Elecciones en el PAN
Carlos Manuel Sabines
iudad de México.- En unos comicios internos para definir al candidato del PAN a la presidencia, marcados por las trampas, la compra de votos, la guerra de lodo iniciada por Josefina y por Cordero, días atrás, la primera fue la que más trampas exhibió y por tanto ganó.
Los datos principales de esta elección son los siguientes: para que ganara un candidato en la primera vuelta se requeriría un 51 por ciento de los votos, o el 37 por ciento, con una diferencia de 5 por ciento sobre el más cercano contendiente. Instalaron mil 689 casillas en toda la república para recibir el voto de mil 759 mil militantes y adherentes y sólo votaron para justificar la democracia azul un 28 por ciento, es decir, hubo abstenciones por 72 por ciento. El Súper Bowl, el aniversario de la Plaza México, la lluvia y el frío hicieron mella en los votantes.
En el caso, Josefina obtuvo el 53.9 por ciento de los votos; Cordero el 38.9 y Creel apenas el 6 por ciento. El por ciento de la primera se antoja lógico, pues las encuestas la marcaban con 59/61 por ciento de las intenciones del voto; pero Cordero, ¿cómo le hizo para remontar de 18 a 39 por ciento?; y Creel, ¿cómo es que sólo obtuvo 6 por ciento, cuando estaba arriba de Cordero? Ni Garganta Profunda podrá descifrar ese galimatías.
Ahora bien, ¿por qué ganó Josefina? Básicamente porque se montó en el argumento del empoderamiento de las mujeres, que México ya está en edad de tener una mujer como presidenta y demás frases, pero sin dar noticias sobre un proyecto de nación, porque no lo tiene. En su discurso, pronunciado al final de las elecciones, se fue por la descalificación de AMLO y que el enemigo a vencer es Peña Nieto; lo cual es muy pobre como base de una plataforma política.
Sergio Aguayo tuvo una frase dedicada a JVM, la bautizó como la “esfinge sonriente”: y es cierto, porque no dice nada de fondo. Dresser se sumó al punto de vista.
En verdad, ¿qué ofrece la triunfadora del PAN cuando menos en el discurso? Nada que se refiera a los puntos centrales de la agenda política, económica, financiera, social, y demás asuntos torales, como el empleo, el desempleo, la pobreza, el crecimiento negativo del país.
Al desempleo imperante que gravita sobre la clase trabajadora se suma otro ingrediente: ya existía, ahora se ha hecho el pan de cada jornada, la contratación por día como una opción para los trabajadores. Es el empleo temporal, que se hace presente en las plazas públicas del Distrito Federal y de las principales ciudades del país. Seguramente para Calderón y funcionarios del área esta sea una solución a la falta de generación de plazas de trabajo.
En este espacio hemos tratado machaconamente el tema de la deuda pública nacional que Calderón se ha empeñado en elevarla. (¿Como signo de bonanza?) Información de la paraestatal señala que el endeudamiento de PEMEX ha crecido durante este sexenio el 30 por ciento; de 46 mil 100 mdd a 59 mil 900 mdd. Este 2012, contratará 10 100 mdd. ¿El inquilino de Los Pinos creerá en realidad que ser sujeto de más deuda, es sinónimo de economía sana?
En el mismo sentido debe mencionarse que las entidades federativas siguen esa conducta: adquieren deuda y no la usan como “palanca del desarrollo”, frasecita estúpida que no dice nada y que no sirve para nada porque en los hechos y hasta la fecha no se ha visto nada que apunte en esa dirección. Coahuila, Tamaulipas, Michoacán, Veracruz, Jalisco y Chiapas, por mencionar sólo algunas, tienen los mayores porcientos de incremento y los menores índices de crecimiento.
En el orden mencionado, la deuda aumentó en un 7 mil 274 por ciento, contra 1.81 de crecimiento; 799 por ciento y 1.81; 363 y 1.87; 222 y 1.77; 190 y 1.47; y mil 400 por ciento, contra un crecimiento mediocre.
Ante el informe 2011 de la CNDH, en el que se documentan toda clase de ilícitos, abusos, violaciones, Calderón no tuvo más que reconocer que hay “casos graves” de violación de derechos en la lucha contra el narco; urgió a crear una base de datos de desaparecidos, como si no tuviera él mismo esa facultad. El mismo discurso de siempre de la evasión de las responsabilidades y culpas.
La SeGob y la PGR incumplieron el compromiso que adquirieron en Ciudad Juárez para proteger a la activista Norma Andrade, ante lo que evalúa tener que salir del país, por no tener seguridad. Si con protección de guaruras no se salva uno, ¿qué pasará sin esa “protección”?
Los cinicazos de Andrade y Tomás Ruiz, despidieron (renuncia lo llamaron; el hilo se rompe por lo más delgado) al empleado de la Secretaría de Finanzas del estado de Veracruz, Miguel Morales Robles, por… por... por haber obedecido órdenes de trasladar 25 millones de pesos en un avión del propio gobierno. ¿Qué les parece esta agresión al talento de todo el mundo?
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