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925 10 Noviembre 2011

HABÍA UNA VEZ
El represor contra el ladrón

Everardo Hernández Medrano

M
atamoros, Tamaulipas.-
Dime la verdad, Humberto, ¿es cierto lo que dicen los panistas, que usaste documentos falsos para endeudar tu estado y que de los 33 mil millones de pesos, más de la mitad se convirtieron en riqueza explicable para ti y tus cómplices?

Humberto abrió sus ojos enrojecidos por el licor y miró con desprecio a su pequeño inquisidor y supo desde ese momento que estaba solo, que el respaldo público de sus compañeros de partido estaba agotado y desgastado por tantas evidencias que estaban saliendo a la luz pública.

─ Mira, Enrique, tú no tienes estatura moral (ni física pensó) para cuestionarme ─replicó Humberto en tono alterado. Recuerda que tú también tienes tus esqueletos en el closet, que están saliendo a la luz pública.

─ ¿Cuáles esqueletos? ─le interrumpió Enrique violentamente─ ¿de qué hablas, Humberto?

El aludido se sirvió otro trago, se limpió los labios con el dorso de la mano, como había visto en las películas de vaqueros de John Wayne y anticipando el efecto de sus palabras, le restregó:

─ Ya se te olvidó tan pronto Enrique, que en mayo del 2006 ordenaste a tus policías que desalojaran a un grupo de floristas de San Salvador Atenco y que ordenaste y encubriste las violaciones sexuales, golpes y lesiones de que fueran víctimas las 47 mujeres detenidas por el delito de vender flores.

─ ¡Eso es historia vieja, Humberto! ─bramó Enrique enfurecido─ no me cambies la conversación, estamos hablando de Coahuila, no del Estado de México.

El ahijado consentido de la maestra Elba le lanzó a la cara un ejemplar de un diario con fecha de 8 de noviembre del 2011, donde se leía:

“Después de tres años, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio entrada al caso de las 11 mujeres de San Salvador Atenco, Estado de México, que fueron vejadas por policías durante el conflicto político social registrado los días 3 y 4 de mayo de 2006.

La decisión de la CIDH abre la posibilidad de que el caso pase eventualmente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH).

Al concluir el 143 periodo ordinario de sesiones que se llevó a cabo del 19 de octubre al viernes 4 del mes en curso, la CIDH anunció que aprobó el informe de admisibilidad “512-08-Mariana Selvas Gómez y otras, México”.

Las denunciantes son: Mariana Selvas, Georgina Edith Rosales, María Patricia Romero, Norma Aidé Jiménez, Claudia Hernández, Bárbara Italia Méndez, Ana María Velasco, Yolanda Muñoz, Cristina Sánchez, Patricia Torre y Suhelen Gabriela.

Las 11 mujeres fueron víctimas de violencia sexual física y verbal por parte de los agentes que las custodiaban en el interior de los vehículos donde eran trasladadas hacia el penal de Santiaguito, en el Estado de México, luego de ser detenidas por “participar” en los disturbios del 3 y 4 de mayo de 2006, en Texcoco y Atenco.

Ellas fueron parte de las 47 mujeres detenidas en los operativos ordenados por el ahora precandidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, quien pretendía desalojar a un grupo de floricultores en San Salvador Atenco. La intervención policiaca dejó un saldo de 207 personas detenidas.

En el quinto aniversario de los hechos violentos, en mayo de 2011, las 11 mujeres anunciaron que continuarían con la lucha, criticaron la actuación de la Fiscalía Especial de Delitos Violentos Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMITRA), dependiente de la PGR, y de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM)”.

Enrique abrió la boca, dejó escapar un poco de saliva y su rostro tradicionalmente bien maquillado, palideció, luego poco a poco la palidez dejó paso a un tono grisáceo y al final enrojeció cuando gritó:

─ Vete de mi casa, Humberto, ya no eres bienvenido aquí.

Pensando en los cariñosos recibimientos que siempre le han dado en Cuba a él y a sus inversiones, Humberto suspiró mientras se acomodaba en su auto blindado. Marcó un número en su celular y esperó impaciente, hasta que una voz fría le contestó:

─ Mire profesor Humberto, me dice la maestra que no puede tomarle la llamada porque está muy ocupada en la campaña de la Cocoa Calderón en Michoacán, para derrotar al PRI, y que ella en cuanto pueda le devuelve la llamada.

─ Maldita Chucky mercenaria ─exclamó con rabia, sintiendo que un sudor frío le recorría la espina dorsal. Cada vez se sentía más solo, con esa sensación de abandono que a veces lo atormentaba en sus noches de insomnio.

¿Quién es Charlie Harper?
Mientras tanto, en Los Vinos, el Presidente ordenó una reunión urgente del gabinete de seguridad a las once de aquella fría noche de invierno.

Los integrantes del  gabinete, arrancados abruptamente de sus botellas, acusaban el efecto de la embriaguez suspendida, y expectantes esperaban les explicaran cuál era la emergencia nacional esta vez.

─ Quiero que sean lo más sinceros y honestos que puedan ─empezó el Presidente, inconsciente de la imposibilidad de su petición─, ¿es cierto que Charlie Harper murió en un extraño accidente?

Todos se quedaron boquiabiertos, babeando, se miraron unos a otros hasta que un militar preguntó sorprendido:

─ ¿Quién es Charlie Harper?

Un almirante adicto a las serie de televisión estadounidenses, le respondió sonriente.

─ Charlie Harper era la estrella de la serie de televisión de Warner “Two and a Half Men”, pero se enojó con los productores y en venganza “lo mataron” y sustituyeron por otro comediante.

Todos voltearon a ver al Presidente, pero ya estaba roncando con su rostro sobre la mesa de juntas y salieron en silencio, casi de puntitas para no despertarlo.

ehernandezm03@hotmail.com


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