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1381 12 Agosto 2013

 

En NL, Bartlett llama a la movilización por el petróleo
David Carrizales

Monterrey.- En el Congreso de la Unión es poco lo que puede hacerse para impedir que se apruebe la reforma energética, reconoció el senador por el PT, Manuel Bartlett Díaz, por ello es necesario movilizarse en las calles para impedir que “una cúpula de corruptos” entregue nuestro petróleo a los intereses extranjeros.

Dijo Bartlett que a raíz del Pacto por México, en las cámaras legislativas se ha dado un fenómeno nefasto donde el PRI, el PAN y el PRD, con el nuevo mecanismo de concertación política, “han inventado un sistema en que lo que aprueba el Pacto entra a las cámaras, y se aprueba sin discusión”.

Y en esas circunstancias la gente no sabe cuáles son las diferentes posiciones, ya que priístas y panistas a los que se ha sumado el PRD, han acabado con la democracia parlamentaria.

Y podrán tener los votos en la Cámara, pero no afuera; “necesitamos movilizarnos, impedir que una cúpula de corruptos entreguen el petróleo de los mexicanos”, señaló el ex gobernador poblano.

Acompañado por el analista en temas de energía, Alfredo Jalife-Rhame, Manuel Bartlett ofreció una rueda de prensa previa a la presentación de “Estrategia Urgente en Defensa de la Nación. Política Energética para que México sea Potencia Económica en el Siglo XXI”, una recopilación de ensayos coordinada por él mismo.

 “Nosotros no hemos dicho que Pemex esté perfecto, está muy mal; pero cómo va a estar bien si le quitan el 70 por ciento de sus ingresos; si cerraron el Instituto Mexicano del Petróleo para que no haya tecnología; y hay en la empresa una gran corrupción”, dijo Bartlett.

Sin embargo, asentó, la corrupción no es nada más en el sindicato, “empieza por los presidentes de la República y en la privatización se están beneficiando ellos. La conclusión es ¿vamos a traer a los extranjeros, o vamos a corregir a Pemex?”

“Traer a los gringos sería caer en la misma postura de los conservadores del siglo XIX, que ante el falso argumento de que los mexicanos no éramos capaces de gobernarnos, decidieron traer a Maximiliano.”
Frente a quienes afirman que Pemex no es de los mexicanos sino del sindicato petrolero,  Bartlett argumentó que la paraestatal aporta el 40 por ciento del presupuesto nacional.

Señaló el senador que “alcanza y sobra” en cuestión de recursos, para invertir en el desarrollo nacional y combatir los problemas de pobreza, sin tener que entregar el petróleo al extranjero, si se cobran impuestos a las grandes empresas.

Bartlett Díaz aseveró que el atentado que se alista contra los intereses nacionales es gravísimo, “es necesario que todos los mexicanos se concienticen y participen en la defensa del petróleo”.

Los mexicanos no quieren que los extranjeros regresen a explotar el petróleo, por eso ahí tienen a Enrique Peña Nieto –que esta semana presentaría la iniciativa de reforma energética−, una y otra vez diciendo que no van a privatizar Pemex.

Y para entregar el petróleo no necesitan privatizar Pemex, lo que son sus instalaciones, bastaría con dejarla a un lado, y meter a esos monstruos petroleros con todo el poder norteamericano, con sus bancos, su tecnología y el dominio económico y político que pueden ejercer.

Cuando se apruebe su participación en la industria para extraer crudo, “van a acabar no sólo con Pemex y CFE sino con las reservas que nos quedan de petróleo, y van a acabar con la soberanía nacional”.

Desde el momento que esas empresas entren aquí, será una derrota que va a sufrir México como nación.

Desde el gobierno dirán que el petróleo va a seguir siendo nuestro, tienen un dominio de los medios nacionales, por eso engañan y la gente no se da cuenta de lo que está pasando, declaró Bartlett.

Alfredo Jalife, dijo por su parte que de privatizarse Pemex, el gobierno dejaría de recibir el 70 por ciento de los ingresos que hoy le quita a la paraestatal y que son utilizados para financiar el gasto público.

Consideró que para paliar el impacto que sufriría el presupuesto federal, se aplicaría el IVA en medicinas y alimentos, por eso de la mano de la reforma energética iría también una reforma fiscal.

Sin embargo, dijo, los voceros del gobierno federal, manejan una serie de sofismas y hacen ver a los mexicanos como retrasados mentales, incapaces de manejar una empresa de petróleo y que por eso se le tiene que entregar al extranjero.

Pero ocurre que no son los grandes sabios los que lo dicen, sino los que han mantenido al país en crisis desde hace más de 30 años. El primer sofisma que utilizan es que Pemex no tiene tecnología ni dinero para comprarla, y por eso hay que permitir la entrada de extranjeros.

Si así fuese, no habría ningún país en el mundo que tuviera petróleo y tuviera empresas petroleras porque todos se las entregarían a Estados Unidos que es el país que tiene la mayor tecnología, aunque no en todas las áreas, pues en aguas profundas el líder tecnológico es Brasil.

Los neoliberales están vendiendo mucho el modelo noruego, pero Noruega ya no es potencia petrolera, mientras The Economist de esta semana, reconoce que México está en las grandes ligas de la producción de petróleo donde no vienen Noruega ni Colombia, qué nos andan poniendo como ejemplos.

En lo que sí deberían imitarlas es en quitarle a Pemex sólo el 19 por ciento de sus ingresos como en Noruega o el once por ciento como en Colombia, y ya verán que hasta sobra dinero,  dijo Jalife.

 Agregó que a pesar de que a Pemex se le quita el 70 por ciento de los 125 mil millones de dólares que recibe al año, aparece en el lugar 34 entre las empresas más importantes del mundo, mientras América Móvil aparece en el 154 y las CFE entre las 400 y “pico”.

Expuso Jalife que con los ingresos por 125 mil millones de dólares que recibe Pemex, bien podría negociar un crédito que “muertos de risa”, le otorgarían China, Rusia, países árabes o Sudamérica, para comprar bonos de la paraestatal.

Entonces, “el menor problema es el dinero, y el Banco de México tiene 170 mil millones de dólares de reservas, mucho más de las que tiene Estados Unidos con población tres veces mayor y un PIB 20 veces más grande. Más aún, están los fondos de pensiones por 125 mil millones de dólares.

Pero el problema es el modelo económico, Pemex tiene que subsidiar a grandes empresas privadas parasitarias y no tiene recursos para su desarrollo.

 

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