La felicidad mundial
Luis Miguel Rionda
León, Guanajuato.- En esta semana que celebramos el día del amor y la amistad, la revista neoyorkina ¿Qué te hace feliz? (What makes you Happy?, thehappymagazine.com) dio a conocer el resultado de una encuesta que aplica la trasnacional de estudios de opinión pública IPSOS desde 2007, para conocer el “índice de felicidad” de los países del mundo (encuéntrala en: http://bit.ly/zYddc3).
Desde los años anteriores, llamaba la atención que los pueblos más felices son a su vez de los más pobres del mundo. Incluyendo el mexicano.
En alguna edición anterior, los brasileños destacaron en el primer lugar de la felicidad global. Ahora lo hacen los indonesios, que se manifestaron en un 51por ciento “muy felices”. Los mexicanos y los hindúes empataron en el segundo sitial con 43 por ciento de entrevistados que se dijeron “muy felices”. El 30 por ciento de los brasileños comparten esta cualidad. Todos son pueblos emproblemados, y en particular el nuestro, sumergido en una guerra intestina que ha arrojado 50 mil muertos a nuestras calles. Parece que el espanto de la muerte y la inseguridad no afectan nuestro optimismo.
La muestra estadística abarcó a 18 mil 687 adultos de 24 países, y se levantó en la primera quincena de noviembre del año pasado. Los resultados parecen alentadores: ocho de cada diez (77 por ciento) entrevistados dijeron que generalmente son “felices” en sus vidas. Poco más de una quinta parte (22 por ciento) se dijeron “muy felices”, dos puntos más que los que manifestaron ese ánimo en 2007. Es decir, que el mundo es ligeramente más feliz que hace un lustro.
Curiosamente, los casados son más felices (26 por ciento “muy feliz”) que los solteros (18 por ciento). No se encontraron diferencias significativas según género (22 por ciento), pero los menores de 35 años tienden más a declararse “muy felices” (25 por ciento), que los adultos de entre 35 y 49 años (20 por ciento), y los de entre 50 y 64 años (19 por ciento). Al parecer la edad lleva aparejada cierta decepción con la vida, o tal vez cansancio…
Una cuarta parte de las personas con una alta educación se declaró “muy feliz”. Y aquellos con altos ingresos también (24 por ciento). La conciencia y el nivel de vida favorecen esta actitud optimista.
Los latinoamericanos destacaron por su alto índice de felicidad. Un tercio de su población se declara “muy feliz”. No se quedan muy atrás los canadienses y norteamericanos, que se manifestaron muy felices en un 27 por ciento. El Asia del Pacífico y el Medio Oriente mostraron un 24 por ciento. Parece ser que la guerra y los conflictos no pesan demasiado en el ánimo de los pueblos orientales. ¡Qué bueno!
En contraste, entre los europeos sólo una sexta parte se declaró “muy feliz”. Europa oriental es pesimista: sólo un 6 por ciento de los húngaros y un 8 por ciento de los rusos se dijeron “muy felices”. Y curiosamente los países mediterráneos mostraron bajo índice de felicidad: España con 11 por ciento e Italia con un 13 por ciento. De seguro la crisis actual les pega mucho a los latinos de por allá.
Como la encuesta se ha venido aplicando con regularidad anual, y recientemente mensual, se ha podido dar seguimiento a la evolución de la felicidad por cada país. El grupo de los “muy felices” ha registrado incrementos muy importantes en Turquía (con un crecimiento de 16 puntos entre los años 2007 y 2011) y ¡México! Nuestro país ha visto incrementar su número de felices extremos en 10 puntos. ¿Qué pasó entonces con la guerra contra el crimen organizado? ¿La seguridad pública no tiene relación con la felicidad? Es una pregunta que bien demandaría una investigación más cuidadosa.
En un año electoral, estimula el optimismo conocer estas cifras sobre nuestra creciente “felicidad”. Yo sólo espero que esa felicidad tenga sustentos efectivos en indicadores positivos del nivel de vida. Sin duda urge recuperar nuestra fe en nosotros mismos y en nuestro futuro, y que veamos con esperanza una creciente luz al final del túnel.
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