¿Y los discapacitados?
Carlos Leal Velasco
Monterrey.- El 12 de octubre la OMS designó como día internacional de los discapacitados. En algunos lugares no pasó tan desapercibido como aquí, a pesar de que tenemos más de 30 mil discapacitados y cada uno es atendido por tres personas, entonces 90 mil nuevoleoneses tienen algo que ver con un discapacitado. Es decir, en promedio hay 2 discapacitados por cada 10 hogares, ya sea en habla, oído, vista, motricidad o intelectual.
Además, el costo y gasto público que genera es inmenso, está disperso en tres instituciones y no hay una atención integral. Debe de hacerse una reingeniería rehabilitadora que sume a discapacitados funcionales con los discapacitados de la tercera edad que están desperdiciados en conocimiento, experiencia y capacidad axiológica.
Otros bloques de discapacitados vienen ingresando de nuevas variables, como por ejemplo, la violencia e inseguridad y sus colaterales. Otra variable es el cambio en la pirámide poblacional, que nos indica que dentro de 10 años vamos a ser un país de viejos e incapacitados dependientes.
La propuesta que hacemos al Congreso del Estado es centrar recursos. No instalar programas “limosnas” de entretenimiento, crear albergues especializados, con el mismo recurso humano tratar de hacer fábricas de prótesis y aparatos necesarios. Ingresarlos a la PEA, darles autoestima, afecto social y seguridad.
Los discapacitados, así como los inválidos o disminuidos disfuncionales, por senectud son discriminados, marginados, sufren maltrato jurídico, físico y psicológico, no deben ser materia de trato político porque están expuestos y aunque la Constitución, el artículo 4° de la Ley de Salud los protege, al igual que la Ley de Derechos de las Personas Adultas Mayores de la CNDH, COAPREDI, y el DIF hacen su trabajo porque viven del erario público; sin embargo, se requiere de abrir a la inversión privada este tema y los diputados del Congreso sean más visionarios.
El tiempo es implacable, el cuerpo es materia renovable, las ideas son perecederas, pero las obras trascienden al hombre.
