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2170 19 Agosto 2016

 

 

Videgaray en Nuevo León
Eloy Garza González

 

Monterrey.- Es falso que Luis Videgaray, Secretario de Hacienda, viniera a Monterrey a promoverse como aspirante presidencial. Su reunión con el grupo de empresarios, capitaneados por José Antonio “El Diablo” Fernández (y no con el mítico grupo de los 10, que dejó de existir hace varios años) obedeció a instrucciones precisas de Enrique Peña Nieto.

Tampoco es verdad que canjeara la impunidad de Rodrigo Medina por recursos federales a Nuevo León. No fue ese el motivo de la charla que en privado sostuvieron Videgaray y Fernández. En realidad, el emisario de Los Pinos vino a controlar el ímpetu del gobernador Jaime Rodríguez para que decline sus inclinaciones independientes y se someta al redil del gobierno federal.

A Fernández no le importa el futuro de Medina, eso se lo dejó bien claro a Videgaray, pero sí confió en que Peña Nieto retome la iniciativa de procesar a los Medina, antes de que sea una meta alcanzada por el gobernador de Nuevo León. Eso, más las inversiones públicas que se hagan pronto en el Estado, reactivarán la economía regional estancada y los hombres de negocio de esta zona de México le darán una mano que tanto le urge a Peña Nieto, tan zarandeando en los medios internacionales por otros grupos empresariales del país.

Videgaray regresó a la Ciudad de México con el mensaje de Fernández al Presidente. Las montañas se hablan de cumbre a cumbre, decía el filósofo Nietzsche. Todos los demás actores políticos son parte de la decoración.

Así que Videgaray no vino a tenderle un manto de protección a los Medina. Su presencia en Nuevo León se debió a entablar acuerdos con quienes mandan realmente en este Estado. Y de paso, restañar algunas de las múltiples heridas que ha sufrido la imagen de Peña Nieto con los círculos empresariales. Para algunos, estas acciones son simples patadas de ahogado de un Mandatario que se hunde irreversiblemente en el descrédito público.


 

 

15diario.com