INICIO DE 2010

Carlos Manuel Sabines

No podría ser mas ominoso el futuro de los mexicanos, al inicio de 2010, con un panorama integrado por agresiones a la economía familiar, esa que tanto se dice proteger y que hasta un slogan le inventaron "Vivir Mejor".

Ante incrementos en los precios de combustibles, la gasolina Magna a 7.88, la Premium a 9.66, el diesel a 8.24 el litro en todos los casos; el gas LP a 9.31 el kilogramo solo por enero; la energía eléctrica un 4% durante el año; el IVA a 16%; el ISR a 30%; el IDE a 3% con una base arriba de 15 mil pesos; los cigarros, la cerveza y las telecomunicaciones también serán presa de los incrementos, por mencionar lo mas notable en el ámbito federal, pero sin que dejemos de mencionar en el D. F. el impacto de ser tratado como el hermano pobre de la federación.

En efecto, al negársele reiteradamente al Distrito Federal la posibilidad que le corresponde de ser considerado como un estado mas de la federación, se le pichicatean por el delito de no ser panista, los derechos que como la mayor entidad del país, legal, jurídica, económica, financiera, cultural, etc., le corresponden y así se le de un trato de territorio, como en las épocas de las Californias y Quintana Roo. Se le limita su posibilidad de operar como un estado soberano y se le castiga, todo, insisto, por el delito de que sus habitantes no son mayoritariamente panistas.

En ese entorno, la administración local ve disminuídas sus fuentes de ingreso y tiene que acudir por necesidad, al incremento de sus bases de tributación y sus tasas impositivas. De esta manera se hicieron necesarias las alzas en el predial, agua, licencias, el metro.

Todos esos elementos harán que los 2.66 pesos de incremento a los salarios mínimos, no sirvan para nada, porque ya fueron absorbidos por la cascada de precios que se está viniendo encima, en artículos de la canasta básica en adelante, que provocarán necesariamente que los 86 millones de mexicanos en pobreza de los tres niveles que padecemos, alimentaria, capacidades y patrimonial, se eleve cuando menos a 92/95 millones de ciudadanos; aunque eso sí, los barones del dinero en su participación en la Bolsa de Valores de México ganaron en 2009, un billón de pesos, la tercera parte del presupuesto de 2010.

Siguiendo con temas económicos, el 2009 cerrará con un PIB desplomado de menos 7%; un promedio en la década panista del 1.8%; el desempleo ronda 3 millones de mexicanos y la generación de empleo anda por los suelos, así Calderón se desgañite diciendo que lo peor ya pasó y ante la presencia de mas de 90 mil millones de dólares de reservas internacionales.

Pero las desgracias nacionales no terminan ahí, el tema de la inseguridad que vivimos los mexicanos no tiene parangón, a diario fallecen ciudadanos cada vez en mayor cantidad, sea por ejecuciones que se dan por los operativos militares-policíacos, por ajustes de cuentas entre las bandas de delincuentes o por las razones que se quiera, lo cierto es que durante 2009, el número de muertos creció de manera exponencial, después de que Calderón sacó al ejército a las calles y lo puso en la ruta de ser infiltrado por el narcotráfico. El caso mas sonado y reciente es el de Beltrán Leyva en Cuernavaca. Indudablemente este es un fracaso más de Calderón.

Hay multitud de problemas en el ámbito nacional, en obsequio a mis lectores solo mencionaré los que se refieren a la salud, a la educación y la vivienda. Es de sobra conocido que la educación en México pasa por momentos críticos, desde la preponderancia que ejerce Gordillo Morales, como ama y señora de los enclaves educativos a ciencia y paciencia de Calderón,  a la pésima calidad de los servicios que se prestan a los educandos mexicanos, en donde sobresale la ausencia de laicidad de aquellos. En este tema, México esta reprobado.

La salud significa una asignatura pendiente de la agenda nacional, desde la falta de atención a los mexicanos en los institutos de salud, la falta de medicamentos y médicos y de suficientes camas en los organismos hospitalarios. Otro tema en el que el país es acreedor y el gobierno un contumaz deudor.

En vivienda, no se diga el desastre que existe, hay un deficiente atroz en el número de viviendas que requiere la población mexicana, sin que exista la menor posibilidad de subsanarlo mediante créditos blandos que otorguen las instituciones de crédito; entre tanto esta es una prioridad en la que los mexicanos no tienen salida.

Existen dos problemas mas en este recuento de daños para iniciar el 2010, la corrupción que impera en la administración federal y la impunidad que trae aparejada, como producto de un gobierno integrado por amigos, cuates y nepotismo y acerca de los que no se intenta siquiera aventurar algún punto de solución, que no sea el discurso machacón de Calderón. La ineficiencia, ineficacia, ineptitud campea por sus reales.

En ese entorno cabe preguntarle al optimista inquilino de Los Pinos, ¿que se festejará en el Centenario y el Bicentenario?, ¿cual será el contenido de su mensaje del 4 de enero a la Nación, que no sea que debemos permanecer unidos; que este es un reto mas que venceremos; que nuestras comuniones son superiores a nuestras diferencias; que la recesión ya terminó y que el futuro es promisorio; que  bla, bla, bla? Veremos que han preparado los genios de Calderón, que no sea una agresión más al talento de los mexicanos. Sería mas agradecible que se quedara callado y se pusiera a inventar alguna solución que en verdad sea eso, una solución.

Por única vez Calderón tuvo razón a medias cuando dijo que "...que bueno que 2009 se estaba acabando...", aunque no dijo que malo que todavía le quedan 3 años para arruinar el país.

Atentamente

Carlos Manuel Sabines Venegas

Tels.: 04455 1756 4522

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