Dificultades del ¡No a la Reforma!
Carlos Villarreal

Monterrey.- Claro que debe de haber una sola consulta. No tiene ninguna lógica que haya dos esfuerzos en un mismo tema; sólo la ilógica situación de la división. Y yo no estaría tan confiado –como el ingeniero, y todos los que he escuchado– de que el ¡No a la Reforma! se ganará fácil. La propia división de la izquierda hará que la ciudadanía desconfíe de la propuesta del ¡No! a la reforma. Si se quiere ganar la Consulta, la izquierda deberá ir unida.

La derecha, con todas sus fuerzas mediáticas, organizativas y con los recursos económicos inimaginables, irá por el sí a la reforma y eso significa que en una simple aritmética, la posibilidad de que el 60 por ciento o más de los votos obtenidos por la derecha durante los últimos dos elecciones presidenciales y agravado en las intermedias, pudiera también repetirse ahora y traducirse casi de manera automática en favor de sí.

Es más, si la izquierda va tan dividida (como ahora se le ve, con declaraciones como que Morena es la única con moral y que los del PRD son una “bola de corruptos”, que AMLO no es de izquierda, que es “populista”, etcétera), me atrevo a decir que perderemos no sólo los comicios intermedios del 2015, sino también la consulta. Esto último sería realmente una catástrofe política y económica, y eso sólo será responsabilidad de la izquierda, de la cúpula partidaria de la izquierda.

Recordemos que en las elecciones intermedias ya de por sí la izquierda siempre ha sido derrotada, incluso con amplitud, por el PRI y/o por el PAN y eso mismo puede fácilmente reflejarse en los resultados de la consulta el 2015.