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1764 29 Enero 2015

 

 

TRANSICIONES
La otra salida
Víctor Alejandro Espinoza



Tijuana.- Este domingo 25 de enero marca un punto de inflexión en la constitución y naturaleza de los gobiernos emanados de procesos electorales en Europa. Este hecho es fundamental y sin duda tendrá repercusiones en otras latitudes, particularmente en nuestro continente.

No es una exageración: el nuevo gobierno que se constituye como producto de las elecciones en Grecia implica un cambio radical en términos de los dos paradigmas que se han disputado el poder en el mundo occidental en las últimas décadas.

Por un lado, el modelo socialdemócrata que surge entre las dos guerras mundiales y que se fincaba en un Estado de Bienestar garante de los derechos sociales de la población, pero con la absoluta convicción gubernamental de la vigencia de la economía de mercado, aunque sin descuidar la disciplina –flexible- de las finanzas públicas. Mercado capitalista con Estado de bienestar.

El otro es el que se impuso en los años ochenta y popularmente es conocido como modelo Neoliberal. Tiene en el presidente norteamericano Ronald Reagan y en la primera ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher, a sus máximos ideólogos. Se trata de un modelo que pregona la supremacía del libre mercado, la desregulación y la retirada del Estado de la esfera económica y social. Se impone la idea de que las finanzas públicas deben ser siempre sanas, cueste lo que cueste. El gobierno debe ser garante de la libre empresa y no comprometerse con programas sociales o asistencialistas.

Pero entre estos dos modelos no cabían opciones, y quizás no las haya; pero hoy en Grecia el primer ministro electo, Alexis Tsipras, piensa que hay una tercera opción. Abanderado del partido Syriza, un partido de izquierda radical que ha basado su campaña en la idea de que la austeridad impuesta desde fuera ha sumido en la crisis a su país, propone un programa de subsidios a los más pobres por un monto de 2 mil millones de euros.

Además, plantea que por medio de un acuerdo los países de Europa hagan un recorte substancial a su deuda para evitar dejar de utilizar como moneda el euro, que es la condición que la comunidad europea ha impuesto para que un país ejerza de manera independiente su gasto público. La comunidad europea sabe que si un país miembro profundiza su crisis económica, puede arrastrar al resto; de ahí que la negociación del programa de gobierno de Tsipras sea una preocupación central en estos momentos.

Pero más allá de las negociaciones y de los resultados a mediano plazo de la propuesta de la izquierda radical griega, se convertirá en una inspiración ideológica para quienes piensan que entre las propuestas socialdemócrata y neoliberal, hoy en crisis, existe una posibilidad: un programa de gobierno basado en el gasto gubernamental que saque de la pobreza a los millones de marginados. Si el gobierno del primer ministro griego Alexis Tsipras logra negociar la deuda y reencauzar la economía de su país, generando una distribución más equitativa de la riqueza, será una fuente de inspiración ideológica importante para muchos países.

En nuestro caso, sin duda Morena será el beneficiario del discurso de la vía redistributiva. En otras latitudes, por ejemplo en España, el partido Podemos, ganará adeptos. Es un arma de dos filos, pero renueva la esperanza de aquellos que no ven en los partidos políticos que enarbolan las dos salidas tradicionales una opción.

El regreso de la izquierda radical se da en un contexto de grave descrédito de los partidos tradicionales.

Investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx
@victorespinoza_

 

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