Suscribete
 
1394 29 Agosto 2013

 

Los maestros, culpables de todo
Lilia Arellano

Cancún.- Advertencias, amenazas y escenografías con mensajes represivos subliminales pero clarísimos, son lo que conforma el discurso oficial de los últimos días. Todas estas expresiones reciben muestras de apoyo de columnistas y analistas que encuentran en avivar las hogueras. Sólo tienden a hacer mucho más profunda esta división que, ya se ve, penetra entre los ciudadanos, y se mira mucho más clara cuando se le asocia con las clases sociales.

Le señalan al jefe de gobierno capitalino cuáles son sus deberes frente a las manifestaciones de inconformes, haciendo referencia a la forma en la que son desalojados en países donde hay gobiernos de izquierda. ¿No han visto la brutalidad policíaca? ¿De dónde sacan que puede hacerse pacíficamente, cuando unos van con la irritación a flor de piel, y los otros portando macanas y escudos?

Está muy claro que lo que llaman reforma educativa tiene que ser aprobada, y el “a como de lugar” ya está visto, porque si se renuncia (fracaso total de por medio) a presentarse a rendir el informe presidencial ante la sede destinada para ese acto, es porque está de por medio que puedan llegar a buen fin tanto la reforma energética como la fiscal, lo cual explica el recrudecimiento del discurso y la desesperada búsqueda de apoyo a través de difusión de información distorsionada, de anuncios publicitarios en los medios electrónicos y comentarios favorables de los llamados líderes de opinión.

Todo esto tiene la transparencia que no guardan las cuentas públicas, las del manejo del dinero, las que los ciudadanos exigen conocer renglón por renglón.

La limpia en la secretaría de Educación Pública se centró en el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo, sin que hasta el momento ello le hubiese significado un quebranto en las finanzas familiares o la retención de propiedades. Y no es ahí en donde, hasta donde sabemos, se concentra la cifra mayor de desvíos, ya que están en la lista programas como el de Enciclomedia, que resultaron un total fraude concebido desde el papel en el que lo proyectaron.

Están también las cuentas por reparaciones de aulas y escuelas completas que nunca se han realizado, compra de materiales que no llegan a su destino final, concesiones y licitaciones a modo en que no sólo se alteran los precios, significan otra de las múltiples formas de corrupción existentes entre funcionarios. A ello se agrega el gran negocio de la impresión de libros, en la que ya Emilio Chuayffet tiene gran responsabilidad sobre los errores detectados, pues se realizaron en enero y febrero.

La reproducción de todas estas anomalías se lleva a cabo en cada entidad, sin que ninguna quede a salvo. De ahí que comenzaron manoteando y amenazando sin antes revisar en donde están las fallas, las irregularidades, las corruptelas, no sólo sindicales sino de la dependencia. Hasta ahora no han hecho una radiografía que se dé a conocer públicamente sobre el acontecer diario de los maestros en Oaxaca, en Chiapas, en cualquier otra entidad en la que se tienen amplias zonas rurales y cuyas capitales tienen otras prioridades alejadas, durante décadas, del ramo educativo.

Aulas improvisadas en muchos casos, a punto del derrumbe en otras, mesa bancos viejos, rayados; vamos, existen escuelas en las que les piden a los padres que los niños lleven sus sillas, no hay gises, ni borradores, ni pizarrones en buen estado. Son miles y miles los menores que asisten a clases sin un trago de atole de agua o de leche en el estómago. Las condiciones de labor son altamente reprochables al gobierno al conocerse el millonario presupuesto del que disponen, y en el cual el argumento más socorrido es el del destino del mayor porcentaje al pago de nómina.

Cuando se tienen maestros de sobra se nota, porque los salones no registran un número mayor a 20 educandos. Sin embargo, en promedio suman hasta 40 chicos por aula y así es prácticamente imposible exigir a los mentores una atención especializada.

No hay duda de que hay que reformar todo el terreno educativo, pero no parece que esconder la cabeza entre tanto dispendio, error y corrupción sea el mejor principio. Aunadas a todas las exigencias laborales, también tendría que llegar el paquete de solución a la problemática que enfrentan los mentores en sus aulas, tendría que presentarse de manera inmediata la entrega de desayunos escolares, la disposición de materiales suficientes (no se habla de computadoras sino de lo más indispensable, de los cuadernos, los lápices, las gomas).

Ha sido puro cuento lo de las aulas móviles en aquellas zonas en las que se imparte la enseñanza debajo de los árboles, así como la entrega de miles de computadoras en primarias o centros de cómputo equipados para secundarias. Sólo están las que aparecieron en la foto con su respectiva y mentirosa multiplicación.

Se aplaude que se marquen evaluaciones, pero no se acepta que éstas puedan llevarse a cabo sin que antes se capacite y actualice debidamente a cada maestro. Si las vacaciones son tan largas y no se aplica el calendario que se sigue para la mayoría de la clase trabajadora, es porque el gobierno así lo ha querido y ahora, al momento de intentar meter el orden, no se les ocurre advertir que muchos de esos días y semanas serán para que se presenten los mentores a cursos que les permitirán contar con mejor preparación que redundará en una enseñanza de calidad.

¿Quién ha creado las normales? ¿Quién los planes de formación magisterial? Si los mentores no cuentan con grados de excelencia tampoco es su culpa, porque ¿quién evaluó a los que los enseñan a enseñar? Así que si de manotazos se trata, debieron comenzar por ellos mismos, por poner los diques que eviten se siga derramando toda esa suciedad que rodea a una dependencia que marca, signa, el futuro de los países.

Intentan llevar las inconformidades por las manifestaciones a los terrenos familiares, y lo logran en la medida en la que los padres de familia, al no haber clases, no encuentran qué hacer con los menores al momento de tener que ir al trabajo. Crece la inquietud por su seguridad y reprochan los acontecimientos aunque, por el otro lado y siendo también trabajadores, saben que se cometen abusos.

No es desconocido que existen maestros ejemplares y son la mayoría, porque de otra forma las escuelas lucirían abandonadas. El número de los faltistas, de los que cobran doble, de los vende plazas, de los comisionados, de los que hacen negocio con las cooperativas o con la venta de exámenes o chachareando, es infinitamente menor del que se registra entre los cumplidos, los entregados a su tarea.

Y si bien el país no es una parte aislada del mundo, y la enseñanza debe impartirse teniendo por objetivo el contar con generaciones actualizadas, competentes, preparadas y con conocimientos universales, no se explica el por qué la Universidad de Nueva York fue contratada para revisar los libros de texto de primero, segundo, quinto y sexto grado de primaria.

Hicieron anotaciones sobre muchos renglones que consideran erróneos, pero ¿ellos conocen las circunstancias sociales, las históricas, las geográficas de nuestro país?  Si se tiene toda una programación hasta llegar al momento de la impresión de los textos, y durante ese trayecto se detectaron todos los errores que aparecen en ellos, ¿por qué Chuayffet autorizó que se editaran y hasta se repartieran? ¿Tampoco hay responsables, ninguno, con todo el daño que se causa y que no exenta al económico?

Advierte el refrán que el que es buen juez por su casa empieza. Eso todavía no lo hemos visto.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com