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1935 25 Septiembre 2015

 

 

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Educación para Nuevo León
Edilberto Cervantes Galván

 

Monterrey.- La imagen que se ha construido en los últimos veinte años del sistema educativo en México ha colocado a la educación en una posición débil e ineficaz.

La crisis del modelo de desarrollo del siglo XX y la apertura de México al mundo global provocaron que el sistema educativo exhibiera sus debilidades.

La escuela no logra que los alumnos alcancen los mínimos requeridos. Allí están las evaluaciones de las pruebas PISA de los alumnos mexicanos de 15 años.

La reprobación, la repetición y la deserción por razones económicas y de entorno social, son un hecho que preocupa. Son miles de jóvenes ninis: que ni se educan ni trabajan. No están en la escuela ni en un empleo productivo.

La desarticulación de la educación con el mundo del trabajo, es evidente a partir de la educación media superior y sobre todo con los egresados universitarios. El sector productivo demanda competencias que no se están desarrollando en las profesiones.

Desde la perspectiva de la ciencia y de la tecnología se señala que los contenidos educativos han caído en la obsolescencia. La puesta al día de programas y contenidos es muy lenta, frente al ritmo del cambio científico y tecnológico a nivel global.

La escuela mexicana está fuera de la sociedad del conocimiento. La incorporación de las TIC a las escuelas se ha hecho sin ningún respaldo o enfoque pedagógico. Ha prevalecido la estrategia de los  proveedores de equipos digitales y la buena voluntad de donantes de equipo.

La percepción, desde los padres de familia, es que la escuela ya no forma ni da herramientas para la vida real.

La crítica intensa de organizaciones civiles hacia los maestros, las escuelas y el sistema educativo, ha contribuido a deteriorar la imagen de las escuelas públicas, sin que los resultados y las evaluaciones en las escuelas privadas muestren, en lo general, resultados académicos muy diferentes. 

En este contexto, el sistema educativo en Nuevo León enfrenta los desafíos de una región que trata de incorporarse a la lógica de una economía integrada a los Estados Unidos y abierta a la globalización.

Sin embargo, en la educación básica Nuevo León se ha limitado a seguir las directrices del gobierno federal. Se abandonó la tradición estatal de tomar iniciativa para responder a las inquietudes y necesidades regionales.

A nivel superior se han seguido las líneas nacionales impulsadas por la ANUIES o la FIMPES en las que la internacionalización es uno de los objetivos a largo plazo, sin mayor esfuerzo de innovación en cuanto a la estructura de carreras y sin la menor flexibilidad en el curriculum.

Es momento de volver a tomar iniciativa en materia de educación.

La declaración del Secretario de Educación Pública, el señor Nuño, de que abrirá un espacio a las realidades regionales es una línea que Nuevo León, debiera aprovechar.

El gobierno federal cuida la vigencia de una curricula nacional. Nuevo León puede profundizar en aquellas líneas que más le interesen.

Nos guste o no, la OCDE continuará aplicando la prueba PISA y ésta será un referente del desempeño de los jóvenes nuevoleoneses. En 2018, PISA se propone evaluar, por primera vez, lo que denomina: competencia global. Esto representa una innovación significativa ya que evaluará el conocimiento, las habilidades y las actitudes de los estudiantes; evaluación que valorará la diversidad, la apertura, la flexibilidad y la resiliencia, aspectos que se consideran cruciales para que los jóvenes sean capaces de interactuar, comunicar, estudiar, trabajar y vivir de manera efectiva en un mundo global.

La instrumentación de la educación basada en competencias es otro desafío al que no se le ha dedicado atención, ni a nivel federal ni a nivel estatal; a pesar de que la currícula diseñada con ese propósito está vigente desde principios del gobierno de Peña Nieto. La educación basada en competencias establece las bases para homologar perfiles con estándares internacionales. Los Acuerdos Secretariales correspondientes se refieren a la educación básica, a la formación de docentes para primaria y a la educación media superior. Habría que impulsar las competencias disciplinarias y genéricas en la educación superior.

Las tendencias recientes plantean, para la educación básica, la conveniencia de lograr competencias específicas para la comunicación y el procesamiento de información: Español, Inglés, Matemáticas, Informática, las TIC en general, Música, etcétera.  

La evaluación es un instrumento que llegó para quedarse. Habrá que aprovechar los resultados de las evaluaciones y diseñar protocolos para su aplicación en procesos de mejora en las escuelas y sobre todo a nivel de aula.
La instrumentación del servicio profesional docente requiere el desarrollo de capacidad institucional a nivel local para facilitar la superación académica de los docentes y la mejor gestión en los servicios educativos.

Ante la escasez de recursos económicos la recomendación de la OCDE es de invertir los  recursos en donde puedan hacer la diferencia. (México ha incrementado su gasto en educación como un porcentaje del PIB desde el 2000, pero el gasto anual total por estudiante está aún muy por debajo de la OCDE). Dirigir los recursos a los estudiantes y las escuelas que más lo necesiten puede ser una estrategia efectiva.

Habrá que definir con precisión las prioridades del esfuerzo educativo en Nuevo León y evitar la ya tradicional dispersión en programas y proyectos que nunca van más allá de la fase piloto.

Nuevo León debe recuperar para la educación la capacidad para promover la movilidad social  y propiciar una menor desigualdad. Con recursos humanos técnicamente preparados para el contexto global, con formación ética y estética y un sentido de pertenencia y solidaridad social.

 

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