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2164 11 Agosto 2016

 

 

Metafísica del bandido
Eloy Garza González

 

Monterrey.- Otras épocas. Tan lejos y tan cerca. Televisa como coach. Alejandro Quintero, negociador de la empresa, facturando los spot de televisión, las menciones al aire del “Teacher” López Dóriga, los publirreportajes del joven candidato. La actriz Patricia Reyes Spíndola adiestrando al discípulo poco aventajado. Sumido en un vacío que reflejaban sus pupilas. La ausencia de la mirada. La nada.

El padre severo: no quiero que mi hijo sea recordado por una gran obra pública, quiero que camine por cualquier calle y la gente se acerque a saludarlo.

Tan lejos y tan cerca. El bisoño gobernador aprendiendo sobre la marcha. A saludar con pose elegante. A soltar discursos huecos, sin sustento, pero sin trabas verbales. La voz impostada. El énfasis en el traje, importado, de buen corte, corbata fina de marca. El gusto de viajar a Nueva York. El trato afectuoso con el Presidente. La sonrisa de mirrey que nada en millones. Pero el vacío en sus pupilas. La ausencia de la mirada. La nada.

El padre ambicioso: usted viene a obedecer, a recibir órdenes. A respetar a quien de verdad manda.

Tan lejos y tan cerca. El ex gobernador destellando sonrisa congelada. Ante el juez de control. La reputación dañada hasta la ignominia. La afrenta de cruzar cualquier calle sin recibir insultos, agravios, mentadas de madre. El abandono de la mano del Presidente. Saludando a los extraños con pose de mirrey destronado. Gesto incierto de vencedor, de quien librará las denuncias una tras otra pero no la opinión pública. Y el vacío eterno en sus pupilas. La ausencia de la mirada. La nada.

El padre desbocado: pronto verán mi venganza.

Y el tiempo que corre lento, pero sin freno, para justos y bandidos. Y la imposibilidad de retornar al pasado para enmendar errores, excesos, desvíos. Vidas tiradas al caño, al vacío, a la nada.

Aunque a la corta o a la larga, tan lejos o tan cerca, malos y buenos, todos estaremos muertos.


 

 

15diario.com