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938 29 Noviembre 2011

ANÁLISIS A FONDO
Bullying
Francisco Gómez Maza

Ciudadanos, víctimas de la intimidación
Arma de control político y económico

C
iudad de México.-
El anglicismo bullying se ha puesto de moda para nombrar a la “intimidación” que espíritus enfermos o enfermizos ejercen contra otros, particularmente entre la niñez y la adolescencia.

Intimidar de las maneras más perversas de que es capaz la mente infantil, o mejor dicho infantiloide; es una conducta insana, que se ha practicado desde que el ser humano apareció en la faz de la tierra.

Se intimida de mil maneras, física, espiritual y emocionalmente. Y se llega a cometer las más horrendas aberraciones, incluidos la violación y el asesinato. Las víctimas no tienen protección. Están a merced de sus victimarios.

El bullying dicen que es practicado por seres humanos que se sienten superiores. Algunos estiman que sufren de complejo de inferioridad. Y los sicólogos lo sitúan en las escuelas primarias y secundarias.

Pero no sólo en las escuelas. También, y sobre todo, en la vida política y económica.

Es practicada la intimidación desde todos los sitios en los que el individuo que sufre de neurosis pasa la vida en total estado inconsciente, esclavo de la mente, actuando en una relación enfermiza con los demás.

Los políticos, los “gobernantes”; los ideólogos de los medios de propaganda y publicidad, particularmente de la televisión, entre otros, utilizan el bullying como una arma para sojuzgar, manipular, corromper la conciencia de los individuos y doblegarlos para satisfacer sus instintos de poder sexual, intelectual, económico y político.

Los golpeadores, los violadores, los asesinos, los verdugos, los sátrapas, los dictadores brotan de esas mentes infantiloides perversas que gozan con el sufrimiento de sus alteridades. Son los clásicos sádicos.

Los mexicanos que disponen de un monitor de televisión analógico padecen, la mayoría sin darse cuenta, del bullying que practican los ideólogos. La ideología es lo contrario de la conciencia.

Violencia y sexo, a través de los culebrones novelescos, acoso publicitario para atiborrar a los consumidores de cosas inservibles, entre otras, son practicados a través de las pantallas de los televisores en una incansable guerra por anular conciencias y esclavizarlas a la publicidad y la propaganda.

Los personajes más siniestros –policías, criminales, políticos, gobernantes, diputados, senadores, jueces, líderes sindicales, empresarios, etcétera–, forman un ejército de intimidadores. Intimidan con todo, con la amenaza, con la promesa, con la advertencia, con actos de violencia.

Qué otra cosa es sino bullying mantener y alimentar la inseguridad pública.

Es bullying aterrorizar a los ciudadanos con los levantones, los secuestros individuales y masivos, los asesinatos, las ejecuciones, las masacres que ejercen cotidianamente criminales de toda ralea.  

Qué otra cosa es sino intimidación generar violencia y muerte para posicionar al grupo partidario en el poder.

Hombres y mujeres han vivido en las condiciones más vulnerables desde hace cinco años. Asesinatos de mujeres, ahora llamados feminicidios. Secuestros masivos de migrantes. Masacres, violaciones de los derechos humanos por parte de fuerzas presuntamente encargadas de velar por la seguridad pública. Todo es parte del bullying institucional.

Los trabajadores son víctimas de la intimidación cotidiana de la incertidumbre, la pobreza o la miseria, el desempleo, el empleo en condiciones vulnerables, la inseguridad social, la inseguridad pública. Pero toda clase de intimidación tiene un objetivo perverso.

Manipulación, control, dominación, explotación sexual, laboral, económica, cultural, política. Alguien que me diga si los juicios y actitudes de los candidatos presidenciales no es intimidación. No es bullying

A desfondo: Peña Nieto tiene que aprender. No es lo mismo ser candidato a gobernador, gobernador, que candidato a la presidencia del país. Un buen quemón logró con López Dóriga a quien dijo que los señalamientos que enfrenta Humberto Moreira desgastan al PRI, pero que no tienen sustento. Por menos otros “líderes” priistas han caído. Ojo. La soberbia no es buena consejera. Peña Nieto ya se siente presidente. Hace seis años, Andrés Manuel  sentía lo mismo. Y miren lo que le pasó. Se quedó en el camino “haiga sido como haiga sido”…

analisisafondo@cablevision.net.mx

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