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29 de marzo de 2010
15diario.com  


 

Que alguien le explique a Calderón

Samuel Schmidt

Gobernar no es una cosa de testosterona como parece creer el presidente Felipe Calderón. Las habilidades de un mandatario consisten en tener los ojos y los oídos muy abiertos y la boca muy cerrada, porque lo que él dice tiene serias consecuencia, después de él la corrección es problemática

El presidente debe rodearse de gente inteligente, serena, sensata, con la habilidad de diagnosticar problemas y diseñar opciones de acción y más que nada, el presidente requiere información depurada, de buena calidad, que le permita optar por decisiones efectivas. Véase cómo la torpeza de calificar de pandilleros a jóvenes masacrados en Ciudad Juárez le ha representado un fuerte desgaste político.

Calderón carece de lo anterior, está rodeado de mediocres y/o políticos que anteponen sus intereses personales a los de la nación, luego entonces, muchas de las decisiones están más motivadas por el egoísmo que por el altruismo; como no podemos juzgar el tipo, cantidad y calidad de la información disponible para el presidente, nos queda valorar sus decisiones, las que tienen un componente sustentado en la información y otro en la intuición; si la información es mala y la intuición pobre, el resultado suele ser catastrófico.

Parecen destacar las decisiones cuyo impacto y consecuencias no se han medido. Nos enteramos que las operaciones de los gobiernos en Chihuahua se basaron en decisiones con información incompleta y deficiente; no se les ocurrió calcular los efectos colaterales, y mucho menos que habría reacciones sociales ante el impacto de los operativos policiaco-militares, y las reacciones de los narcos mismos, a los que les declararon la guerra. El gobierno se metió en un terreno pantanoso contra los que sabían vivir en el pantano.

Calderón parece estar pobremente equipado en lo psicológico para manejar la adversidad y ante ella responde de manera errática y con ánimos inadecuados para un jefe de estado y no hay nada peor que un presidente movido bajo la depresión o una sensación de pesadumbre.

Frente al amago para que no tomara posesión, optó por las triquiñuelas en lugar de buscar posturas políticas que lo posicionaran políticamente; es inadecuado para un presidente entrar por la puerta de atrás a su toma de posesión.

En la lucha contra el narco, Calderón cree que se trata de una cuestión de gónadas mientras que es de dendritas; cree que aquellos que hoy sienten manipular el país y que tienen en la nómina a autoridades policiacas, militares, judiciales, políticas, se van a intimidar porque levanta la voz un tipo chaparrito, que pierde el pelo, que viste una casaca militar cuya talla le es inapropiada. En contra de Calderón cuenta que mientras él no cumple promesas, los narcos las cumplen y eficazmente; mientras los mecanismos e instituciones del estado se atoran en discusiones estériles, las de los narcos actúan con firmeza, no en balde se considera que el Estado fallido implica la ausencia de las instituciones políticas cuya funciones es normar y asegurar la convivencia armónica entre la gente, habría que agregar que esas instituciones han sido suplantadas por el narco, quien además ha ocupado los espacios que la política y la economía han abandonado.

Recomponer el tejido político requiere mucho más que retórica, arreglar los problemas del país reclama más que una estrategia de manipulación de medios y opinión pública, aunque antes que nada, se necesita una camada de estadistas que estén dispuestos a arriesgar mucho, especialmente sus ambiciones personales, para construir el futuro del país. Y para eso sí que se necesita mucha testosterona, o como se llame el equivalente para las mujeres.

El legado de los neo-liberales ha sido fatal para el país; desarticularon las políticas de estado y minimizaron las capacidades de intervención gubernamental para beneficiar a un sector social; Calderón parece evidenciar su falta de entendimiento para compensar esta ausencia, carece de audacia para pensar en soluciones o cursos de acción nuevos o por lo menos distintos a los que hoy operan. Es un político sin imaginación y sin creatividad y evidencia falta de condición de liderazgo, porque en lugar de dirigir a un equipo de personajes dotados, se ha rodeado de mediocres, tal vez, para que en comparación, él pueda brillar.

Calderón se ve mal política y físicamente, y el presidente también debe verse presidencial. Ya que no podremos compensar su falta de habilidades e inteligencia política, por lo menos debería conseguirse a alguien que le maneje la imagen, que lo vistan bien y hasta le pinten el cabello, en una de esas hasta él mismo se cree la nueva imagen.

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