Golpes de pecho
Hugo L. del Río
Monterrey.- Pobre México: grillitos de cuarto nivel en los tres pisos de la administración pública; misóginos y homófobos; machos del corte de Hipólito, el que mató a Rosita Alvírez y santurrones de doble moral que con una mano se dan golpes de pecho y con la otra se roban las limosnas.
Hace años Fuensanta, hija del inolvidable maestro Zertuche, fue la primera mexicana que posó desnuda para Playboy. Nadie dijo nada. Para no ir lejos, Bar Refaeli es reconocida y admirada como una de las mejores modelos del mundo. Fuensanta, con discreción, hacía política. Bar se mueve a sus anchas en ese universo. Es larga, muy larga la lista de actrices que han aparecido en el escenario o las pantallas de cualquier tamaño, ya no digamos que sin cubrirse siquiera con la hojita de parra sino en juegos eróticos. ¿O qué no ven ustedes Juego de Tronos o El Señor de los Cielos?
Aquí, los Medina nos dejan como regalo de despedida otra de las manifestaciones de su mezquindad. Como la gente menuda que son, suben a las redes fotos de la época en que la ahora diputada local por el PAN, Marlene Leticia Benvenutti modelaba lencería. Esto, en “venganza” porque la legisladora salió en la foto detrás del hijo del gobernador Humberto con un cartón en el que anticipaba que en el Congreso no se aprobarán las cuentas del niño Rodrigo.
El modelaje es un oficio, como cualquier otro. El clan de los Medina, obreros del campo ellos, pretendió satanizar a la representante y provocar contra ella una ola de desautorización para, ingenuos, neutralizar el mensaje de rechazo que mostró la multicitada Benvenutti. Hasta donde yo sé, la militante de Acción Nacional no tiene negocios con las redes del tráfico de drogas, no ha asesinado a nadie y no roba. Esto es algo que no pueden decir muchos de los hombres y mujeres que desgobiernan a Monterrey, a Nuevo León y a México.
Una vez más, los ejidatarios de Mina marraron el tiro. Están cortados de la misma tela que Peña Nieto: no entienden que no entienden. La nuestra no es una sociedad de puritanos hipócritas ni machines que hacen esfuerzos de angustia por mantener cerrado el clóset. Sin embargo, la hostilidad y el menosprecio contra la mujer siguen formando parte de nuestra realidad.
El líder de la burocracia del gobierno del DF, un tal Juan Anaya, anunció, jubiloso, un bono de dos mil pesos sólo “para los compañeros varones”. Y todavía se regodea: “No va a ser equidad de género”. Si se me perdona la vulgaridad, diré que todavía tenemos muchos piojos en la cabeza.
Pie de página
Cómo estará la cosa que senadores del PRI denuncian la violencia y la corrupción del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, también distinguido militante del mismo partido. En lo que va del sexenio del tal Duarte, han sido asesinados más de diez periodistas. En ninguno de los casos han sido arrestados los asesinos.
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