DISPARATES
Scare movie
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- “Trump puede convertirse en una película de terror para México –afirmó Agustín Carstens–, solo hemos visto los cortos”. Para nuestra clase gobernante, el último avance del filme –la convivencia de Carlos Slim y Donald– generó pánico demencial: “Fue una encantadora cena con un hombre maravilloso”, enfatizó el vocero del Rubio; Elías Ayub twiteó: “El presidente electo tuvo la amabilidad de invitar al ingeniero C. S., a una cena muy cordial, con buen ánimo para México y los mexicanos”. Trump respondió que fue a la inversa.

Según el chisme, la reunión se gestó por intermedio de un asesor de Trump, quien hizo una visita secreta a México. Los espías mexicanos ni en cuenta.

Harto ardor para Peña Nieto, que como loco busca a Trump, y solo ha conseguido acercarse a un bato, que como dice la canción de banda “Es el gato del gato del gato del Patrón”.

Gringo malagradecido, después de que le ayudó a catapultar su campaña con la invitación que le extendió Videgaray.

Frustración terrible, ignorar de lo que hayan hablado durante el comelitón. Acaso del muro, o tal vez se mofaron del reyezuelo mexica, malbaratando lo poco que queda del país.

Conocido es que desde el inicio de este sexenio, Slim sería el villano de la película. En vez de reñir optó por llevarse parte de sus millones a otras latitudes, y aguantó.

Según los analistas, la invitación del sábado fue para zanjar diferencias con Slim, reanimar relaciones con él y con otros titanes mexicanos.

Solo que nuestros “titanes”, andan desorientados como perros sin dueño, a menos de 30 días de que Trump asuma la presidencia.

Cuando inicie la película de terror, los empresarios la verán en Plaza Carso, de CdMx… en vez de ir a los Pinos.

a_hugo16@hotmail.com