Palabra del lector

Eleazar Cabello Palacios
ecapamx@yahoo.com.mx

Posicionamiento en torno al movimiento # yo soy 132

México vive días aciagos, como puede entenderse a partir del conocimiento de las siguientes circunstancias:

* La pobreza agobia a más de 50 millones de compatriotas, según las categorías oficiales empleadas en su medición, y para vergüenza de muchos, 15 millones de personas padecen hambre, ya bien entrado el siglo XXI.

*No ha cambiado radicalmente el panorama en 200 años de vida independiente en lo que se refiere a este aspecto, pues en 1804 Alexander von Humboldt, en sus correrías por el mundo llega a la entonces Nueva España, y al apreciar la realidad de la época declara que nunca se había topado con una situación donde la desigualdad social fuera tan ignominiosa como la de estas tierras. Hoy, en 2012, México continúa siendo uno de los países más desiguales de Occidente, pues nos hemos convertido en el paraíso de unos cuantos multimillonarios, y a la vez en el infierno de millones de seres humanos que no disponen de los medios suficientes de vida.

*En la actualidad se festina que nuestro país se ha convertido en una nación de clases medias, atendiendo a un estrecho criterio demográfico, pero el engaño estriba en que se omite decir que en el mejor de los casos contamos con un número creciente de clasemedieros depauperados, con niveles de ingresos que distan mucho de ser similares a los de las clases medias de los países desarrollados, incluso de los emergentes. Independientemente del grado de verdad de la aseveración oficial, en este como en tantos otros casos se opta por la utilización mediática y propagandística del asunto.

*En casi 30 años, desde 1983 que se instrumentó el modelo neoliberal promovido por el Consenso de Washington hasta el presente, la economía del país ha crecido un 2.2%, y si se considera el aumento de la población en este periodo, entonces el crecimiento ha sido de cero. Quienes dicen que la economía no se hace a base de ideales sino de datos duros son los primeros que se resisten a aceptar que han fracasado. Pero sus yerros nos están pasando la cuenta: 7 millones de ninis, oleadas de migrantes que se ven obligados a irse del país, el crecimiento del desempleo, la pérdida del poder adquisitivo de sueldos y salarios, el incremento exponencial de la economía informal, y por otro lado las deformaciones de los mercados porque se privilegia a los monopolios y los oligopolios, el encarecimiento artificial de los precios de bienes y servicios, los privilegios fiscales, la corrupción como problema endémico, la impunidad, etcétera. Es cierto que la estabilidad financiera, la disminución de déficit fiscal y el control de la inflación son condiciones necesarias para el desarrollo económido, pero no suficientes, como ha quedado demostrado en nuestro caso, porque la variable más importante es el crecimiento del mercado interno, a base de la creación de empleos bien remunerados, y definitivamente en esta asignatura las últimas administraciones federales han fracasado rotundamente.

*Durante 71 años padecimos un régimen político autoritario y absolutamente antidemocrático que limitaba las libertades civiles y conculcaba los derechos humanos; eran los tiempos del presidencialismo omnipotente y de los gobiernos priistas. Hoy estamos pasando por un periodo difícil, el de una transición democrática endeble, inconclusa y para nada garantizada, pues en el horizonte se vislumbran fuertes signos de regresión. El panorama se ha complicado aún más porque el poder omnímodo que antes detentaba el Presidente en turno se ha trasladado a los gobernadores, quienes no son afectos a la democracia participativa, la transparencia y la rendición de cuentas, y menos a la incorporación real y verdadera de la sociedad civil en la toma de decisiones sobre los asuntos públicos torales. El ejemplo paradigmático, por negativo, es el de Humberto Moreira y sus testaferros, que endeudaron a Coahuila por un monto superior a los 36 mil millones de pesos, y continúan impunes, además de su sucesor, su hermano Rubén Moreira, quien olímpicamente ha ninguneado cualquier reclamo al respecto, así se trate de los ciudadanos de a pie o de organismos y entidades internacionales.

Como están las cosas, y a pesar de su irrupción inesperada, se entiende que miles de universitarios del país, de instituciones públicas y privadas por igual, haya decidido hacerse escuchar a través del movimiento # YO SOY 132. Su creciente presencia dice que no confían en los gobernantes, la clase política y los poderes fácticos conocidos; que la separación entre las élites políticas y la sociedad se ha hecho más pronunciada; que no están dispuestos a que se les siga encasillando en el papel de invitados de piedra, mientras que los de siempre continúan haciendo de las suyas hasta el extremo de provocar la disulución social, y que han salido a las calles para participar activamente en la definición del rumbo del país, más allá de las elecciones del primero del julio.

La historia de los pueblos pasa por momentos trascendentales, y todo indica que el presente es uno de ellos, tanto por lo que está en juego en las elecciones en puerta como por la descomposición del sistema político, por la centralidad de las demandas del movimiento estudiantil # YO SOY 132, por los signos de descomposición social que son evidentísimos, entre otros elementos igualmente relevantes.

Como se decía antes en estos tópicos, se están gestando las condiciones objetivas para alentar el cambio social con justicia y dignidad, a través de una democracia crecientemente participativa, pero si no se hace otro tanto en el impulso de las condiciones subjetivas, es decir, en la participación organizada de los distintos sectores de la sociedad civil -y aquí es donde se aprecia la importancia del movimiento estudiantil- entonces es probable que predomine el salto hacia atrás, no hacia adelante.

Es absolutamente necesario y hasta urgente pronunciarse a favor de las demandas principales del movimiento # YO SOY 132, a saber: 1)democratización de los medios, 2)elecciones transparentes, justas y equitativas, 3)materialización de los procedimientos y mecanismos de la democracia participativa, 4)marcaje personal a los gobernantes, en particular a quien a nivel federal resulte ganador en la contienda en puerta, a través del ejercicio abierto y transparente de sus funciones y la rendición puntual y detallada de sus cuentas, y sobre el resto de las que concidan con las organizaciones ciudadanas que desde Saltillo venimos trabajando en las diferentes tareas de transformación social.

Atentamente
Eleazar Cabello Palacios
ecapamx@yahoo.com.mx
Saltillo, Coahuila 19 de junio de 2012

Hagamosalgo
28 Marzo 2012 / José Luis García Krauss / La tele local
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