SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Tragedia en la industria china

Edilberto Cervantes Galván

El suicidio de un joven de 19 años, que se arrojó al vacío desde el cuarto piso del edificio donde vivía, provocó el estallido laboral.

El milagro económico en la antigua China Comunista tiene que ver con un proceso de crecimiento de la producción muy acelerado. En los últimos veinte años la capacidad tecnológica se ha ido ampliando, desde la producción de manufacturas elementales y simples a la fabricación de equipos de avanzada y de la industria espacial. El crecimiento del sistema productivo chino se ha traducido en la conformación también acelerada de grandes concentraciones urbanas, sobre todo en la costa. Las obras de infraestructura, las edificaciones, las empresas, todo alcanza magnitudes elevadas, gigantescas.

Es el caso de la empresa Foxconn, ubicada en la ciudad de Shenzen. En esta sola empresa laboran 420 mil trabajadores (en la ciudad residen 14 millones de habitantes). Esta empresa ensambla todo tipo de productos electrónicos, desde videoconsolas, a teléfonos móviles o computadoras portátiles y ahora el iPad. ¿Para quién trabaja Foxconn? Pues para marcas muy conocidas en occidente: Nokia, HP, Dell, Apple, etc. Las marcas son diferentes, al igual que su diseño tecnológico (aunque nunca faltan demandas por robo de patentes), pero todos los productos se ensamblan en dicha empresa.

Este es el sistema de producción que caracteriza a la economía global, en donde China es el gran taller de fabricación para productos desarrollados tecnológicamente en otras partes del Mundo.    

La empresa Foxconn, con su enorme tamaño y capacidad productiva, empezó a aparecer en las noticias, pero no por sus productos, sino por la situación de sus trabajadores. En lo que va de 2010 sus trabajadores han protagonizado una ola de suicidios que han estremecido a la ciudad de Shenzen. Nueve trabajadores se quitaron la vida, otros dos resultaron intentos fallidos, y se menciona un último suicido en el transcurso de la última semana. En todos los casos se trata de jóvenes de entre 18 y 24 años.

El suicidio de un joven de 19 años, que se arrojó al vacío desde el cuarto piso del edificio donde vivía, provocó el estallido laboral. Los trabajadores denuncian que las condiciones laborales son tremendas y significan una fuerte presión para cumplir con los objetivos de producción impuestos desde el exterior. Señalan un régimen militar en la línea de producción y jornadas extenuantes (con turnos extras que se vuelven regulares) de hasta 16 horas diarias, seis días a la semana.

El presidente de la empresa visitó la factoría y enfrentó a los trabajadores, claro que rodeado de guardaespaldas, para decirles que la tasa de suicidios en relación al total de empleados no es superior a la media que se presenta en el total de la población y que, en algunos casos, se ha probado que los suicidas tenían motivos personales como deudas de juego o desengaños sentimentales. De cualquier forma, ofreció revisar todo el plan de producción y contratar 2 mil psicólogos para apoyar la plantilla.

Ante avisos de investigación por parte del gobierno y de las empresas que contratan sus servicios, la compañía matriz de Foxconn anunció que va a elevar los salarios en un 20 por ciento. Lo cual es relativamente bueno pero siguen siendo salarios absolutamente bajos.

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