¡Feliz día del niño y de la niña!
Lupita Rodríguez Martínez

Monterrey.- Mañana 30 de abril en México se festeja especialmente a todos los niños y niñas, con regalos, fiestas y apapachos, mas sin embargo no todos los niños y niñas comparten estos festejos, ni la misma alegría.

Aunque los derechos de la niñez están inscritos en nuestra Constitución federal y estatal desde hace varias décadas, al igual que las demás garantías individuales y sociales, falta mucho por hacer para que todos los niños vivan una vida digna, con equidad y plena de paz, justicia e igualdad.

Más allá de la mercadotécnica que rodea nuestra tradicional celebración, el problema para hacer realidad los derechos de la niñez siempre ha sido los cómo y los con qué; es decir, acatar las leyes y asignar los presupuestos para cumplir como país, por lo menos, los Objetivos de Desarrollo del Milenio en materia infantil.

Concretamente nos referimos a erradicar la pobreza extrema y el hambre entre la población infantil, incluyendo las mujeres y los jóvenes; lograr la enseñanza de la primaria universal, asegurando que niñas y niños puedan terminar este ciclo completo de educación y, reducir la mortalidad de los y de las menores de cinco años de edad.

A pesar de que la fecha tope para cumplir tales Objetivos es el próximo año, debemos pugnar porque México rinda buenas cuentas y avance en su cumplimiento después del 2015, hasta alcanzar condiciones de prosperidad, equidad, libertad, dignidad y paz para la vida de cada niña y niño.

Sin embargo, construir una cultura de auténtico respeto hacia la niñez no solamente es cuestión de legislar o de asignar más presupuesto. Requiere de un esfuerzo permanente de fomento, discusión, vigilancia y difusión para prevenir, proteger y atender en forma integral a la niñez, especialmente a quienes viven en situación vulnerable.

Como país ya contamos con políticas y programas emanados de la Convención de los Derechos del Niño, que la Asamblea General de la ONU aprobó en 1989, un 20 de noviembre, fecha que instituyó como Día Universal del Niño. Por eso, insistimos en que ahora es cuando debemos hacer realidad los derechos de las niñas y de los niños de Nuevo León.

Para que seamos un Estado de avanzada es necesario que en Nuevo León también cumplamos los Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero además combatir frontalmente todo tipo de maltrato y discriminación infantil, así como poner alto a la explotación sexual infantil, la trata y corrupción de menores, pandillerismo y drogadicción, así como mantener cero tolerancia a los promotores de la pornografía y la prostitución infantil, y para lograr esto de manera firme es necesario avanzar en materia de nuevas leyes que hagan efectivos todos sus derechos. Es importante destacar que nuestra legislación laboral ya contempla explícitamente la prohibición del trabajo infantil. Falta avanzar en otros temas como la prostitución y la pornografía infantil.

Trabajar a favor de los derechos de las niñas y de los niños es el más genuino de los trabajos para revertir el círculo vicioso de la pobreza y para abrir las puertas del futuro buscando disminuir las desigualdades e impulsando el desarrollo humano, social y económico del individuo, de su familia y de su comunidad.

Por todo lo anterior y siendo congruente con la visión de equidad de género, hacemos un llamado con el fin de retomar las medidas establecidas en la Resolución 66/170 de la Asamblea General de la ONU, mediante la cual designó el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, debido a la situación de vulnerabilidad que sufren millones de niñas en todo el mundo y que las hacen las más pobres de entre los pobres.

La creación de un día para las niñas en el calendario internacional fue acordado para acabar con la doble discriminación -por género y edad- que sufren millones de niñas en todo el mundo, pero más que todo para dar cumplimiento a su derecho a la educación, ya que unas 500 millones de niñas y mujeres jóvenes ven desaprovechado su potencial y cerca de 900 millones de niñas y mujeres viven con menos de un dólar al día en el mundo.

Por eso, este Día del Niño también digamos ¡Feliz Día de la Niña! en nuestras familias, escuelas y centros de trabajo e inculquemos entre nuestros hijos, compañeros, amigos y vecinos, como una obligación moral y un acto de equidad, la idea de que juntas, niñas y niños, son el potencial transformador de las sociedades y la esperanza de la humanidad.