Bukowski sigue aquí
Eligio Coronado
La bibliografía sobre Charles Bukowski sigue creciendo, ahora con Ellos quieren algo crudo. 30 años de entrevistas, donde este ícono norteamericano confirma que para él la vida y la literatura eran la misma cosa.
Bukowski (Andernach, Alemania, 1920-Los Ángeles, EUA, 1994) fue autor de una prolífica obra (más de 50 libros) que impactó por su cinismo, sordidez, dureza y autenticidad. Comenzó a escribirla en 1944, pero se volvió influyente a principios de los años 60: cuentos, novelas, ensayos, crónicas, diarios, correspondencia, guiones (incluyendo la película clásica Barfly (Mickey Rourke y Faye Dunaway, 1987) y. sobre todo, poesía.
En las treinta y un entrevistas de Ellos quieren algo crudo, publicadas entre 1963 y 1993, Buk (así firmaba sus dibujos) habla de todo: la escritura, la lectura, otros escritores, la crítica, las revistas literarias, la prensa underground, los lectores, los editores, las mujeres, el cine, la música clásica, las presentaciones en vivo, los viajes, su estilo literario, su poesía, su método de trabajo, su padre, su hija, su alter ego (Henry Chinaski), su alcoholismo, los bares, sus peleas, las apuestas a los caballos, el hipódromo, su problema facial, la autoridad, su trabajo en el Servicio Postal estadounidense, la década de la “gran borrachera” (1945-1955), la enfermedad que casi lo mata (1955) y su aislamiento voluntario, entre otros temas.
Glenn Esterly, quien lo entrevistó en 1976, lo define como: “novelista, cuentista, megalómano, exuberante, mujeriego, leyenda viviente, aficionado a la música clásica, escatólogo, padre amoroso, machista, físicamente arruinado, presidiario, un grano en el culo, genio, apostador tramposo a los caballos, paria, antitradicionalista, peleonero y ex empleado de gobierno.” (p. 144.)
Por su parte, Ron Blunden enumera brevemente los temas esenciales de Buk: “nómadas, vagabundos, putas, ñoños, y buscavidas; gente gastada, vidas gastadas, orgías y peleas de borrachos. El título de uno de sus libros, Erections, Ejaculations, Exhibitions, and General Tales of Ordinary Madness (Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones y cuentos generales de ordinaria locura, 1972)da una idea bastante acertada acerca de sus temas.” (p. 160.)
¿Cómo escribía este excepcional escritor? Él mismo nos revela su método: “Cuando me siento frente a la máquina no tengo la menor idea de lo que voy a escribir. Nunca me gustó el trabajo duro. Planear es un trabajo duro. Mejor que llegue del aire o de algún lugar detrás de mi oído izquierdo. He notado que estoy en un estado como de trance cuando escribo.” (p. 235.)
Ellos quieren algo crudo constituye una larga confesión de este espíritu atormentado que encontró en la palabra escrita la catarsis apropiada: “Mi idea de la vida es la siguiente página, el siguiente párrafo, la siguiente oración. Una vez que dejas de tener esta actitud, dejas de comportarte como una molécula viva.” (p. 164.)
Charles Bukowski. Ellos quieren algo crudo. 30 años de entrevistas. David Stephen Calonne, comp. México, D.F.: Nitro / Press / UANL, 2013. 278 pp., Fot. (Colec. InterView).
