 | |
 | |
|
|
NAVAJA DE OCCAM
Para ser más exactos, en lenguaje vulgar, digamos que es la historia de un braguetazo. Ese es el término coloquial para designar la acción de un cazafortunas: un hombre sin dinero que mediante un matrimonio forzado alcanza riqueza y sube de categoría social. Un arribista, pues. Desde el principio el Pijoaparte se ganó mi simpatía: despectivamente llamado charnego, un español sureño que emigra en busca de mejores perspectivas a Cataluña. El protagonista es un hombre con fe en la fuerza de sus genitales, confía en la astucia y el poder de la seducción. La estrategia que elije es la de infiltrarse en una fiesta de la alta sociedad. Observa a las lindas asistentes y un par de muchachas llama su atención. Calcula sus posibilidades. Tan seguro de sí está que se dice: “Si no lo consigo me la corto y se la doy a comer a los perros”. El Pijoaparte pasa una noche maravillosa, cree haber realizado su destino. Pero al despertar descubre con terror, estupefacto y decepcionado, que se encuentra en el cuarto de la sirvienta. La otra muchacha era Teresa, la hija del dueño de la finca. El charnego no se rendirá y emprenderá la seducción de la niña rica. El robo de motocicletas era el modus vivendi del advenedizo, quien porfía en la obtención de riqueza fácil y se encapricha con la hermosura de la joven catalana. ¡Oh, Teresa, Teresa en mi mente! Confieso que me ha ocurrido algo similar. Cuando llegué a la Universidad de Nuevo León una mujer bellísima me deslumbró de inmediato. Urdí estratagemas para enamorarla, fui constante, audaz y amoroso. Cumplí mi objetivo y ella me recibió con pasión. Fui el hombre más feliz –y por un momento me creí rico– hasta que al amanecer tuve la lucidez de comprender que estaba en la habitación de la mucama. En el curso de Filosofía Medieval descubrí que la Filosofía era considerada Sierva de la Teología. Actualmente es considerada sierva de la Ciencia, el Arte, la Política. El saber primero al servicio de las especializaciones. En el peor de los casos está relegada al manicomio, dicen que es el hospital de los poetas enfermos. Para mí, la Filosofía es todavía aquella hermosa princesa que contempló, para su consolación, Boecio. El protagonista es un hombre con fe en la fuerza de su cerebro, confía en la astucia y el poder de la seducción.
¿Desea dar su opinión?
|
_______________________
|
