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1007 5 Marzo 2012

ANÁLISIS A FONDO
Desplazados por China
Francisco Gómez Maza

Los orientales, los primeros vendedores a EU
México perdió por su política irresponsable

Ciudad de México.- México se quedó ya rezagado como el más importante proveedor de manufacturas de Estados Unidos, meta a la que llegó mientras China no aparecía en el concierto de las naciones como una superpotencia económica.

Un análisis comparativo de las exportaciones mexicanas y chinas al mercado de Estados Unidos, elaborado al alimón por la Cámara Nacional del Hierro y el Acero (Canacero) y el Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tec de Monterrey, concluye:

“La ausencia de una política industrial  ha mermado la capacidad productiva y competitiva de sectores mexicanos exportadores, que antaño permitieron impulsar el crecimiento económico del país. Si bien México conserva una posición destacada en cuanto a exportaciones se refiere, es claro que ésta es inferior a lo que pudo alcanzarse si no se hubiese visto afectada por l irrupción de China en el mercado de Estados Unidos”.

En efecto, no puede soslayarse que el avance de la nación oriental se dio aún sin contar con un tratado de libre comercio. Un factor determinante fue el trato de “Nación más favorecida” que los estadounidenses le dieron y que, en la práctica, le permitió una acceso favorable a dicho mercado. Otro elemento ha sido la subvaluación artificial de su tipo de cambio, así como sus bajos costos laborales.

Todo lo anterior hace de China un competidor formidable para México, por lo cual es imprescindible que se cuente con una política económica que favorezca el desarrollo industrial. Aplicar una política fiscal que permita fomentar la inversión, una política energética que disminuya los precios de los combustibles, una mejora sustancial en el manejo de la seguridad pública, así como garantizar una competencia justa frente a China, son algunos de los aspectos básicos a considerar. De otra manera, se pone en riesgo la posibilidad de que México pueda enfrentar exitosamente el desarrollo que China constituye en el mercado de Estados Unidos.

A raíz de la recesión de 2001, la economía china logró incrementar sus exportaciones en maquinaria y equipo, plásticos, equipo eléctrico y electrónico, insumos textiles, confección de ropa, elaboración de asientos, equipo de cómputo y periféricos, equipo óptico y médico y en las manufacturas de hierro y acero.

A lo anterior contribuyó la estrategia seguida por el gobierno chino, ya que aplicó una planeación integral y de largo plazo, en donde sustentó el desarrollo industrial de regiones y sectores económicos clave, los cuales hoy son fundamentales para entender su éxito a nivel global.

Al considerar a los cinco países que mantienen la mayor proporción en las importaciones de Estados Unidos, China no sólo ocupa el primer lugar; su crecimiento denota la competitividad y la productividad lograda. Las estrategias de desarrollo implantadas le han permitido ubicarse incluso por arriba de grandes economías con altos niveles de avance tecnológico, como Japón y Alemania.

China se ha colocado en el primer lugar como proveedor del mercado más importante del mundo, en base a exportaciones de manufacturas con un mayor contenido tecnológico. Lo anterior tiene el potencial de constituir parte de la explicación del porqué en 2003 algunos de los bienes mexicanos de exportación se vieron favorecidos marginalmente por el nuevo impulso económico de Estados Unidos.

En cuanto a México, en principio, la liberalización debió propiciar la posibilidad de generar encadenamientos productivos, economías de escala y una trasferencia tecnológica capaz de consolidar el crecimiento económico de México.

Sin embargo, en la práctica, los resultados no avalan que el país se encuentre en capacidad de enfrentar la creciente competencia china. En este sentido, la política enfocada hacia la profundización de intercambio comercial con Estados Unidos y Canadá, dos de las principales potencias económicas, parecía acertada.
No obstante, la falta de un programa nacional y regional de desarrollo industrial, los limitados apoyos a la industria nacional, el aumento de impuestos, la crisis y estancamientos económicos suscitados en 1995, 2001 y 2009, la falta de financiamiento bancario, la ineficacia de la banca de desarrollo, la debilidad del mercado interno, la inseguridad, los elevados costos de los energéticos y de la inversión, constituyeron y constituyen algunos de los elementos que han dislocado la estrategia de apertura comercial implementada por México.

Otro elemento central, es que la mayoría de las exportaciones mexicanas se concentran en bienes manufacturados, pero en aquellos vinculados con la maquila (alrededor del 45 por ciento del total). Alrededor de este perfil exportador debe notarse que la mayoría de los productos asociados a la maquila están concebidos para el mercado norteamericano y no para competir en los mercados globales.

Cuál es la razón. Una proporción importante de las empresas exportadoras pertenecen a grupos trasnacionales que han basado su producción en México como parte de una estrategia enfocada en aprovechar las ventajas comparativas que el país ofrece y que les permite disminuir sus costos para ofrecerlos en el mercado norteamericano a un precio competitivo.

Y la evolución de las exportaciones de China tiene una explicación en un programa cuidadosamente elaborado desde su gobierno. La creciente penetración de China en EU se ha dado en conjunción con un cambio sustantivo en la composición de su canasta exportadora. Lo que no sucedió en México.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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La Quincena Nº92


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