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1060 17 Mayo 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
Muertas invisibles
Francisco Gómez Maza

Infanticidio, hallazgo dramático
Brutalidad en los asesinatos

Ciudad de México.- “Las Muertas de Juárez” son la punta del iceberg del maremágnum del odio, de la corrupción y la impunidad. Las de Juárez son tan invisibles como las muertas de todo México. Invisibles para los gobernantes.

Análisis a Fondo dispone del más reciente estudio del feminicidio en México (Aproximación, tendencias y cambios 1985-2009), elaborado bajo el patrocinio de la Comisión Especial de Feminicidios (Cámara de Diputados), con la colaboración de ONU Mujeres y el Instituto Nacional de las Mujeres.

Entre el año del gran terremoto que asoló ciudad de México y el 2009 (25 años), lo que los expertos denominan defunciones de mujeres  con presunción de homicidio sumaron 34,176. De éstos, siete mil ocurrieron entre 2005 y 2009. Mil 297 en el primero y 1,858 en el segundo.

De llamar la atención, en las cifras citadas, el “drástico” cambio reciente que se ha dado en la tendencia, tanto en su frecuencia absoluta como de la medida relativa (la tasa). Después de que en 2007 la tasa de “defunciones femeninas con presunción de homicidio” se había reducido a la mitad, respecto a los valores estadísticos de 1985, en los últimos dos años, sobre las cuales la información está disponible, hubo un repunte de 68%; es decir, entre 2008 y 2009 se perdió el avance observado en los 23 años anteriores.

Si bien en 1988 y 1998 se habían dado ligeros repuntes en la tasa,  respecto al año anterior, de 8.8% en el primer caso y de 12.1%, una década después –y otros menores como el de 5.2% de 1992 y el de 6.4% dos años más tarde-, tales incrementos no se observaron en años consecutivos, además de que no son equiparables con los observados en los últimos dos años de la serie.

Pero el asesinato de mujeres, calificado actualmente con el neologismo “feminicidio”, no es exclusivo de Ciudad Juárez, el icono de la violencia criminal que ha recorrido el mundo y más allá, por la atención puesta por el periodismo en la otrora ciudad conocida como “Paso del Norte”.

De acuerdo con el estudio, entregado ayer al escribidor por Teresa del Carmen Incháustegui Romero, presidenta de la mencionada comisión, aprovechando la reunión de trabajo de esa instancia legislativa con autoridades del gobierno federal, si se ordenan los estados de la federación de acuerdo con su tasa de defunciones femeninas con presunción de homicidio en 2009, se descubren los siguientes datos duros: Chihuahua se encuentra en primer lugar con 12.7 homicidios (feminicidios, pues) por cada 100,000 mujeres, seguido por Baja California (9.85)  y Guerrero (9.15). Durango y Sinaloa se ubican en el cuarto y quinto lugares, con tasas de 6.7 y 5.7, respectivamente.

A las entidades enlistadas les siguen Sonora, Tamaulipas, Nayarit y el estado de México (este último, en noveno lugar después de que en 2005 ocupara el primero). Tabasco y el Distrito Federal tuvieron posiciones intermedias (16 y 17, respectivamente) en 2009. Tabasco ocupaba el sitio 28 cuatro años antes, mientras que Campeche, con apenas ocho defunciones, tenía el lugar 20. Al final de la lista se encuentran Zacatecas y Yucatán, con una incidencia de menos de un homicidio por cada 100,000 mujeres.

Como se aprecia en las gráficas del documento, las tasas de presumibles homicidios son más frecuentes en los estados de Chihuahua, Guerrero y Baja California, mientras que en Yucatán, Quintana Roo y Zacatecas se dan los niveles bajos del fenómeno. La región central del país presenta niveles relativamente bajos.

Uno de los hallazgos más tristes y sorprendentes es el alto índice de asesinatos de menores de edad y en particular en de infantes menores de un año, y niñas menores de cinco. El infanticidio es especialmente preocupante entre las mujeres: mientras entre 2005 y 2009, de las defunciones masculinas con presunción de homicidio 0.83% correspondieron a menores de cinco años, este porcentaje ascendió a 5.6% entre las mujeres.

Finalmente, de las defunciones femeninas, 17.2% correspondieron a menores de 18 años; más de una de cada 20 tenía menos de cinco años y 2.4% no alcanzaba el año de edad.

El estudio destaca la brutalidad con que se asesina a mujeres. En el documento se aprecian las diferencias en la forma como son asesinados hombres y mujeres.

Mientras que, entre los primeros, en dos de cada tres casos se trata de agresiones con arma de fuego, entre las mujeres el porcentaje es significativamente menor (41.8%).

En las mujeres es más frecuente el uso de medios más brutales: ahorcamiento, estrangulamiento, sofocación, ahogamiento e inmersión, en 18% de los casos, tres veces más que en los hombres; objetos cortantes, en 14.2; objetos romo o sin filo, 1.4. La proporción de madres envenenadas o quemadas triplica a la de los varones (2.7 y 0.9%). Y en casi 17% de los casos no hay información sobre el medio utilizado para el asesinato.

Hay mucho que leer y compartir del estudio. Pero el espacio es poco…

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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