Recuperar la tranquilidad
Ricardo García Martínez
Monterrey.- Salvador Flores Rivera, mejor conocido como Chava Flores, era un compositor de canciones populares de los sucesos cotidianos de la población común y corriente en las ciudades.
Describía los acontecimientos y andanzas de aquella gente que vivía pacíficamente (que ahora llaman sociedad civil) y nada tenía que ver con políticos.
En los cincuentas del siglo XX, Chava Flores compone entre muchas canciones dos que son de culto: “Sábado Distrito Federal” y “¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?” En ellas describe la vida urbana de dos Méxicos que hasta hoy subsisten: el pueblo repleto de pulquerías, caldos y enchiladas, y la burocracia y alta sociedad de cabarets, Cuernavaca, o atravesando fronteras.
Pero ambas clases, esferas o Méxicos, mezcladas, ahora se mienten en torno a la violencia, la inseguridad y miseria, para seguir en el sueño que se ha vuelto pesadilla: la burocracia política, “floreros de adorno” que escucha cínicamente y dice: “mañana sí que lo hago”, “mañana voy a ir”; y una sociedad civil que treinta años después continúa adicta a la utopía sexenal o trianual en espera de un cambio positivo de la metamorfosis. De un país trasmutado de mariposa a murciélago.
Todos los niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, con descaro, parecen decir: “Ustedes, sociedad civil, hacen como que se quejan y nosotros, burocracia, hacemos como que oímos y actuamos”, cambiando a graves los problemas ciudadanos y creciendo la incapacidad del gobierno para resolverlos:
1.- En el triste Quesogate del Casino Royale, se multiplican los asesinos presentados, sin avanzar en el peritaje final que arroje la responsabilidad puntual del gobierno municipal y estatal.
2.- La zona de Los Cavazos y la naranjera de la Carretera Nacional hacia Linares, se aprecia desalentada con el cierre de negocios y empresas asediados por delincuentes impunes.
3.- No se incrementa el área de Parques Urbanos Metropolitanos, tiende a disminuir con el abuso de una administración pública estatal y municipal, que protege más a la sociedad anónima que a la sociedad civil, aumentando la crisis ambiental de Monterrey.
4.- El Movimiento por la Paz, de Javier Sicilia, fracasa por ser tibio en sus señalamientos al gobierno federal. Su solicitud de renuncia de Genaro García Luna fue una quimera escuchada por cortesía.
5.- El crimen, el secuestro, la extorsión, el robo de autos, casas y personas se acentúa en Monterrey, sin frutos gubernamental en lo contrario.
6.-Los incrementos de gasolina, ahora importada por falta de refinerías y el desaliento a una industria petrolera abandonada por la ineptocracia federal, han menguado bolsillo y calidad de vida de la sociedad civil.
7.- Los aumentos a la energía eléctrica no se justifican; Salinas, Zedillo y Fox han encubierto la privatización de la industria eléctrica, convirtiendo un negocio privado en lugar de ser un servicio público.
8.- La pobreza proverbial del campo nos hace importar casi la mitad de lo que consumimos, sin recuperar soberanía.
Los mexicanos no podemos seguir soñando tranquilamente como en el siglo XX, acotada por el poder corporativo y la hipocresía gubernamental; no deben permanecer pasivos ante tanta teatralidad presidencial, cinismo de funcionarios, que son públicos, no administradores privados y fascinados con el gel de moda.
La organización de la sociedad civil despertará y enfrentará a la minoría rapaz que busca, sin democracia, adueñarse del bienestar mexicano y hacer dos Méxicos. Como dice Carlos Monsiváis: “la democracia es la terquedad indignada, la defensa de la legalidad, la búsqueda del avance gradual, la estrategia de la movilización permanente: plantones, marchas, asambleas, mítines, exigencia de diálogo a las autoridades, campamentos de la dignidad.”
Indignémonos, con ello transformaremos la vida pública del país, para servir y recuperar la tranquilidad de la sociedad civil.
Arquitecto UANL / Urbanista UNAM.
