Google
logoprue
fecha

indice

mazaind

asaelind

irmaind

sierraind

sabind

vidalesind

oaxacaind

roheisenind

buzon150

merkanim

sabaind

publicumnom

avaazinf

chisteslogo

astronomia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

mazatit

* Corroe los hilos más fuertes del corazón humano
* Su único antídoto es la fe, entendida como confianza
 
mazaSiempre el hombre y la sociedad han vivido a parejas con el miedo. Desde que el hombre apareció en la Tierra, el primer miedo que sintió fue a las amenazas de la divinidad: Si comes del fruto del árbol de la vida, morirás, le dijo, según la leyenda bíblica, a Adán, pero el hombre tuvo la osadía de desafiar a Dios y probó del fruto del árbol de la sabiduría. No podía quedarse sin saber a qué sabía la sabiduría. Venció al miedo. Corrió el riesgo y se liberó de sí mismo y de la divinidad. Fue él. Dejó de ser esclavo, dependiente, cosa. Pero desde entonces, el miedo ha acompañado a los seres humanos, inclusive el miedo a sí mismos.

Hoy más que nunca quizá, el miedo corroe las entrañas emocionales del individuo y de las comunidades humanas: las guerras: Irak, Afganistán, y ahora la horrenda invasión y masacre israelí sobre la población de Gaza. En ellas está presente, es el motor de la actividad dia-bólica del hombre, del soldado, del militante, del guerrillero, el miedo; así, el miedo a quién sabe qué, quizá a la muerte propia y a la muerte de mujeres y niños que ni la deben ni la temen. Miedo al futuro que aún no existe. Los atacantes, los israelíes, se mueren de miedo. Por eso atacan. Los guerrilleros palestinos se mueren de miedo porque, aunque están seguros de que su lucha es santa, es justa, temen ya no tanto por su propia vida, sino porque sus territorios desaparezcan del mapa y se agreguen al mapa del Estado judío y sus mujeres y sus niños tengan que ser enterrados en territorio no sagrado, no bendecido por Alá, que vencido por Jehová, tendrá que ser expulsado del paraíso que siempre han soñado los palestinos, de tener un Estado, una nación, con su Constitución y sus leyes, y ser considerados una nación, como las demás, por el concierto de las naciones.

En otras latitudes, también el miedo se enseñorea de circunstancias y personas. Irak, en donde los Estados Unidos están cavando su propia tumba, como lo hicieron estúpidamente en Vietnam. No aprendieron la lección que les dio Ho Chi Min. En los territorios que comandaba Sadam Hussein, que por fin fue colgado en el cadalso, por las puras mentiras de George W. Bush, todos los días mueres jóvenes soldados, la mayoría hispanos, y de éstos la mayoría mexicanos, por los ataques de la Guardia Republicana de Hussein, que se convirtió en movimiento clandestino y organizó la resistencia en contra de la invasión imperial. Y todos tienen miedo. En Afganistán, donde un pueblo pobre lucha por su libertad, también en contra del Imperio dia-bólico de Washington, y donde el pan diario es la muerte, también hay miedo.

Pero quienes más son movidos por el miedo son los poderosos, los imperios que atacan a los más débiles. Tienen miedo de perder su hegemonía, su capacidad de atesorar riquezas en la tierra y, con tanques y misiles, con fusiles de alto poder y granadas de fragmentación, bombas incendiarias tratan de borrar del mapa de la Tierra a sus "enemigos", los pueblos pobres de la tierra, que han tomado conciencia de que ellos también tienen derecho de participar en la mesa del rico Epulón, con las mismas oportunidades que tienen los niños de Beberly Hills, de Virginia, de Hamburgo, de Reikiavij, de las zonas más lujuriosas de los países ricos.

Y más acá, entre nosotros, en América Latina, el miedo, como dice el adagio, no anda en burro. Los amos del imperio sienten pavor de que en el subcontinente estén ganando terreno gobiernos "enemigos", de izquierda: Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Nicaragua, e incluso Guatemala. Y en las estrategias del Departamento de Estado está en la lista, como siguiente objetivo de invasión, Venezuela, cuyo gobierno se ha enfrentado al Imperio y ha declarado abiertamente su inclinación por instaurar el socialismo democrático en su modo de vivir y relacionarse entre sí, y los poderosos de Venezuela también tienen miedo.

Los poderosos brasileños tienen miedo de que un día de estos los habitantes de las favelas, los más pobres de los pobres de Brasil, se levanten y destruyan todo. Los ricos bolivianos le tienen miedo a un indio. Vaya que los indios están reinvindicados en ese país en la persona del presidente Evo Morales, a quien también le tienen miedo. Y en Ecuador, lo mismo.
Y viniendo más acá, los mexicanos viven, caminan, salen a la calle con miedo de ser asaltados, de ser secuestrados, de ser asesinados por la guerra del narcotráfico o una bala perdida de las fuerzas del orden. Y también los poderosos tienen miedo. Los burócratas tienen miedo y materialmente se agarran de su asiento; no sea que se los vayan a quitar y se queden sentados en el suelo y a media calle. Los caciques de Chiapas tienen miedo y por ello mantienen sus guardias blancas, sus paramilitares, para "defenderse" de los subversivos. Y muchos periodistas, que antes se calificaban de izquierda, movidos por el miedo se convirtieron en los más acérrimos defensores de los poderes institucionales y fácticos. La prensa tiene miedo de publicar verdades porque si lo hacen les pueden vetar la publicidad, como ocurrió en el 76 con Excélsior, un diario dedicado, como debe hacerlo todo medio informativo estrictamente democrático, a destapar las inmundas cloacas del país.

Pero, como les digo, el antídoto contra el miedo es la fe, la confianza en uno mismo y la confianza de que sólo los jolotes (guajolotes, pavos) mueren en la víspera… Alguien me ha dicho que a lo único que hay que tenerle miedo es al miedo y vivir la confianza y trasmitirla a los demás, porque los seres humanos no podemos cambiar muchas cosas; sólo podemos cambiar algunos defectos de nosotros mismos. Los sistemas políticos han fracasado y seguirán fracasando porque no van al fondo de los problemas, porque no hacen nada por cambiar al individuo. Y si éste no cambia, las cosas seguirán jodidas.

Si el individuo no cambia de juicios y actitudes y no toma conciencia de que el miedo es lo que lo paraliza, las familias de todo signo no cambiarán; y si no cambian las familias, en el sentido sin-bólico (en el sentido de las manecillas del reloj de la positividad), no cambiarán las sociedades y el mundo continuará su camino hacia su autodestrucción.

http://analisisafondo.blogspot.com/search
analisisafondo@gmail.com

separador

¿Desea dar su opinión?

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

AGENCIA DE IMAGEN RELACIONES PÚBLICAS DE ATENCIÓN A MEDIOS
SOLICITA
ANALISTA-REDACTOR
Disponibilidad: 5 AM a 2 PM
Buen sueldo.
Informes: jesusm@Morquecho.com.mx
Tels: 86474897 y 98

______________________

CHICO COLMEX (CUARENTÓN)
SOLICITA
HOSPEDAJE
Estancia: 2 meses (15/ENE-15MAR).
Renta compartida.
Preferentemente zona Mederos.
Contacto: hgarcia@colmex.mx

_______________________

ceesmall

ÚLTIMOS NÚMEROS ENE /09
L
M
M
J
V
S
D
      1 2 3 4
5
10
11
       
ÚLTIMOS NÚMEROS DIC /08
L
M M J V S D
2 3 4 5 6 7
10 11 12 13 14
16 17 18 19 20 21
23 24 25 26 27 28
30 31        

hemero15

15diariotv

videoteca

foko