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6 de agosto de 2010
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TRANSICIONES

Racismo, historia infinita                                                              

Víctor Alejandro Espinoza 

Este jueves 29 de julio entró en vigor la Ley SB1070, mejor conocida como Ley Arizona, promulgada en abril por la gobernadora de esa entidad norteamericana y de apellido de cerveza (Janice Brewer). Merced a las presiones internas e internacionales, la juez federal Susan Bolton decidió el miércoles 28  poner en suspenso algunas de las partes más polémicas: la obligatoriedad de que los agentes policiacos al detener a cualquier persona comprueben su estatus migratorio; llevar siempre los documentos probatorios de estancia legal o tipificar como delito el solicitar empleo en lugares públicos.

 

Si bien no teníamos un referente tan radical en la promulgación de una ley discriminatoria, la visión xenofóbica y racista en la cultura política norteamericana ha sido una constante histórica. Más concretamente, la utilización política e ideológica del tema migratorio, ha sido recurrente para explicar los infortunios de la economía y la sociedad al otro lado de nuestra frontera… o para ganar elecciones. El trabajo de los inmigrantes suele marginarse de la explicación de las regiones y sectores de auge de la economía de nuestros vecinos. Más bien la construcción de enemigos con tez morena es un recurso cíclico que parece no tener fin.

 

Sin embargo, nadie había llegado tan lejos como la gobernadora Brewer; ni las movilizaciones multitudinarias o la posición crítica del presidente Barack Obama, conmovieron a esta dama que abrazó como cruzada la bandera antiinmigrante; tenía que ser otra mujer, la juez Bolton, quien diera un respiro a las acciones represivas a las que ya se aprestaban los cuerpos policiacos de Arizona.

 

Se calcula que en el estado de Arizona residen alrededor de 590 mil mexicanos, el 9% del total de la población. El 94% de los inmigrantes indocumentados son mexicanos; contra ellos va la ley racista. Pero lo lamentable es que muchos norteamericanos piensan como la señora Brewer. Según un estudio del prestigiado Pew Hispanic Center de Washington, el 59% apoya la aplicación de normas discriminatorias. Ese es el caldo de cultivo para que personajes como el sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, sueñen con encarcelar a todos los que se sospeche son indocumentados. Incluso este singular personaje (que mandó instalar carpas en la cárcel dada la cantidad de detenciones que pensaba realizar), ha dicho que pese a la suspensión temporal de la Ley, continuará llevando a cabo arrestos de “sospechosos de ser indocumentados”.

 

Las posiciones racistas y xenófobas no son un invento de los políticos republicanos (y demócratas en no pocos casos). Una amplia franja de ciudadanos norteamericanos hace suyo el discurso de que los inmigrantes son los culpables de todo tipo de calamidades. Ha sido cíclica la expresión de sentimientos antiinmigrantes: sobre todo reaparecen en contextos electorales, tal como sucede ahora, pues este año habrán de renovarse tres cuartas partes del Senado y algunas gubernaturas. Hoy se sabe que al menos en 9 estados de la Unión Americana se promueven propuestas de ley semejantes a la de Arizona.

 

Pese a la oposición a leyes tan radicales, los demócratas en el gobierno también comparten la idea de asegurar sus fronteras; es decir, no sólo para evitar el paso de drogas o la incursión de terroristas, sino, de manera evidente, para inhibir el ingreso de mano de obra indocumentada. Eso explica el envío de mil 200 efectivos de la Guardia Nacional que comenzarán a llegar a la frontera sur norteamericana en el mes de septiembre; soldados desplazados por órdenes del presidente Obama; muchos de ellos repatriados de la Guerra de Irak.

 

La decisión de la juez Bolton fue saludada como una victoria parcial por parte de los grupos pro inmigrantes. Pero es importante seguir presionando para que se suspenda definitivamente la Ley Arizona. Los cazadores de indocumentados y la gobernadora Brewer darán la pelea legal; esto apenas inicia.

 

Investigador de El Colegio de la Frontera Norte. Correo electrónico: victorae@colef.mx 

 

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