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1619 10 Julio 2014

 

Falta de transparencia y dudosa legalidad en la deuda de NL
Carlos Villarreal

Monterrey.- ¿Y para qué dispuso ahora el gobierno de Nuevo León de 6 mil 400 mdp de nuevo endeudamiento, vía la emisión “exitosa” de certificados bursátiles? El gobierno anunció el 17 de junio de este año, a plana completa en el diario Milenio que la Red Estatal de Autopistas del estado (REA) “emitió exitosamente” esa cantidad a un plazo de 30 años a una tasa actual del 6 por ciento; además de que estará “respaldada por los derechos de cobro del Periférico de Monterrey.”

Anuncia también que esta nueva deuda será para “recuperar y modernizar el Periférico de Monterrey”. En el POA (Plan Operativo Anual) del 2014 no aparece ningún plan tan relevante como éste. Con tan importante cifra de préstamo y proyecto de inversión, por lo menos deberían de estar en el POA.

Hablamos de que si el costo por kilómetro de autopista rondara los 40 millones de pesos (dependiendo del material del pavimento y de los carriles y puentes) serían entre 150 y 200 kilómetros de autopista. Pero el problema empieza antes. Empieza en la estratosférica cifra de endeudamiento que presenta la información de la situación financiera anual del año 2012 y 2013.

Así, mientras que los activos en terrenos y en edificio, maquinaria y otros activos de operación suben de 200.8 mdp en el 2012, a 487.4 mdp en el 2013, los pasivos de corto plazo (que no están considerados en la deuda anunciada como “deuda indirecta” por parte del tesorero apenas el 1 de abril pasado) subieron de 347.1 mdp, a 3 mil 861.1 mdp, de 2012 a 2013; aparte, aparece otro escandaloso aumento de deuda de largo plazo, al pasar de 2 mil 564.6 mdp, a 5 mil 105.3 mdp; es decir, la deuda por créditos obtenidos por la REA subió de un año a otro, sin justificación aparente, más de 6 mil millones de pesos de un año a otro.

El gobierno del estado, en este caso la REA, no puede justificarse con que la deuda estará respaldada por los ingresos por cuotas, ya que al menos en la situación actual no hay remanente alguno de los ingresos actuales, que tampoco alcanzan ahora para el pago de los intereses actuales, menos para pagar los nuevos intereses de este nuevo préstamo o colocación bursátil.

Continuando con el análisis de la deuda de la REA, la pregunta obligada es: ¿qué hicieron con ese endeudamiento del 2013?; ¿y por qué entonces ahora se plantea un nuevo y gravoso endeudamiento que (sólo para ilustrar) pagaría (o en su caso se tendrían que hacer las reservas necesarias) año con año por 213 mdp, sólo para liquidar tales certificados al final del periodo. A esto se le agregan los intereses, que suponiendo se mantengan a 6 por ciento anual, ascenderían a 384 mdp, que sumados a los intereses que se pagan ahora podrían llegar, sólo por concepto de intereses, a los 800 mdp anuales.

Por lo anterior, ni la deuda de corto y largo plazo contabilizada del año 2013, ni esta nueva por 6 mil 400 mdp se justifica. No se justifica desde el punto de vista presupuestal, ni tampoco desde el punto de vista del desarrollo de la infraestructura. Así que en este asunto, el tesorero mintió al anunciar una deuda “indirecta”, ya que ocultó 3 mil 861 mdp de corto plazo; y segundo, no está en ninguna parte del POA (Plan Operativo Anual) 2014, que debieron haber presentado al congreso en un plan de inversiones en obras públicas y modernizaciones y que en su caso, deberían de haber sido aprobados por éste; por lo que creo que esta deuda no está en las atribuciones legales de la REA; y que, por la experiencia negativa de estos asuntos de la deuda, seguramente el gobierno central absorberá finalmente este pasivo y así se continuará deteriorando el potencial productivo, económico y social del gasto público en Nuevo León.

Por otro lado, analizando las cuentas de ingresos y gastos de la REA, se observa un manejo totalmente irregular de las cuentas de gasto. Así por ejemplo, en la cuenta de “Servicios Generales”, además de presentar un acelerado e inexplicable aumento entre los años 2010-2013, aparece en el 2013 una cuenta totalmente fuera de lugar, para cualquier sistema de contabilidad administrativa, por 5 mil 253 mdp. Es escandaloso también que mientras los ingresos se mantienen en un rango de 309 a 369 mdp durante el periodo de 2010 a 2013 (es decir, un aumento de 19.4 por ciento), los Servicios Generales (del 2010 al 2012) habían aumentado 340 por ciento. El año 2013 es imposible compararlo con nada, por la cantidad aplicada a ese concepto, fuera de toda proporción, y no encontré explicación alguna al respecto, reportando este año del 2013 los mencionados 5 mil 253 mdp.

Asimismo, la cuenta de Gastos Financieros aumentó 70 por ciento del año 2012 al 2013, al pasar de 250 mdp a 426 mdp. Es decir, los intereses aun antes de este nuevo préstamo, ya superaban el total de ingresos por cuotas reportados en ese año por 57 mdp. Falta agregar, para agravar el asunto financiero de este organismo, los gastos personales, generales, materiales, de mantenimiento y una aportación registrada (por ejemplo para el 2013) a un fideicomiso por 91 mdp.

Si como se anunció, el gobierno de Medina asumió el control del Periférico, mediante un pago multimillonario por más de mil 539 mdp, más la asunción de la deuda (que si nos atenemos a la cuenta pública del 2013, ésta pudo ser de más 6 mil mdp), este “negocio” fue sólo para los ex concesionarios, toda vez que aun en problemas económicos, se les premió, o mejor dicho se les rescató, con más de 100 mdd (mil 539 mdp) en efectivo. Es decir, éste es un dato más de los casos fallidos de la inversión privada en carreteras, lo que ahora significa por ende, más deuda del gobierno estatal.

Dos fideicomisos administran los ingresos por cuotas de peaje de los dos tramos estatizados por la REA, que por lo que se ve, desde la entrada del gobierno de Medina, tiene que complementar con los ingresos del tramo Cadereyta, inyectándole recursos fuera de todo orden y casi con cifras de escándalo. Estas cuentas de egresos (gastos según la cuenta pública) pasaron, por ejemplo, de 19.5 mdp (en 2009), a más de 90 mdp (en 2013); y tan sólo a mayo del 2014, ya ascendían a casi 116 mdp. Eso es lo que seguramente la auditoría a cargo de Sergio Marenco S. (qepd) detectó con acierto y que el Congreso de Nuevo Leon, sin más ni más, sirvió de tapadera al aprobar las cuentas (post-mortem) de Marenco.

En conclusión, diría que la REA está siendo manejada a conveniencia de los altos funcionarios del gobierno de Medina, especialmente de la Tesorería, que hace y deshace con las cuentas de estos organismos. Ya no se puede decir que aquí estos organismos sean la “caja chica” del gobierno, porque en realidad por el tamaño de recursos que manejan, son la “caja grande”. Transparencia, Eficiencia y Eficacia en el manejo de este organismo es lo que exigiría una ciudadanía harta de que, una y otra vez, se denuncien en los medios públicos irregularidades en el manejo de las finanzas públicas y aquí en Nuevo León, una entidad progresista desde el punto de vistan económico, no pase nada y no se detenga ya este desenfrenado, por obvio, enriquecimiento inexplicable de la clase política y los funcionarios en turno; elementos en realidad parásitos de la sociedad, que en otras circunstancias, deberían de ser los principales promotores del desarrollo general del estado pero que aquí, son sólo promotores del desarrollo de ellos mismos, de sus compadres y familiares.

 

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