Lozano Alarcón vs Gómez Mont

Carlos Manuel Sabines

Se están haciendo más evidentes los golpes entre los titulares de las diversas áreas del gobierno federal. El que prometía ser, ya es un sonado caso, el relativo a Gómez Mont contra Lozano Alarcón, más bien al revés.

Indudablemente el segundo, en su afán de ir por la candidatura del PAN a la presidencia, intento en el que ha empeñado su mejor arma, el porrismo, se ha dedicado a pegarle un día sí y otro también a Gómez Mont, con el evidente propósito de suplirlo en Covián y de ahí saltar a la candidatura y luego a Los Pinos. Simple y fácil, cuando menos así lo considera Lozano, previo el aval en su momento por supuesto, de Calderón.

Lozano Alarcón, al igual que Juan José Rodríguez Pratts, son de origen priísta, pero la ambición los ha llevado a ser mas panistas que Calderón y el Papa. Se menciona que la desconfianza del inquilino de Los Pinos lo impele a poner en contradicción a sus funcionarios, con la "sana intención" de que se desgasten solos y con base a su tradicional desconfianza, sean más manipulables.

Lo de la desconfianza, la citamos en función de aquella carta de Castillo Peraza a Calderón, del 31 de octubre de 1997, en la que le escribía entre otras cosas, que “individualmente o en grupos menores del reunido, campea el sentimiento de frustración, de hastío y de hartazgo en relación con tu modo de encabezarlos. Las quejas generalizadas son que, al parecer, nadie puede darte gusto, que das órdenes y las cambias, que pides trabajos intempestivos... Llamó mi atención que nadie pudiera dar opinión decidida y clara... con inseguridad y con un sentimiento de que tú no confías en ellos... hija del sentimiento de desconfianza que se ha generado entre los miembros de tu equipo…”

En otro tema del mismo asunto, Lozano se asume como ministro de la SCJN, al declarar “improcedente, que  la CFE sea el patrón sustituto de empleados de LFC”. Esta declaración es buena y es mala; buena, si indebidamente su patrón se lo permite; y mala, porque se sale del huacal de sus atribuciones.

Gómez Mont por su parte hace intentos para mantenerse en el cargo, incluida la declaración de que sólo Calderón y él determinarán hasta cuándo estará en Covián. En un largo discurso, por instrucciones de su jefe, Gómez Mont convocó de nueva cuenta al diálogo para aprobar reformas; la propuesta fue también de nuevo, rechazada.

La argumentación del PRI y del PRD, estriba en que consideran oportunista y convenenciera la proposición, después de las descalificaciones y del operativo que desde Los Pinos se montó. En verdad, se requiere tener cara dura para invitar al diálogo cuando así les conviene.

Total, que Gómez Mont, en un acto que refleja su molestia por los dichos de todo el mundo, aclaró: “estaré aquí mientras el presidente lo decida... no será Lozano quien decidirá”.

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