derecha, apapacho del dinosaurio. Una vez más se demuestra que el político no lee y si lo hace es en el regodeo de sus propias encuestas. El que paga, sube. No hay duda, entre burros y güeyes estará cubierto el cielo nublado electoral del 2012.

Y mientras eso pasa, temas sustanciales como el aborto, son aprovechados por la pareja dinámica. El golpe traidor contra las mujeres se dio. Calderón deshojó su Margarita y la puso en la tribuna para apuntalar lo que la inefable suprema corta decidió. La paisana ministra Margarita Luna Ramos —las féminas de San Cristóbal debería tirar los letreros que anuncian la avenida que lleva el nombre de la susodicha y que no sé qué político oportunista le puso─, dijo sí a lo que antes dijo no. En fin, la única novedad es que ya sabemos que por el momento la línea viene del Vaticano, el medievo redivivo. Qué importa que mueran tantas mujeres. No es pecado capital.

 

En ráfaga
Somos un país regaladito. Por un lado la administración federal abre las puertas de par en par para que las empresas españolas inunden nuestro territorio en los mejores bisnes y por otra, los españoles repudian la presencia de Pemex en la española Repsol. Nuestra derecha entreguista rechazada por la española recalcitrante. ¿Cuándo les daremos sopa de su propio chocolate? Por el momento se duda. Aparte queda aclarar por qué Pemex realizó esa controvertida alianza. ¿Será el cochinito de fin de sexenio de FCH y company. Salinas lo hizo con Telmex, Zedillo con los ferrocarriles… y mejor etcétera.

La SEP cumple noventa años. Gracias a su esfuerzo en México cinco millones de mexicanos no saben leer ni escribir y la escolaridad promedio es de 8.6 años. Todo sea por la estela de luz, ese que será el monumento a la corrupción. 

AMLO y su Morena en exitoso escenario con miles de seguidores. Don Peje se define. Sí va por la candidatura. Y aunque era obvio, demostró fuerza y esbozos de otro discurso. Mientras tanto, Marcelo dice que tiene otro proyecto y otros partidos. ¿Seguirá soñando con  la alianza pseudo izquierda-derecha? Este país todavía nos tiene sorpresas. Lo que llamó también la atención fue la entrevista televisiva –entre tres: Silva, Reyes y Elizondo— que le hicieron a Amlo. Miradas irónicas, preguntas malaleche y el tabasqueño muerto de risa respondió con claridad, seguridad, conocimiento de la realidad mexica. Ahí va…

Y ya con esta me despido: este siete de octubre se volverá a celebrar, en honor a nuestro epónimo chiapaneco Belisario Domínguez, el día de la libertad de expresión. ¿No sería más propicio llamarle el día de la libertad de autocensura? Se aceptan adeptos.

ospal2@hotmail.com

 

 

 

 


¿Desea dar su opinión?

Sus comentarios :

 

Centro Cultural universitario

Vietnam

quincena90

quincena89

quincena88

 

 

 

 
15diario  
© Luis Lauro Garza Hinojosa