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955 22 Diciembre 2011

ANÁLISIS A FONDO
¿De rodillas ante el Vaticano?

Francisco Gómez Maza

Una reforma a modo del Opus Dei
El Senado tiene la última palabra

A los mártires de Acteal

C
iudad de México.-
En la sesión de ayer miércoles de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la Cámara de Diputados, el  diputado “izquierdista”, Gerardo Fernández Noroña, puso, como acostumbra, la nota colorida y mordaz.

Desplegó una foto en la que aparece el presidente Calderón –en todo su derecho como persona común- recibiendo la comunión de manos del cardenal arzobispo de la arquidiócesis de México, Norberto Rivera Carrera, en la misa “por la paz” celebrada en la basílica de Guadalupe, el domingo pasado.

El señor Calderón estuvo con su familia en el santuario guadalupano, copado por elementos del Estado Mayor Presidencial, quienes, por la “seguridad” del presidente de la república (esto marca la diferencia con el Calderón ciudadano común), revisaron minuciosa e inmisericordemente a cuando peregrino pretendía entrar en el templo.

La protesta de Fernández Noroña atizó el debate público en torno a la reforma al artículo 24 de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos sobre la “libertad religiosa”, votada el pasado 15 del presente mes de diciembre por la Cámara de Diputados.

Vamos al grano: juzgue usted si la tal reforma, a iniciativa de la bancada priísta y la panista; ah, y “Los Chuchos” de la derecha del PRD, no abre de par en par las puertas para que el llamado estado mexicano se clericalice y se pierda la laicicidad que ha funcionado, digamos que bien, desde que al presidente Benito Juárez, firmó la separación entre la iglesia y el estado.

Aquí le va la minuta de la Cámara de Diputados:

“Artículo único: se reforma el primer párrafo del artículo 24 de la Constitución Política de los EUM, para quedar como sigue:

“Artículo 24. Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión. Esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política.

“Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a la ley reglamentaria”.

Entre paréntesis, viendo los cambios constitucionales, referidos a actos de culto, se da uno cuenta de que los legisladores no tienen ni idea de lo que es religión, asunto que no tiene absolutamente nada que ver con las congregaciones o instituciones religiosas, tema que es motivo de estudio, análisis y debate entre teólogos, sociólogos, sicólogos, siquiatras entre otros, los cuales por supuesto no fueron consultados por los legisladores para no mostrar su supina ignorancia al respecto.

La Comisión Permanente del Congreso de la Unión, concretamente la comisión de Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia, creada ayer bajo la presidencia del diputado chiapense, César Augusto Santiago Ramírez (PRI), tendría que agendar y discutir la minuta del proyecto de decreto por el que se reforma en artículo 24, pero hasta el momento no lo ha hecho y es mejor que no lo haga hasta que los senadores, que son los que al final tienen que aprobar o desaprobar la minuta, no consulten a expertos independientes en teología y derecho constitucional, pues la sociedad mexicana está en riesgo de caer en manos de la jerarquía católica (no de la iglesia que integran millones de personas que no son clérigos), que ha dado muestras de su apoyo incondicional a los sectores conservadores y de derecha, como se vio en la misa del domingo en la basílica.

Es comprensible que la mayoría de diputados – 199 a favor – haya votado la reforma antijuarista. Los priístas indudablemente que recibieron línea de Enrique Peña Nieto, el candidato a la sucesión del señor Calderón. Y es que Peña Nieto fue formado en el seno de uno de los brazos académicos – el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE) - de la secta ultra conservadora de Josemaría Escrivá de Balaguer, el Opus Dei.

La “Obra de Dios”, que así se dice en castellano Opus Dei está dedicada a la formación de cuadros empresariales y pro empresariales de primerísimo nivel, que están apoderados del poder político en muchos países de la tierra, entre ellos España, ahora mismo, con el ascenso del Partido Popular con el derechista Mariano Rajoy.

Es comprensible también que los panistas hayan votado a favor de la reforma proclerical, pues estos son “perros guardianes” de la “fe” vaticana, que no tiene nada que ver con la fe cristiana. Y es comprensible que “Los Chuchos”, la derecha dentro de la izquierda, la hayan votado a favor, pues estos señores siempre han de llevar agua a su molino, aunque ahora anden de manita sudada con las huestes de Andrés Manuel López Obrador, el declarado juarista candidato a la presidencia de la república por las “izquierdas”.

Qué va a pasar. Por el momento todo el mundo – diputados, senadores, asesores etc - en el Congreso de la Unión se fue a “celebrar” las navidades. Veremos qué traen, además de la resaca tradicional, cuando los integrantes de la Comisión Permanente vuelvan a reunirse el próximo 4 de enero.

¡Si Benito Juárez saliese del sepulcro!… ¡Si Jesucristo volviese de su trono celestial!...

analisisafondo@cablevision.net.mx

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