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1632 29 Julio 2014

 

¡Gobierno entreguista!
Lupita Rodríguez Martínez

Monterrey.- Pemex representa una empresa que hoy aporta el 10 por ciento del Producto Interno Bruto y está considerada entre las cinco empresas más productivas del mundo. También contribuye con los mayores ingresos de divisas al país, por un monto de alrededor de 29 mil millones de pesos anuales; pero lo crucial es que aporta alrededor del 40 por ciento del presupuesto de egresos de la Federación.

Con esa aportación de Pemex, producto de las exportaciones petroleras, es posible construir hospitales, escuelas, carreteras, obras hidráulicas y financiar grandes proyectos, así como contribuir a las participaciones de la Federación a los presupuestos de Estados y Municipios y, desde luego, sostener proyectos de combate a la pobreza extrema en México.

La administración federal y los legisladores sumisos lo único que buscan es entregar Pemex y CFE a extranjeros, a varios potentados nacionales y a políticos encumbrados; es una locura que raya en la esquizofrenia.

En el mundo empresarial ningún negocio se entrega cuando mantiene altos niveles de utilidad. No se justifica la entrega del petróleo, ni de la electricidad, cuando el crudo se cotiza en promedio a niveles superiores de 100 dólares el barril y su costo de producción es entre 8 y 10 dólares, teniendo un margen de utilidad de alrededor de 90 dólares por cada barril. No se justifica la entrega del petróleo a manos privadas extranjeras, porque se pierde la seguridad energética, presente y futura de la nación y regalamos la principal fuente de ingresos del presupuesto nacional.

Otro agravante más es que las perforaciones exploratorias, de extracción y producción en masa, van a generar daños ambientales y ecológicos, entre otros perjuicios, por la contaminación de los mantos freáticos. La extracción del gas shale, a través de la tecnología del fracking, ocasionará la aparición e intensificación de movimientos telúricos, con grandes consecuencias catastróficas para la población y la infraestructura pública y privada.

Se afirma que la apertura de todo el ciclo del petróleo (exploración, perforación, producción, almacenamiento, transporte, construcción de gaseoductos y oleoductos, refinación y petroquímica básica y secundaria), va a generar altos niveles de empleo y detonará importantes procesos de desarrollo económico y social en muchas regiones del país. Esta afirmación es una gran mentira que han vendido a numerosos sectores de la población, con intensas campañas mediáticas. Es verdad que todas las actividades del ciclo del petróleo generan empleo, pero al exportarse intensivamente nuestro petróleo al extranjero, lo que se va a generar es empleo y desarrollo económico en otras latitudes del mundo, como en Estados Unidos, España, Japón, Alemania y hasta China, donde se procesará el crudo mexicano.

La radical disminución de los ingresos petroleros va a ocasionar que la aportación que Pemex hace al presupuesto federal sea compensada con alza generalizada de impuestos a toda la población, donde se incluirá a grandes empresarios, así como a la pequeña y mediana empresa, pero sobre todo a todo el pueblo mexicano, con la imposición del IVA en alimentos, medicinas, transporte, educación, y actividades agropecuarias.

La entrega del petróleo y de la industria eléctrica al extranjero también significa un enorme retroceso, al regresar a etapas que vivieron estas empresas en el Porfiriato. El gran interés de los extranjeros, asociados a un puñado de empresarios y políticos entreguistas, tiene como propósito fundamental el saqueo irracional del gas y del crudo mexicano hasta lograr su completo agotamiento. Al pueblo mexicano sólo le dejaran enfermos y tuberculosos y grandes daños ecológicos, en las zonas donde se realice este criminal saqueo.

El colmo de todo es que se pretende convertir en deuda pública los pasivos financieros y laborales de Pemex, para que al igual que el Fobaproa lo paguemos todos los mexicanos con nuestros impuestos. Hay que considerar que estos pasivos financieros y laborales suman más que el rescate bancario y el carretero juntos. Todo este monstruoso crimen contra el pueblo generará un gran desastre nacional, es para que unos cuantos políticos encumbrados aparezcan con paquetes accionarios en las nuevas empresas petroleras y también para que un puñado de potentados extranjeros y nacionales se enriquezca con este gran despojo.

Pero, una gran advertencia al gobierno federal entreguista, es que el despojo de tierras a indígenas, campesinos, comuneros rurales y pequeños propietarios, son las protestas que surgirán por los daños ambientales y por este gran robo a la nación, la cuales a corto plazo terminarán en grandes estallidos sociales ¡Recordemos San Mateo Atenco!

 

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