Suscribete
 
1566 28 Abril 2014

 

Un horizontal nos vigía
Hugo L. del Río

Monterrey.- EL bato no tiene tamaños ni siquiera para firmar sus escritos. Usa el seudónimo de El Vigía. Tal vez hace bien. Lo que redacta no es para presumirlo con nadie. El otro día, en esa patética imitación de El Norte, que tiene el rimbombante cabezal de El Horizonte, popularmente conocido entre la perrada como El Chorizonte, el tío de marras lanzó rayos y centellas no sólo contra los homosexuales y las lesbianas, sino también contra los seres humanos que, educados en la cultura de la tolerancia, entendemos y aceptamos que todas las personas nacen con el derecho de escoger su orientación sexual.

Este Argos del cuarto mundo dio varios pasos al frente para asegurar que hay una conspiración (no se animó a decirlo con todas las letras, pero  supongo que fabulaba una conjura liberal-juarista-marxista-judeo masónica) para hacer no sé qué cosas con el propósito de convertir a todos los hombres en sodomitas y a todas las mujeres en sacerdotisas de Lesbos.

Escribe el horizontal que Peña Nieto es el cerebro maestro del satánico plan. Dice el quisque: “Nadie que esté vivo es producto de una relación homosexual. Las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser, por tanto, promotoras de la vida y eso es algo que el gobierno de Peña Nieto debió haber tomado en cuenta... Los papeles se han invertido y ni siquiera nos hemos dado cuenta. Pareciera que ahora lo correcto son las relaciones homosexuales y todo lo demás está mal.”

Pero falta lo mejor. Si tiene estómago, échese esta perla japonesa, como decía Nikito Nipongo: “Los movimientos que representan a personas interesadas en las relaciones con su mismo sexo no sólo buscan que una sociedad acepte o tolere la homosexualidad, sino que pretenden que la encomie y aliente. Hablan de conceptos como el 'orgullo homosexual', que no es otra cosa que llevar la aceptación al extremo de la promoción.”

Y remata: “Las personas que tienen una desviación sexual, es decir, las personas homosexuales, son ahora quienes 'están en lo correcto' y aquellos que no aprueban este tipo de relaciones, 'están equivocados'. Vaya, ni los inquisidores de los tiempos de la España Negra lo hubiera dicho con más claridad: el destino de la otredad debe ser la hoguera. Me pregunto si el atalaya éste tendrá en el armario a su verdadero yo: un gay luchando por salir.

hugoldelrioiii@hotmail.com

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com