El rabo de la puerca
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- El Bronco no está organizando un gabinete de trabajo. Está creando un cártel. Los dioses de nuestra grilla señalan a Mario Gámez como director de Comunicación Social y, al tiempo, titular de TV Nuevo León.

Mario hizo méritos, faltaba más: sus radioemisoras le dieron tanto champú de cariño a Jaime Heliodoro que poco faltó para que se le cayera el pelo. ¿Tiene Gámez otros merecimientos? Entiendo que ni falta le hace. MG no es periodista: es empresario y  tiene una pésima imagen en el universo mediático. Se la ganó a pulso.

Gámez, al igual que docenas y docenas de batos y morras depredadores de Nuevo León que presumen de ser del oficio, me recuerda a Jesús Bueno León, director del periódico Siete Días, que editaba en Chilpancingo cada vez que Dios se distraía. El buenazo de Jesús entró a la historia de la picaresca cuando escribió, en su editorial de primera página: “Se me amenaza con retirarme de la nómina”.

Desgraciadamente, estos sicarios de la tinta y el papel forman quizás el ejército más numeroso del mundo y desprestigian a quienes vivimos del sueldo que nos paga nuestro editor.

Manuel González Flores puso a sudar sangre a Jorge Domene al exigirle cuentas claras y chocolate espeso. Sabemos que Rodrigo Medina gasta tres millones de pesos al día en la promoción de su imagen personal. Existirá, desde luego, papelería que “justifique” los pagos a los medios por el rubro de publicidad.

Donde se le tuerce el rabo a la puerca es en las igualas, embutes o chayos a todo el zoológico de gentuza de pluma, micrófono y cuadro de TV. En ese sector no hay facturas ni se pagan impuestos. Si se lleva a fondo la indagación, el público se llevará más de una sorpresa.

Es bueno y sano que Rodríguez Calderón retire la tapa de la olla podrida. Lo que nos preocupa es, salvo escasas excepciones, la catadura de la cuadrilla que lo rodea: el ya citado Gámez; Roberto Flores; la tribu de cómplices de Humberto Moreira y otros especímenes que mancharon su plumaje en el pantano.

Ya en ese plan, que no nos sorprenda si el Bronco nombra al Chapo Guzmán como titular de la Secretaría de Seguridad Pública; a Chavana en Conarte y a Humberto Medina Ainslie como secretario de Finanzas.

Pie de página
El manoteo por la Rectoría de la UANL me recuerda ese formidable libro del inglés Pakenham: The scramble over Africa. En mi opinión, el abogado Helio Ayala Villarreal es quien está comprometido a exorcizar a esos demonios que son Reyes Tamez y Toño, el triste tigre. Hay que limpiar a la Universidad para que deje de ser el cuarto sector del PRI.  

hugo1857@outlook.com