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1080 14 Junio 2012

 

Tepeaca, ¿agresión o montaje?
Hugo L. del Río

Monterrey.- El incidente ocurrido el martes en Tepeaca, Puebla, nos abre tres opciones: la mexicana, esto es, hacer como que nos habla la virgen; la profesional, muy alejada de nuestra realidad: investigar a fondo los hechos e identificar a los actores; y la rutinaria: que los gringos nos digan qué pasó.

Nos resulta difícil despejar la ecuación porque los políticos mexicanos perdieron credibilidad hace siglos.

Peña Nieto le quita importancia al episodio, pero no podemos hacer eso.

Malo, muy malo si fue una agresión. Sería un síntoma inequívoco de que la pasión política combinada con el primitivismo de amplias porciones de nuestra sociedad nos está acercando a la violencia física.

Y eso es algo que no podemos permitir.

La otra versión, que hace suya una legión de lectores de periódicos, es que se trató de un montaje.

Se acorta la distancia entre EPN y El Peje. Luego, un episodio de insultos y golpes a la camioneta blindada del priísta le ganaría puntaje al tiempo que desacredita al aspirante de las izquierdas.

Gente cercana al mexiquense hizo correr de inmediato la especie de que los agresores eran muchachos de la “132”, quienes desde luego se deslindaron de tan feo asunto.

Las dos interpretaciones son viables: no hablo de posibilidades, sino de probabilidades. En México, y particularmente en estos tiempos, sobra gente ruda dispuesta a cumplir faenas sucias a cambio de unos pesos.

En una nación seria, ya se hubiera iniciado una averiguación judicial, con o sin denuncia. Pero en esta alegre y tropical república…

Lo que llama la atención en los videos, es la laxa reacción del personal de seguridad de Peña Nieto. Esos guaruras son de temer: bien lo saben los reporteros que cubren la campaña del de Toluca. El único lenguaje que hablan es el de los trancazos. ¿Por qué respondieron al ataque, real o simulado, con tanta delicadeza y amabilidad?

Como cantó Bob Dylan: la respuesta, mi amigo, está en el viento.

Pie de página
En Monterrey viven y trabajan dos colegas que se llaman Francisco Tijerina. Uno, Tijerina Elguezábal, escribe en Monitor Político. Es, además, consultor de comunicación e imagen y ha faenado en campañas electorales en Colombia, Honduras y otros países. Y tenemos a Tijerina “Tijeras” González, veterano soldado del periodismo quien, durante varias décadas, publicó el periódico La Razón. Escribo estas líneas nomás para evitar confusiones.

 

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