Los empresarios transformadores

Guillermo Lozano

No somos ingenuos, pero nos resulta esperanzador el pronunciamiento de líderes de la Canacintra en contra del inexplicable optimismo de los “responsables” del gabinete de Hacienda y del Trabajo, Cordero Arroyo y Lozano Alarcón  (La Jornada, 21/ marzo /2010).

 Por fin sale a la luz pública  una crítica –aunque sea de apreciación-  de los empresarios transformadores contra  los representantes de la política que los viene desmantelando y sometiendo desde  tiempo atrás. La  historia idílica entre los sectores del gobierno y el capital privado industrial, se devela hoy en sus contradicciones bajo la actual crisis de la economía mexicana,  con los impactos adversos de: la carga impositiva, la “competencia” feroz  (tan manchada de dinero sucio y de deslealtades) del  contrabando  y del abuso de los comercializadores de sus productos.

 Los mensajes del gobierno federal  son clasificados por el Centro de Estudios Económicos de la Canacintra, como “lecturas optimistas” que hablan de una “casi milagrosa recuperación económica”  y  - coincidiendo con los estudios del Banco de México,  quien advierte que aún no se han recuperado los niveles del empleo del 2008 - reclaman al gobierno “dejar de burlarse de la inteligencia de los ciudadanos”.

La clase trabajadora, por su parte  ha sido permanentemente   burlada y explotada por todos los  sectores del poder del país- quiénes siempre cierran filas cuando se trata de su explotación-, ésta  clase sabe   perfectamente del cinismo y del engaño en que se ha movido la propaganda del gobierno de Calderón y antecesores.  A  vivido y padecido no solo el engaño y el “insulto a su  inteligencia” sino la represión la extinción y las  amenazas permanentes a sus organizaciones sindicales, a sus logros  en los contratos colectivos y en general a sus derechos como trabajadores.

Hoy  se avizora la nueva intentona  de  las cúpulas de la clase empresarial  para realizar su cacareada  “reforma estructural  laboral”, no obstante que  en la práctica ya esta siendo impunemente implementada y hoy solo van –como en la reforma energética-  por su aval legaloide. ¿Desaparecerán los desacuerdos de la Canacintra con el gabinete en este rubro?

¿Cuánto poder puede tener  este sector –el único productor-  de la clase capitalista en relación  con los demás sectores parásitos de la oligarquía que gobierna  México ¿ ¿Su influencia será capaz modificar    la actual política  que favorece a los poderosos grupos financieros  comerciales y especuladores  del  capital y la banca  extranjeros y criollos?

Es un hecho que los propietarios de las PIMES son  la contraparte  de la economía “real”-la otra son los  trabajadores asalariados- que muestran capacidad para presentar un frente organizado en contra de las políticas entreguistas y desmanteladoras de la economía del estado por parte del actual gobierno  mexicano, que desde de la Madrid y Salinas de Gortari se ejercen impunemente en México.

Sería alentador y prometedor que ése sector de los empresarios transformadores se incorporen a la lucha por la transformación del país y por una economía nacional que asegure  la producción de bienes y servicios útiles a la sociedad y que, modificando voluntariamente su ancestral naturaleza depredadora  capitalista, distribuya con generosidad y visión de largo plazo una proporción mayor  del valor generado por el trabajo hacia quiénes realmente lo producen: hacia los asalariados. Mejores sueldos, mejores prestaciones y mejor bienestar a costa de  menos rapacidad utilitaria, en donde -como mínimo -se mejore la inevitable coexistencia actual.

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