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908 18 Octubre 2011

HABÍA UNA VEZ
Miseria moral del presidente
Everardo Hernández Medrano

Matamoros, Tamaulipas.- El diminuto  amanuense entró muy agitado y  gritando hasta la flatulenta Primera Recámara del País.

-Señor Presidente, ya llegaron los indignados a ensuciar nuestra tranquilidad con sus protestas y absurdos reclamos.

-¿Qué es eso de los indignados?, preguntó asombrado y curioso el presidente, mientras rellenaba su vaso de ron.

-Son los copiones, Señor -respondió con un chillido el militar- los copiones de la resistencia pacifica en Nueva York, Madrid, Italia, Grecia, Chile, Argentina, Asia y Oceanía, que están protestando porque dicen que ya basta a la tolerancia de los gobiernos corruptos y cobardes frente  a la voracidad y avaricia de las élites financieras que tienen el mundo de crisis en crisis.

-Pero en nuestro país no tenemos crisis -dijo el Presidente meditabundo-; si acaso, algunos “eventos” aislados, pero en general el pueblo, la perrada de la calle está muy tranquila; eso sí, aterrorizada por nuestra guerra contra la delincuencia.

El amanuense asintió y sacando un papel le dijo al Presidente que iba a leer el texto de un manifiesto:

“A continuación el texto del manifiesto:

Unidos por una democracia global.
El 15 de Octubre, unidos en la diversidad, unidos por un cambio global, exigimos democracia global: gobierno global por el pueblo, para el pueblo. Inspirados por nuestras hermanas y hermanos en Túnez, Egipto, Libia, Siria, Bahrein, Palestina-Israel, España y Grecia, llamamos también por un cambio de régimen: un cambio de régimen global.

En palabras de la activista india Vandana Shiva, hoy pedimos reemplazar el G-8 (que representa a las ocho economías más desarrolladas en el mundo) por toda la humanidad, el G-7 mil millones (cifra que alude al número actual de habitantes en el planeta).

Las instituciones internacionales no democráticas son nuestro Mubarak global, nuestro Assad global, nuestro Gadafi global. Incluyen el FMI, la OMC, los mercados globales, los bancos multinacionales, el G8/G20, el banco central europeo y el Consejo de Seguridad de la ONU.

Como Mubarak y Assad, admitirse que estas instituciones dominen la vida de los pueblos sin su permiso.

Todos nacemos iguales, ricos o pobres, mujeres u hombres. Todo africano o asiático es igual a todo europeo o africano. Nuestras instituciones globales deben reflejar esto, ser derrocadas.

Hoy, más que nunca, las fuerzas globales modelan la vida de los pueblos. Nuestros trabajos, salud, vivienda, educación y pensiones son controlados por bancos, mercados, paraísos fiscales, corporaciones y crisis financieras. Nuestro entorno es destruido por la polución en otros continentes.

Nuestra seguridad está determinada por guerras internacional y el comercio internacional de armas, drogas y recursos naturales.

Estamos perdiendo el control sobre nuestras vidas. Esto debe parar. Esto parará.

Los ciudadanos del mundo deben de tomar el control sobre las decisiones que les afectan a todos los niveles, desde lo global a lo local. Esto es la democracia global. Esto es lo que pedimos hoy.

Como los zapatistas mexicanos, decimos ‘¡Ya basta. Aquí el pueblo manda y el gobierno obedece!’. Como las plazas tomadas en España decimos ‘¡Democracia Real Ya!’. Hoy llamamos a los ciudadanos del mundo: ¡Globalicemos la Plaza de Tahrir! ¡Globalicemos la Puerta del Sol!*

Las organizaciones, asambleas y escritores que apoyan el texto son:
General del Pueblo de la Asamblea Puerta del Sol-Madrid; Asamblea Popular de Londres; Asamblea del Pueblo de Buenos Aires; Asamblea del Pueblo de Sao Paulo; Asamblea del Pueblo de Vigo; la Red Popular de España; la Asamblea del Pueblo Boston; Ocupa Melbourne; ATTAC España; Francia ATTAC; War on Want-Londres; Resistencia Globaliza-Londres; Italia Uncut; Democracia Real Ya Internacional; Fundación Gaia; Londres Egality; Berlín Egality; Red del Instituto para la Democratización global”.

Los enormes ojos enrojecidos del Presidente se abrieron aún más a causa tal vez de tanto alcohol y comentó preocupado:

-Ah, cañón -exclamó el Presidente- son muchos carteles y de todo el mundo, hay que avisarle a la Policía Federal para que produzcan otro documental como El Equipo para contrarrestar la publicidad negativa de los indignados.

-Señor -dijo el amanuense- las mediciones de pobreza que hoy reporta el CONEVAL permiten, por primera vez, evaluar los cambios en la situación de pobreza de la población en sus dimensiones económica y social para cada entidad federativa y para el país en su conjunto.

-¿Y que tan confiable es ese señor Coneval? -preguntó en tono desconfiado el Presidente, que ya para este momento llevaba media botella de ron entre pecho y espada.

- La información -dijo el amanuense- da cuenta de las variaciones en la pobreza a lo largo del territorio nacional: el hecho de que 52 millones de mexicanas y mexicanos se encuentren en situación de pobreza, y 11.7 millones en condición de pobreza extrema, permite dimensionar la magnitud de los desafíos que enfrenta el Estado para erradicar la pobreza, especialmente en las regiones y los grupos sociales más desfavorecidos y rezagados.

La información presentada proporciona elementos que contribuyen a mejorar las políticas públicas, al identificar las estrategias que han funcionado, las dimensiones sociales para las que se requiere redoblar los esfuerzos institucionales y las regiones del país donde es necesario fortalecer la atención prioritaria de la población en situación de pobreza o vulnerabilidad económica o social.

-Pues sí, lástima Margarito -dijo el Presidente con su acostumbrado tono despectivo- pero mi gobierno ya concluyó, ya cerramos el changarro, ya bajamos la cortina, ahora lo que nos toca es aprovechar muy bien “El Venturoso Año de Hidalgo” para retirarnos a vivir en santa paz en un país más civilizado.

-Pues sí, Señor -aceptó el militar- pero, ¿qué tal si se unen toda esa bola de muertos de hambre y protestan?

-Bah, los mugrosos muertos de hambre han soportado 70 años de malos gobernantes, seis de circos y ocurrencias y cinco de miedo, terror y espanto y míralos tan felices en su pobreza extrema, tan conformes, tan confiados en que cuando se mueran tendrán muchas riquezas en el cielo.

El poeta Javier Sicilia escribió esta semana en Proceso lo siguiente:
“Cuando los seres humanos, al igual que la sacralidad del mundo, se convierten en la mentalidad económica en “recursos” utilizables para obtener fines económicos –esa realidad que habita en la corrupción de las instituciones y que se expresa de manera sintética en esa expresión de Felipe Calderón cuando llegó a la Presidencia: ‘Haiga sido como haiga sido’–, la miseria moral se establece en el alma y todo adquiere una absoluta permisividad.

Destruida cualquier sacralidad en la conciencia, el ser humano se convierte entonces en un medio, en un recurso manipulable para fines económicos, sobre el cual puede ejercerse cualquier tipo de incisión, desde el control institucional y la explotación económica –cuando se tiene acceso al poder legal– hasta el secuestro, el sometimiento de la libertad, la tortura o la destrucción.

Cuando se carece de cualquier medio legal para obtener un fin material. Si hoy en México se secuestra, se tortura, se envilece y se asesina con tanta saña, es porque el Estado destruyó, en su afán por servir a los poderes de la economía (y a Televisa, Salinas, Zedillo, etcétera), cualquier sentido de la sacralidad, cualquier sentido del bien, y lo sustituyó por la miseria moral de obtener bienes a cualquier costo humano”.

ehernandezm03@hotmail.com


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