DISPARATES
Al filo del agua
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- Pasada la Semana Santa, la camarilla que usufructua el poder en México intensifica los preparativos de  las próximas elecciones, el refrendo para seguir chicoteando la potranca.

Conocen del desencanto general de la ciudadanía hacia el sistema. Además del foco rojo en Guerrero, dos fechas clave alborotarán el avispero en mayo: el 1, con las organizaciones obreras independientes, y el 15, con los incansables maestros de la disidencia.

De todas formas habrá comicios; no importa si la gente vota o no, se van a urdir cifras. La forma en que se repartan el botín es lo de menos, no habrá cambio ni novedad. Los sátrapas del PRI, PAN y PRD continuarán con el saqueo.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues viene un segundo semestre de pesadilla. La crisis económica ya la analizaron otros colaboradores en este diario, y está lista la tijera.

Pasado el 7 de junio, Peña Nieto anunciará, además de los recortes al presupuesto, el alza a los combustibles y a los impuestos, pese a que hoy lo niega.

Hay que sacrificarse, clamará, pero este tipo no tiene la autoridad moral ni el carisma para pedir a la ciudadanía se apriete más el cinturón, ni que coopere como lo hizo con Lázaro Cárdenas, en la Expropiación Petrolera en 1938.

En el ámbito internacional poca ayuda podrán recibir, pues la imagen del Copetes y su pandilla están por los suelos.   

Corruptos, ineptos, represores, bocones, no hay quién dé un quinto por ello, salvo los buitres interesados en comprar a precio de ganga los bienes del país, que ya se están malbaratando.

Buena cantidad de mexicanos se comportan como los asnos mansurrones, cuando les aumentan la carga: sueltan varios rebuznos y flatulencias, pero siguen caminando.

¿Soltarán mañana una coz?